La presa de furgones a la entrada de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) que causó el colapso vial en Limón, la mañana de este jueves, se habría originado con el anuncio de los cierres programados de la ruta 32.
Esta fue la explicación que dio el director de la concesionaria APM Terminals, Kenneth Waugh, quien aseguró que los camioneros adelantaron su traslado al Caribe, previendo que la principal ruta entre San José y Limón estaría cerrada durante seis horas, a partir de las 9 a.m.
“Para evitar el cierre de la ruta 32, los transportistas prefirieron trasladarse más temprano a su cita. Sin embargo, cuando llegaron a la terminal no tenían donde parquear, entonces tienen que quedarse en la carretera para esperar su turno. Esto empezó a genera la congestión vial”, manifestó Waugh.
A diferencia de otros puertos nacionales, la Terminal de Contenedores de Moín únicamente atiende a los transportistas con cita previa, en un horario programado, por lo que si llegan antes o después, no podrán ser atendidos, y si no son atendidos, tienen que aguardar en la carretera.
Como muchos transportistas llegaron antes de lo previsto, los camiones comenzaron a hacer fila en los 2,3 kilómetros de la ruta 257, que conecta la ruta 32 con la TCM.
La fila de camiones fue tal, que no solo ocuparon aquella vía, sino también comenzaron a estacionarse sobre la ruta 32, lo que provocó un caos en la intersección entre ambas vías. De acuerdo con las autoridades de tránsito, la presa fue de al menos 5 kilómetros.
Problemas en el sistema de citas
Aparte de los transportistas que se adelantaron , también hubo aquellos que probaron suerte y viajaron a Limón sin tener una cita previa. De acuerdo con APM Terminals, este es un problema que ha tenido que enfrentar desde que inauguraron sus servicios oficialmente, el 28 de febrero.
No obstante, en esta ocasión, la empresa transnacional reconoció que la gran demanda a causa del cierre de la ruta 32, colapsó el centro de llamadas para la reserva de citas, lo que dejó a algunos sin su espacio para hoy.
“Eso lo estamos viendo, a ver cómo lo modificamos para tener más personas contestando las líneas y con eso poder atenderlos directamente, porque también puedo reconocer que cuando uno está con la urgencia y la necesidad, lo menos que uno quiere es que le conteste una grabación”, dijo Waugh.
Los transportistas no cumplen con una de cada cinco citas que reservan, denunció el director de APM Terminals.
Retraso en atenciones
Tras cinco semanas de haber iniciado operaciones, la TCM enfrenta un retraso de 25 horas de trabajo, que no solo afecta la atención de las embarcaciones, sino también la afluencia con la que los camiones llegan a dejar o retirar la carga comercial a la plataforma.
La Cámara Costarricense de Navieros (NAVE) denunció que los buques deben esperar hasta 12 horas en bahía, mientras son atendidos en la nueva terminal portuaria.
APM Terminals explicó que mucho de este atraso ocurre porque no todas las navieras son exactas con la cantidad de movimientos que se deben realizar para cargar o descargar la mercancía de un buque cuando reservan su espacio de atención.
“Me parece que tenemos que entender que somos parte de un sistema. Es importante que todos trabajemos en proveer información más certera sobre los movimientos necesarios por cada embarcación”, manifestó el representante de APM Terminals.
De acuerdo con Waugh, solo esta semana llevan un retraso de 3.000 movimientos que no fueron reportados inicialmente por las navieras a la hora de reservar la atención de un buque. Esa cantidad de movimientos se traduce en 25 horas de trabajo.