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La Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor) organiza el segundo congreso nacional dirigido a prevenir el abuso de menores y adultos vulnerables por parte de sacerdotes, programado para entre el 13 y el 15 de julio.
La actividad es parte del plan de formación y prevención de los abusos dentro de la Iglesia católica, informó Lisandra Chaves, secretaria ejecutiva de Comunicación de la Conferencia Episcopal. El congreso lo coordina la Comisión Nacional de Protección al menor y adultos en vulnerabilidad, de la Cecor, con apoyo de la Universidad Católica.
“Este año el tema es el documento del Papa Francisco, el Motu Proprio Vos Estis Lux Mundi (por vuestro propio impulso, vosotros sois la luz del mundo). Los panelistas de jueves y viernes, el presbítero Daniel Portillo y María Inés Frank, son miembros de la Comisión Pontificia de Protección al Menor y de Ceprome-México (Centro de Protección de Menores, de la Universidad Pontificia)”, informó Chaves.
Este segundo congreso, agregó Chaves, es una de las tareas dentro del plan de trabajo que realiza la Iglesia costarricense para la prevención del abuso junto a la Red Nacional de Prevención, integrada por las comisiones diocesanas de protección al menor y a los adultos vulnerables.
Está dirigido al clero y laicos, especialmente a quienes acompañan a menores de edad, jóvenes o tienen responsabilidad pastoral, vida consagrada y laboran en colegios católicos, informó Chaves.
El congreso es gratuito y se impartirá en modalidad híbrida: jueves 13 y viernes 14 de julio será virtual, y el sábado las actividades serán presenciales, en el auditorio de la Universidad Católica, en Moravia.
Los interesados en participar tienen tiempo de inscribirse hasta este 26 de junio. Lo pueden hacer en el siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSflX9HkMAbGK9l6UEV1ywH5OtQlvpEh4jglQiIo8jN7RLheUw/viewform
Deben tomar en cuenta dos aspectos: que el congreso tiene un límite de 200 personas.
“Es requisito inscribirse para participar. El enlace de zoom se enviará a los participantes inscritos por correo electrónico y el sábado 15 será necesario estar en la lista para poder entrar”, advirtió Lisandra Chaves.
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Sacerdotes católicos costarricenses han protagonizado historias de abuso, especialmente contra menores de edad, aunque en muchos casos las denuncias se conocen muchos años después, cuando las víctimas son mayores.
Uno de los casos fue el del ahora exsacerdote Mauricio Víquez, a quien el Tribunal Penal de Apelación de Goicoechea rechazó los recursos de apelación y dejó en firme el fallo, que el 30 de marzo del 2022 lo condenó a 20 años de prisión por delitos de violación y abuso sexual contra un menor.
En agosto del 2022, la Iglesia católica fue sentenciada al pago de ¢65 millones en favor de Carlos Roberto Muñoz Quirós, una de las víctimas del exsacerdote Mauricio Víquez, a quien el joven denunció por abusos y violaciones sexuales perpetradas cuando era menor de edad.
En ese momento, la Arquidiócesis de San José indicó que presentaría un recurso de casación ante la Sala I de la Corte Suprema de Justicia, para reiterar su interpretación de que ese asunto está prescrito.
Hace un año, la Sala Tercera también dejó en firme la sentencia contra Sidar Monge, otro exsacerdote condenado en el 2019 a seis años de cárcel por abusar de un monaguillo. Esa vez también se sentenció al corista Patrich Castillo, quien en otro momento también abusó del menor.
En junio del 2020, 13 meses después de que el papa Francisco giró órdenes para combatir los abusos sexuales a menores, la Iglesia católica de Costa Rica publicó el protocolo de atención de denuncias contra curas y miembros del clero.
