El IMAS limitó la ayuda para el pago de guardería a las familias pobres cuyas cabezas de hogar trabajan. Desde enero, la entidad financia un máximo de dos hijos.
La restricción se aplica aunque una casa tenga tres o más niños con necesidad de cuido.
Según Diego Víquez, expresidente del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), la decisión se tomó porque “no se debe hacer atractivo el tema de ser pobre”.
Víquez dirigía la institución el año pasado cuando la junta directiva acordó el tope. El IMAS decidió no dar más de ¢80.000 mensuales a cada familia.
Pero, el cuido de un niño cuesta ¢30.000 por mes en las guarderías contratadas por el Instituto y ahora el subsidio no alcanza para los hogares que necesitan atender tres hijos o más.
Unos 4.500 niños pobres son cuidados en casi 350 hogares comunitarios y guarderías privadas mientras los padres trabajan. En el 2006, el Instituto pagó ¢900 millones a esos centros.
Pequeños afectados. En la guardería Centro Infantil de Río Azul, en La Unión, la restricción provocó la salida de dos niñas, confirmó María Leticia Alvarado, encargada del centro. Según la mujer, los padres no pudieron pagar el faltante y, ahora, una menor es cuidada por una amiga de la familia y la otra viaja sola de la casa a la escuela.
Alvarado explicó que en su guardería atendía cuatro familias con tres hijos cada una. Antes, el IMAS pagaba ¢90.000 por cada uno de esos hogares, pero, al bajar a ¢80.000, hubo problemas para financiar a cuatro de los niños.
La mujer solo pudo mantener con recursos propios a dos de ellos.
En la guardería Tía Lore, en Desamparados, Lorena Araya, encargada del sitio, decidió dejarse a todos los niños afectados, incluso a una familia con cuatro pequeños de 3, 4, 5 y 6 años. “¿En dónde los dejan? ¿En la casa, en la calle?”, se cuestiona Araya.
La mayoría de los niños cuidados en estas guarderías viven en hogares con jefa de hogar.
Damaris Acuña, de la guardería Los Ositos en Hatillo 5, indicó que las madres de muchos niños viven en precarios e incluso una familia afectada tiene un niño con discapacidad. “¿Cómo hago yo? Dios es muy grande”, comentó.
Hay excepciones. José Antonio Li Piñar, actual presidente del IMAS, aseguró que las reglas acordadas el año pasado establecen que las excepciones se deben atender como tales.
Según Li, si una madre necesita el cuido de tres hijos o más no se le debe negar la ayuda porque, si ella deja el trabajo, todos caerán en pobreza extrema.
“Pero eso involucra que las trabajadoras sociales del IMAS estudien los casos”, agregó el jerarca.
Li aseguró que revisarán la situación con las gerencias. Además, se estudia levantar el tope.
El expresidente del IMAS sostuvo que el tope se fijó con base en estudios para no provocar una dependencia sin límites.
“Se busca dar un subsidio en vez de arreglar la vida a la gente. Ese monto es muy alto en comparación con Latinoamérica”, señaló Víquez, quien agregó que para los niños mayores existen otros servicios como los Cen-cinai.