Vasijas, cerámica fragmentada, piezas en piedra y hasta figuras humanas en barro son parte de los hallazgos arqueológicos encontrados durante los últimos meses en la zona por donde pasará la carretera que comunicará a San José con el puerto de Caldera, en Puntarenas.
Restos de una civilización indígena con 2.300 años de antig,edad se han detectado en un tramo de 38,8 kilómetros que separan a Ciudad Colón de Orotina.
Un total de 96 personas, entre arqueólogos, asistentes y jornaleros fueron contratados por el Consejo Nacional de Concesiones para evaluar el impacto arqueológico de la ruta.
En dos meses de trabajo de campo han identificado 24 sitios arqueológicos, de los cuales 16 ya habían sido reseñados en un trabajo previo en 1998.
La Secretaría prevé que las obras de la carretera arranquen en enero del próximo año.
El 14 de setiembre es la fecha límite para la recepción de ofertas de las empresas interesadas en mantener en concesión la ruta durante 25 años.
La vía estará construida en dos años y costará cerca de ¢38.750 millones, cinco veces más de lo que se invertirá en restaurar la carretera Bernardo Soto.
Hallazgos antiquísimos
Según uno de los arqueólogos a cargo de la investigación, Olman Solís, se han logrado identificar pequeños asentamientos indígenas que utilizaban piso de barro y que construían sus casas en forma rectangular y a veces circular. Al menos el 90 por ciento de las piezas encontradas datan del período cultural 300 antes de Cristo (a.C.), a 300 después de Cristo (d.C.), conocido como fase Pavas.
Sin embargo, en la zona del cerro Pan de Azúcar, en Concepción de Atenas, sí se encontró un asentamiento más reciente que pertenece al momento cultural Curridabat, que va del año 300 d.C. al 800 d.C.
El grupo investigador confirmó que las obras de construcción de la carretera no "impactarán el patrimonio histórico", pues sólo uno de los sitios será atravesado completamente por la calle.
En el resto de los puntos identificados, la vía pasará en zonas periféricas.
Algunas de las piezas encontradas corresponden a metates en piedra, figuras femeninas con niños en brazos y hasta vasijas u ofrendas funerarias.
Los restos humanos localizados en Concepción de Atenas presentan un serio deterioro, pues según comentó otra de las arqueólogas, Tatiana Hidalgo, el suelo del área metropolitana es muy ácido y eso favorece la descomposición más acelerada de los huesos.
Aunque los investigadores reconocieron que se trató de pequeños caseríos agrícolas, se están tomando muestras del suelo para hacer análisis fitotécnicos que les permitan determinar cuáles eran los hábitos alimenticios de los indígenas de hace más de 2.000 años.
El jefe del Departamento de Arqueología del Museo Nacional, Mínor Castro, aseguró que cuando concluyan los estudios, los arqueólogos deberán entregar un informe de las excavaciones, así como todos los restos encontrados.