El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) deberá buscar una nueva fuente de financiamiento para concretar la ampliación de los 2,2 km de la radial entre Lindora, en Santa Ana, y San Antonio de Belén.
Este proyecto quedó estancado durante la administración anterior por falta de recursos. Luego, se determinó ejecutarlo con fondos provenientes de un crédito de $400 millones aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en setiembre del año pasado, y en el que se contemplaban otros proyectos bajo un programa denominado GAIN (Gestión de Activos de Impacto Nacional).
Sin embargo, el MOPT resolvió no utilizar ese financiamiento, cuyo principal componente era la ampliación del tramo Barranca-Limonal. Ahora el plan es concluir esas mejoras en el tramo de la carretera Interamericana Norte con $270 millones disponibles del Fondo de Avales.
Esta decisión dejó fuera algunas de las obras que se contemplaban bajo el crédito del BCIE, debido a que el monto total de ese programa era menor. Ese es el caso de la radial Lindora.
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Según informó el Ministerio el año anterior, el programa GAIN pretendía destinar $220 millones para Barranca-Limonal, $35 millones para la radial Lindora, $10 millones para puentes peatonales en la ruta 32, y ¢3.791 millones (alrededor de $7,5 millones) para el paso a desnivel en Hatillo 8, además de labores de conservación.
El programa también contemplaba recursos para realizar estudios y diseños de obras que el gobierno aspiraba a dejar como “proyectos maduros”. Entre estos se encontraban los túneles falsos, que son una especie de cajones para puntos con riesgo de deslizamiento en la vía San José-Limón, así como la radial a Heredia y la carretera a Monteverde.
Con el nuevo crédito disponible del Fondo de Avales (cuyo traslado aún debe ser aprobado por los diputados), únicamente se cubrirá el costo de la ampliación de Barranca-Limonal, los puentes peatonales en la ruta 32 y las tareas de mantenimiento vial.
El viceministro de Infraestructura, Efraím Zeledón, explicó el lunes anterior que el viaducto de Hatillo 8 será financiado con recursos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), mientras que aún se evalúan las opciones para la obra en Lindora.
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“El único proyecto que queda fuera es radial Lindora y estamos buscando con el BCIE o con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) los recursos para la etapa de preinversión de una serie de proyectos que nos gustaría dejar maduros para que la próxima administración pueda ejecutarlos, entre ellos la ruta 4 Birmania-Santa Cecilia, radial Heredia y proyectos en la zona sur (...)”, afirmó Zeledón.
Estos últimos, dijo el funcionario, son proyectos que han estado en la mente de muchos jerarcas y que nunca se han logrado llevar a cabo, por lo que la intención de este gobierno es dejar toda la etapa de preinversión lista, dejar prefactibilidad, incluso con código de aprobación del Ministerio de Planificación (Mideplán) listo.
“Para que si nos da tiempo, nosotros mismos lograr licitarlos y si no el próximo gobierno”, concluyó el viceministro.
Radial Lindora: un proyecto ‘enfermo’
La ampliación de la radial Lindora quedó paralizada sin siquiera recibir la orden de inicio en abril de 2022, luego del escándalo por presunta corrupción del caso Cochinilla y debido a la falta de financiamiento.
La obra estaba en manos de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) desde 2016 y había sido adjudicada en febrero de 2020, por $13,3 millones, a la empresa H Solís. Sin embargo, la paralización del plan, junto con otros problemas durante la fase de preinversión, elevó el costo a $19 millones.
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Tras múltiples complicaciones, el entonces ministro, Rodolfo Méndez Mata, concluyó que la ampliación de la radial Lindora era “un proyecto enfermo”. En esa ocasión sostuvo que se intentó corregir los defectos en el camino, pero que al final no se logró. Según indicó en ese momento, la obra enfrentó daños colaterales por la pandemia y los problemas fiscales, lo que hizo imposible financiarla.
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El tramo a intervenir se encuentra entre el puente sobre el río Virilla, que fue ampliado a cuatro carriles durante el gobierno anterior, y el puente sobre el río Corrogres, en la ruta 27. La intención era disponer en ese trayecto de tres carriles por sentido y un carril central para giros. Por ese sector transitan diariamente unos 40.000 vehículos.
El proyecto planteado en el programa del BCIE también incluía una rotonda en el cruce conocido como Panasonic, en San Rafael de Alajuela. Esa obra adicional y el plazo transcurrido desde que el proyecto quedó abandonado han incrementado aún más su costo.