El Instituto de Desarrollo Rural (Inder) realiza estudios técnicos y jurídicos, para evaluar la posibilidad de vender los terrenos y parte de la infraestructura de la Hidroeléctrica Aguas Zarcas a la Cooperativa de Electrificación de San Carlos (Coopelesca R. L.).
La gerente general del Inder, Diana Murillo, confirmó ante la Comisión Especial Investigadora de los Créditos Bancarios que ya se enviaron peritos a los terrenos, para analizar las condiciones de las tierras y de la infraestructura que ahí se encuentra y que incluye una canal para el llenado del embalse.
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Murillo reconoció que la venta de esas tierras a Coopelesca es una posibilidad, pero insistió en que no es la única opción, pues eventualmente la entidad puede decidir recuperar los terrenos y dejar de arrendárselos a Coopelesca.
También dijo que los precios de la finca no están actualizados y que requieren conocer las condiciones actuales de los edificios existentes.
Ricardo Rodríguez, presidente ejecutivo del Instituto, aseguró que en unos 15 días saldría a la luz el estudio legal que pidieron, ante la solicitud de Coopelesca de comprar los terrenos. Ese grupo cooperativo adquirió, en octubre del 2014, la hidroeléctrica Aguas Zarcas de manos de la cementera Holcim.
En cuanto al estudio de campo, Diana Murillo apuntó que podría tardar hasta dos meses y que el trabajo está a cargo de topógrafos del Inder, quienes deben reportar sobre todas las condiciones.
Murillo y Rodríguez fueron llamados a comparecer ante esa Comisión legislativa, pues allí se busca determinar si hubo algún tipo de tráfico de influencias o irregularidades en el otorgamiento del préstamo de $32,7 millones que giró el Banco de Costa Rica (BCR) a Coopelesca para la compra de la planta hidroeléctrica.
El Inder entró como actor en esa investigación porque los terrenos en que se encuentra la Hidroeléctrica Aguas Zarcas son del Instituto y porque, antes de otorgar el crédito, el BCR no le consultó, por ningún medio ni motivo, sobre la situación de esas tierras, pese a que la hidroeléctrica solo tenía derecho a usarlas por medio de un contrato de arrendamiento.
Ese contrato vence en setiembre del próximo año, pero desde ya la administración del Instituto anunció que no prorrogará el arrendamiento de una franja de terreno, por donde pasa un canal que lleva agua al embalse de la hidroeléctrica, pues así lo establece el contrato entre Hidroeléctrica Aguas Zarcas S. A. y el Inder firmado desde 1993.
Parte del problema para que el Inder recupere esos terrenos es que no tiene la capacidad para hacer un uso adecuado de la infraestructura existente. "Imagino que esos canales tienen un valor importante", dijo Murillo, haciendo referencia al costo al que le vendió Holcim la Hidroeléctrica a Coopelesca, que fue de $35 millones.
La gerente del Inder reiteró que ella no estaría de acuerdo en que ese contrato de arrendamiento se firmara en la actualidad.
Ese contrato de arrendamiento termina el 6 de setiembre del 2018, lo que genera dudas sobre la posibilidad de que Coopelesca pueda mantener la generadora eléctrica, pues una vez que se venza ese convenio del 93, la propiedad y todas sus estructuras regresan a manos del Inder.
Ricardo Rodríguez, por su parte, aseguró que el canal de agua para el embalse que existe en la finca actualmente solo tiene uso para la generadora eléctrica y apuntó, de acuerdo con la gerente Diana Murillo, que estudios de Coopelesca solo reconocen un uso del canal con propósitos del llenado del embalse.
Aspectos jurídicos. Murillo enfatizó que, aunque la nueva ley del Inder podría establecer la venta de terrenos del Instituto, esa normativa establece que la enajenación de las propiedades solo podría darse para cumplir con los efectos de la ley, que tienen relación con el desarrollo rural, antes desarrollo agrario.
Los voceros del Inder reiteraron, ante consultas de los medios de comunicación, que el contrato de arrendamiento no se puede prorrogar a la misma persona jurídica con que se firmó, que Coopelesca planteó la posibilidad de comprar la finca y que está en camino la realización del criterio jurídico sobre esa posibilidad de vender las parcelas.
Los jerarcas del Inder recordaron que, en 1991, antes de que se comprara la finca La Cocaleca y se segregara, ya se había conformado la sociedad anónima Hidroeléctrica Aguas Zarcas, que hasta 1993 recibió la finca para desarrollar la generadora eléctrica.
La empresa Aguas Zarcas se formó entre el Instituto Nacional del Cemento y BEL Ingeniería, quienes ya tenían los diseños de la planta y de los canales desde 1991.