El exministro de Cultura Guido Sáenz se separó temporalmente de la junta directiva de la Orquesta Sinfónica Nacional, mientras se investiga el traspaso que él hizo –en 1997– de tres fincas a favor de una asociación privada.
El retiro de Sáenz se produjo después de que una investigación de La Nación reveló que debió entregar a la Sinfónica tres fincas, pero en su lugar las traspasó a una asociación presidida por Kirsten Figueres, hija del expresidente José Figueres Ferrer.
La ministra de Cultura, María Elena Carballo, abrió una investigación sobre el caso.
Sáenz envió una carta a la junta directiva, en la cual indica que considera “pertinente y necesario” excusarse de participar en las sesiones, y que se mantendrá fuera “hasta tanto” ese órgano así se lo indique.
La junta directiva conoció la carta en una sesión extraordinaria de la semana antepasada, en la cual esperaban una explicación del exministro sobre su actuación en el manejo de las fincas.
Ese órgano también esperaba una explicación de Sáenz sobre por qué en agosto, cuando se discutió el tema, omitió informar sobre su participación en el caso.
Los terrenos abarcan casi 44 hectáreas y fueron comprados en 1973 por el entonces presidente José Figueres Ferrer, con una donación de $60.000 que dos extranjeros hicieron a la Sinfónica.
Sin embargo, más de 34 años después, siguen en manos privadas.
Las propiedades se registraron a nombre de una asociación cuyos estatutos ordenaban que, al extinguirse, esta debía traspasar sus bienes al Estado.
En 1997, cuando la asociación dejó de existir, su vicepresidente, Guido Sáenz, no cumplió el estatuto y cedió las fincas a otra asociación privada.
Esta última asociación la preside Kirsten Figueres, hija de Figueres Ferrer, y también tenía un estatuto que ordenaba entregar sus bienes al Estado al extinguirse. No obstante, el Registro de Personas Jurídicas la considera extinta desde el año pasado y no ha entregado las fincas.
Su presidenta no respondió una pregunta de este medio sobre si lo hará voluntariamente.
La ministra Carballo informó de que iniciará las acciones judiciales que corresponda para lograr que los terrenos pasen a manos del Estado.
En su misiva, Sáenz indicó que apoya las acciones de la Ministra “con el fin de que pueda ser honrada la voluntad de quienes así lo habían dispuesto”.
Sáenz fue ministro de Cultura en 1998, cuando existía una recomendación de la Auditoría Interna que recomendaba iniciar gestiones para reclamar las fincas. Sáenz ha dicho a este medio que desconocía esa recomendación.