En 9.700 kilómetros de caminos cantonales, los camiones, automóviles y buses se topan con huecos, barro, piedras o desniveles, lo cual, no solo destroza compensadores, sino que se convierte en un obstáculo para que sus habitantes logren mayor productividad, competitividad y calidad de vida.
Esos 9.700 km califican en condición “mala” o “alarmante” y equivalen al 27% de la red cantonal, la cual es responsabilidad de las 82 municipalidades. Si se suman las vías en condición “regular”, el porcentaje en estado no óptimo aumenta al 70%, revela el Índice de Competitividad.
Los 9.700 km en pésimo estado equivalen a recorrer 44 veces Costa Rica, de punta a punta, donde solo el 30% de la red cantonal entra en la categoría de “buena condición”
La situación vial cantonal se torna “alarmante” porque hubo una baja en la cantidad de kilómetros en “buena” o “excelente” condición, y un aumento de las vías en estado “regular”, declaró el economista Andrés Fernández Arauz, del Consejo para la Promoción de la Competitividad, el cual compiló los datos.
Además, dijo, encontraron que el deterioro es particularmente grave en 21 de los 82 cantones, en los que el porcentaje de rutas en buen estado disminuyó en más de 10%. Entre esos destacan los casos de Santa Cruz, Limón, Upala y Acosta, cantones con mayor deterioro en la calidad de la infraestructura.
En el lado opuesto están San Pablo, Heredia, Flores, Santa Bárbara, Montes de Oca, La Unión y Curridabat, como los que tienen mejores vías.
“Los cantones con carreteras en mala condición son los que tienen menor dinamismo de mercado. Tener una mala infraestructura limita la forma en que las empresas llegan y se insertan, la instalación de zonas francas, y el dinamismo propio de los mercados entre los propios cantones”, aseveró.
Además, en los lugares con peor infraestructura vial, también se correlacionan otras condiciones desventajosas como menor acceso a Internet o personas mayores de edad sin secundaria completa.
Asimismo, aquellos con las peores carreteras, también son los que se ubican en los índices de desarrollo más bajos.
La investigación también reveló que las municipalidades que más invierten son las que de por sí ya tienen vías en mejor condición, lo cual no se relaciona solamente con el presupuesto, sino con la extensión de esos territorios.
Y puentes, se repite la historia
Para la medición de este año, el Índice de Competitividad consideró, por primera vez, la condición de los puentes en caminos cantonales.
El análisis encontró que, de 3.841 estructuras registradas en los 82 cantones, solo el 28% está en condición satisfactoria.
Pero, además, se halló que el 41% tiene una condición regular; 18% deficiente; 6% seria; 3% alarmante y 3% en “riesgo inaceptable”. Eso significa que hay 115 estructuras en ese estado más crítico y, en general, 489 se encuentran en las peores condiciones.
De acuerdo con el informe, los puentes con el mayor nivel de riesgo se ubican en los cantones de Sarapiquí, Pococí, Pérez Zeledón y Corredores.
Fernández indicó que llama la atención el hecho de que la mayoría se ubica en cantones fuera de la Gran Área Metropolitana, cerca de zonas costeras y fronterizas.
Mala administración
De acuerdo con economista e investigador, el abandono de las vías se vincula con la administración de los recursos, y no solamente a la disponibilidad de fondos. Sin embargo, sí estima que en algunos municipios, al tener menos dinero y tantas prioridades, se opta por destinar los fondos para enfrentar otras necesidades como servicios comunitarios, ayudas, parques y seguridad.
La creación de la Ley de Transferencias, mediante la cual, desde el 2016 el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) gira los recursos a las municipalidades para que estas se encarguen de la atención de sus vías, también genera opiniones divididas. Para algunas, ha sido más complicado ocuparse de esta tarea, principalmente, porque carecían de unidades enfocadas en infraestructura; mientras que otras consideran que les facilita la independencia para actuar.
Precisamente, durante el último año, los gobiernos locales han atribuido la desatención de la red vial a los atrasos de las transferencias que el Gobierno Central debe realizar para el mantenimiento de las rutas.
En agosto, la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) denunció que, de seis desembolsos que debía realizar este año el Ministerio de Hacienda, solo había efectuado dos.
La estimación del MOPT es que al menos 713 km de rutas nacionales requieren reconstrucción total y unos 3.200 km de vías están en malas condiciones. En el caso de los puentes, se tienen identificadas 500 estructuras que requieren ser intervenidas con urgencia.
El investigador Andrés Fernández aclaró que los datos del estudio los presentarán, oficialmente, en noviembre dentro del informe general del Índice de Competitividad y corresponden a los datos entregados por los ayuntamientos a la Contraloría General de la República, a finales de 2021.Eso significa, que el deterioro para este momento podría ser mayor, considerando que en este año la red vial nacional y cantonal ha recibido casi nula atención.
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