Costa Rica ya suma 37 casos de gusano barrenador en seres humanos. En las últimas dos semanas se reportaron dos casos, ambos en adultos mayores.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud, difundido este 15 de noviembre, los adultos mayores son el grupo que concentra la mayoría de los casos, con 19 (51,35%). También es más común en los hombres con 64,86% de los afectados, mientras que el 35,14% corresponde a mujeres (13).
Puntarenas sigue siendo la provincia más afectada, especialmente en el sur. Ahí se han dado 13 casos (35,14%). Esto significa una incidencia de 2,5 infestaciones por cada 100.000 habitantes, casi el cuádruple de lo registrado a nivel nacional (0,7 casos por 100.000 habitantes).
A esto se le deben sumar 10.665 infestaciones en animales.
Así infesta el gusano barrenador
El gusano barrenador es una parasitosis (mal producido por parásitos) que se da cuando la mosca Cochliomyia hominivorax coloca sus huevecillos en las heridas de un animal de sangre caliente (como los mamíferos).
Cuando estos huevecillos eclosionan, las larvas crecen y se desarrollan en el tejido, un proceso conocido como miasis.
El proceso de miasis desgarra tejidos, provoca irritación y causa heridas secundarias. Además, las larvas tienen toxinas que pueden complicar la situación. Otra consecuencia de la infestación es que deja terreno fértil para infecciones por bacterias o virus.
Las autoridades de salud piden estar alerta a estas manifestaciones:
- Dolor localizado en el sitio de la infestación y malestar general.
- “Hormigueo” o irritación de mucha intensidad.
- Enrojecimiento de la piel.
- Presencia de una protuberancia en la piel con la sensación de que algo se mueve.
- Se observan huevecillos o larvas en la herida.
En caso de tener estos síntomas es necesario acudir cuanto antes a un centro de salud.
Para minimizar los riesgos es vital cuidar bien las heridas, que son la “puerta de entrada” para que la mosca coloque sus huevecillos.
También es necesario tener mayores cuidados sobre personas vulnerables, como los pacientes encamados y quienes tienen discapacidad motora o mental.