Paso Canoas, Corredores. Indígenas ngobe-buglé (más conocidos como guaymíes), panameños y costarricenses, demandaron a las autoridades de los dos países mayor atención en materia de educación, salud y migración, como parte de su lucha por avanzar en al promoción de sus derechos.
En una reunión binacional, que se realizó el 26 de mayo en Coloradito de Corredores con los defensores de los habitantes de Panamá y Costa Rica, los aborígenes sostuvieron que son víctimas de discriminación permanente.
"No es posible que vengamos a trabajar en la recolección de café en Coto Brus y otras regiones costarricenses y nos pidan muchos documentos para poder entrar a Costa Rica si pertenecemos a una sola familia ngobe", reclamó Verónica Rodríguez Palacios, quien es vecina del distrito de San Félix, Panamá.
En este sentido, Oscar Bermúdez, funcionario del Ministerio de Salud costarricense, indicó que era necesario organizar y controlar la migración para, entre otras cosas, conocer las condiciones sanitarias de los migrantes.
Por su parte, José Joaquín Vargas, de la Dirección General de Migración y Extranjería, manifestó que cada trabajador ngobe-buglé tendrá que venir con su pasaporte.
"Los patronos deben de dar un depósito de garantía de $20. No se permitirán intermediarios, ni contratistas", agregó.
En materia de educación, en el encuentro se planteó un programa flexible que permita a niños estudiar por módulos y créditos en ambos países.
Para Ricardo Vargas Davis, defensor adjunto de Panamá, lo que ambos países pretenden es superar algunos obstáculos que enfrentan los indígenas en cuanto a derechos humanos.
"Creo que si todos nos ponemos de acuerdo, será fácil solucionar los problemas de los indígenas", expresó.
La etnia ngobe-buglé habita en las montañas del sur de Costa Rica y también en las provincias panameñas de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas.