La tragedia de Cambronero ocurrida el 17 de setiembre del año anterior evidenció la descoordinación entre autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), así como la ausencia de protocolos claros para proteger a los usuarios de rutas nacionales de derrumbes, deslizamientos y otros eventos naturales.
Cuatro meses después de ese accidente en el que nueve personas perdieron la vida tras ser empujadas por un derrumbe a un guindo en ese paso montañoso de la Interamericana Norte, el MOPT anunció la creación de un protocolo que define responsables y criterios para el cierre de las rutas. Ese documento fue dado a conocer a finales de setiembre.
El protocolo establece tres tipos de alerta o código: verde, amarillo y rojo.
El código verde corresponde a buen clima, sin desprendimientos de taludes y con tránsito normal.
El código amarillo contempla una alerta temprana de un fenómeno meteorológico, aumento o tendencia creciente de un fenómeno de amenaza o riesgo que se determina por la presencia de lluvia tempestiva, desprendimientos de material de taludes, deslizamientos, socavaciones o derrumbes sin afectación de la calzada, así como avisos o pronóstico de afectación por un fenómeno atmosférico por parte del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) o sismos .
El código rojo es cuando se da una situación de emergencia, con afectación de la vía, ya sea por derrumbes, deslizamientos, grietas o hundimientos, socavación de puentes y alcantarillas y cualquier otra situación que represente peligro inminente a los usuarios .
Los responsables de vigilar las carreteras para determinar esas condiciones son el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), la Policía de Tránsito, la Dirección Regional de Obras Públicas, el IMN y la Dirección de Emergencias y Desastres del MOPT.
Según el detalle, las inspecciones visuales están a cargo del inspector de zona del Conavi, director regional o de las mismas empresas de conservación contratadas que deben estar acompañadas de un representante del Conavi.
Ese consejo, además, es el encargado de dar los lineamientos de instrucción de cierre de vías, sea parcial o total.
Asimismo, los oficiales de tránsito también son responsables de evaluar visualmente el estado de la ruta mediante sus recorridos. Deben comunicar las condiciones encontradas al ingeniero de zona de Conavi, al director o enlace de la Dirección de Emergencias y Desastres y al director regional de Obras Públicas.
La Dirección Regional de Obras Públicas es la encargada de coordinar con los responsables del Conavi la inspección en sitio en donde puede ocurrir la emergencia.
Entretanto, el director de Emergencias debe comunicar a los responsables de Conavi y al delegado o jefe regional de la Policía de Tránsito los comunicados de alerta emitidos por el IMN, Observatorio Vulcanológico y Sismológico y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Las acciones a seguir luego de esas inspecciones se determinan según los códigos citados. Así por ejemplo, en el código amarillo, el MOPT emitirá comunicados preventivos sobre el riesgo a través de la Dirección de Atención de Emergencias y en coordinacioón con el departamento de relaciones públicas.
Adicionalmente, los oficiales de Tránsito y el ingeniero de Conavi continuarán el monitoreo de la vía. La Policía de Tránsito puede cerrar de forma temporal en caso de que esos monitoreos adviertan sobre situaciones de desprendimiento de material u otro riesgo.
En el caso del código rojo, se dispone que “en el momento en que existan desprendimientos de material de los taludes sobre la calzada, deslizamientos, inundaciones, hundimientos o socavaciones en puentes o alcantarillas, los oficiales de la Policía de Tránsito designados, procederán a cerrar la ruta (parcial o totalmente) de forma preventiva”.
Asimismo, se añade que si de acuerdo con criterios técnicos de la Policía de Tránsito o personal calificado del Conavi, de la Dirección de Obras Públicas o mediante una situación evidente que se determine por una inspección visual de los mismos oficiales, esos funcionarios pueden cerrar las rutas con el visto bueno de su superior.
El protocolo además establece las acciones a seguir para la limpieza y habilitación de las rutas, ya sea mediante los contratos de conservación o la maquinaria de Obras Públicas.
Además, especifica que las medidas se aplican en 19 pasos de montaña de las rutas nacionales, entre estas se encuentran: Cambronero (ruta 1), Interamericana sur, Desmonte (ruta 3), la vía a Juan Viñas en Turrialba, el paso de montaña en la ruta 32, el sector de Tárcoles en la Costanera, así como las vías a Cinchona, en Alajuela, y Aguas Zarcas de San Carlos.
Precisamente, en las últimas semanas, la ruta 32 es las que han sufrido cierres constantes por caída de material debido a los fuertes aguaceros.
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