Solo 10 años de vida útil tendría el asfalto que se está colocando en la ruta 32, como parte de la ampliación a cuatro carriles de 107 km entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón. Transcurrido ese tiempo, los usuarios comenzarían a sufrir por la formación de baches, grietas y hundimientos.
De hecho, la duración del material podría ser menor, pues los diseños del proyecto no consideraron estudios de tráfico actualizados en los que se contemplaran las cargas vehiculares ocasionadas por la Terminal de Contenedores de Moín y el paso fronterizo de Tablillas, al cual se llega por la vía de Chilamate-Vuelta Kooper, inaugurada en el 2017.
Esa condición fue advertida por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) al Gobierno, desde que empezó la obra de ampliación de ese tramo de la carretera a Limón.
Según explicó Wendy Sequeira, coordinadora de la Unidad de Auditoría Técnica del Laboratorio, las deformaciones permanentes y agrietamiento por fatiga son los daños más comunes cuando ya el pavimento no tiene la capacidad de soportar el tránsito que está pasando por la vía.
La ingeniera agregó, además, que en uno de los primeros informes emitidos cuando empezaron los trabajos de ampliación, se indicó que las opciones que se estaban incluyendo en los diseños no iban a ser suficientes para el tránsito que se estaba proyectando en la carretera.
“Lo que querían era poner unas sobrecapas en algunos sectores y no hacer toda la estructura y nosotros detectamos que se requería hacer toda la estructura nueva y no solo la sobrecapa”, indicó Sequeira en relación con los carriles existentes.
Fue a raíz de ese informe que la unidad ejecutora de esta obra vial valoró la necesidad de rehabilitar toda la carpeta existente desde las capas inferiores, sin embargo, tanto el pavimento de los carriles actuales como los que se están construyendo se diseñó para una duración de 10 años.
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Luego del primer estudio, dijo Sequeira, se han tomado muestras del pavimento que detectaron incumplimientos de parámetros técnicos que podrían llevar a sufrir deterioros prematuros. Todos los hallazgos han sido comunicados a la unidad ejecutora, que es la encargada de pedir las correcciones al contratista.
Sobrecapa
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, aseguró que dentro del crédito adicional que se está gestionando con el Eximbank, planean incluir los fondos necesarios para colocar una sobrecapa que alargue a 20 años la vida del pavimento en los cuatro carriles.
Ese nuevo crédito, que se estima en $150 millones, también permitiría a la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC) completar una serie de obras adicionales mediante una adenda al contrato, al tiempo que alargaría el plazo total del proyecto, que actualmente arrastra un atraso de más de 44%, tras haber recibido dos prórrogas que suman cerca de 800 días.
A pesar de estas circunstancias, el ministro aseguró la semana anterior que el 90% del tramo de 107 km quedaría en servicio a cuatro carriles al terminar este año.
La ingeniera del Lanamme dijo que si bien lo óptimo hubiera sido hacer un estudio integral del tránsito para diseñar los pavimentos acordes a lo que necesita la carretera, una sobrecapa como la mencionada por el jerarca permitiría prolongar la vida útil de la obra.
Además de la ampliación de 107 km de carretera, el proyecto integral incluye la construcción de 36 nuevos puentes, 13 pasos a desnivel, 11 retornos, 24 puentes peatonales y cinco intersecciones en los intercambios a Río Frío, Guápiles, Siquirres, Moín y en el ingreso a la Terminal de Contenedores de Moín (TCM).
Estas obras son financiadas con un primer crédito del Eximbank por $396 millones y una contrapartida estatal de $69 millones.