El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) gestiona una licitación por $231 millones para el arrendamiento y operación de plantas de generación térmica, con el propósito de garantizar el suministro energético del país en los próximos años.
Estos recursos serían reconocidos posteriormente al Instituto a través de las tarifas de electricidad que pagan 1,9 millones de consumidores.
El plan contempla un respaldo energético de 238 megavatios (MW), distribuidos en siete bloques de 34 MW cada uno. Según los planes del ICE, estas unidades estarían localizadas en las subestaciones de Garabito (Puntarenas), Moín (Limón) y Angostura (Turrialba).
De acuerdo con el trámite presentado en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), este servicio es indispensable para enfrentar los veranos de 2026, 2027 y 2028. Según la entidad, en esos periodos se prevén déficits energéticos que podrían dificultar la satisfacción de la demanda si no se recurre a energía temporal.
El ICE justifica este posible déficit con base en el crecimiento acelerado de la demanda energética, producto de la recuperación económica reciente, y en los retrasos en la entrada en operación de nuevos proyectos de generación solar, eólica y geotérmica. Estos proyectos, alegó la institución, no estarían listos a tiempo para cubrir las necesidades de esos años.
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“Ante la situación descrita, aunado al fuerte crecimiento de la demanda por la recuperación económica experimentada en los últimos años, se han detectado deficiencias energéticas para los periodos del 2026 al 2028 que deberán ser satisfechas por medio del arrendamiento de plantas de generación térmica”, indica la documentación oficial en Sicop.
El ICE también advierte que, de no contar con esta energía adicional, se pondría en riesgo la resiliencia del sistema eléctrico nacional y su capacidad para responder a la demanda, especialmente durante la temporada seca.
“La dependencia de las plantas hidroeléctricas en la matriz energética de nuestro país es un hecho real, así como su vulnerabilidad frente a fenómenos climatológicos que implican un alto grado de incertidumbre asociado al comportamiento climático global”, señala el Instituto.
ICE busca evitar escenarios críticos
La contratación busca evitar escenarios críticos como el registrado en mayo pasado, cuando el país estuvo al borde del racionamiento eléctrico debido a la insuficiencia de fuentes de generación. Esta situación derivó en medidas de urgencia para garantizar el suministro.
En octubre del año pasado, el ICE impulsó un procedimiento especial, identificado como 2023XE-000022-0000400001, para atender la falta de respaldo energético requerida para los veranos de 2024, 2025 y 2026. Según la documentación del concurso consignada en Sicop, el impacto tarifario de ese contrato ascendió a $82,4 millones.
Entretanto, en setiembre, el Instituto aplazó nuevamente la entrada en operación de la planta geotérmica Borinquen I, localizada en Cañas Dulces de Liberia, Guanacaste por tercera ocasión.
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La entidad informó a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), que el inicio se traslada para octubre de 2029. Así lo precisó en un informe técnico enviado al órgano regulador en respuesta a una solicitud de previsiones de fuentes de energía para 2025.