Cerca de 165 kilómetros (km) de tuberías para aguas negras serán instaladas en barrios del sur y del norte de la capital durante el próximo año y medio.
Las obras a cargo del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) permitirán llevar los residuos de hogares, industrias y comercios hasta la planta de tratamiento Los Tajos, en La Uruca.
Con estos trabajos y otros previstos, al 2020 los ríos y quebradas se librarán de recibir 38 toneladas de residuos sólidos diarios procedentes de 11 cantones del área metropolitana.
Las obras procuran conectar redes existentes de alcantarillado sanitario con estas tuberías secundarias, con lo cual las aguas negras se irían hacia los colectores principales de Los Tajos en vez de un río o un tanque séptico.
La instalación de los 165 km de tuberías tardarán, al menos, año y medio más, pues a la fecha solo hay 10 km listos, explicó German Mora, jefe de la unidad ejecutora de las obras de Los Tajos.
Los sectores por intervenir incluyen barrios de Coronado, Moravia, Purral, Sabanilla y Tibás, al norte de la capital. Mientras en el sureste ya se construye, en Granadilla de Curridabat y Tirrases, así como en San Miguel y Damas en Desamparados.
La tubería, también llegará a zonas de San Rafael Arriba, San Rafael Abajo y San Juan de Dios de Desamparados, así como de los Hatillos.
Molestias. Los trabajos, sin embargo, suponen un reto a la paciencia de vecinos y comerciantes en las zonas intervenidas, ya que las cañerías deberán instalarse debajo de las calles.
Esto implica trastornos en la rutina de las comunidades como pasa en Coronado donde algunos vecinos atribuyen al AyA mayor deterioro de sus calles, más suciedad en pisos y carros, pérdida de clientes en comercios y gastos extra en adaptaciones de las casas cuando se conecten a la red.
Mora lamentó las molestias, pero aseguró que las calles serán arregladas. No obstante, aclaró que el tipo de trabajo obliga a dejar las vías sin asfalto varios días mientras se consolida el suelo.
Rolando Méndez, alcalde de Coronado, criticó hace unos días al AyA acusándolo de no haber tomado previsiones adecuadas para un arreglo integral de las calles y compensaciones adicionales por diversos daños causados.
Según Mora, la molestia en el cantón es mayor porque allí deben colocarse 50 km de tubería. Señaló que hay entendimiento con alcaldes de otras zonas donde son menos las calles por romper.
“Hay molestia, pero es necesario esto y se sabía que era parte de todo el proyecto”, aclaró.
Gilberth Jiménez, alcalde de Desamparados, aplaudió el plan y “aunque no toda la gente está feliz con el cierre de vías, la gran mayoría tiene madurez y entiende la importancia de esto”.
Entre tanto, Marcel Soler, alcalde de Montes de Oca, coincidió en la oportunidad que Los Tajos ofrece a miles de hogares de librar del uso de tanques sépticos y el gasto ocasional de limpiarlos.
“Nos tocará sufrir molestias el otro año, pero estamos completamente de acuerdo con esto por el beneficio ambiental para los ríos josefinos”, acotó.
Más clientes atendidos. Abierta en julio del 2015, la planta Los Tajos empezó tratando las aguas negras de 120.000 personas pero, a finales de ese año subió a 168.000, cifra que se mantiene a hoy.
La población total a cubrir es cercana a los 1,1 millones.
En noviembre, el colector María Aguilar se unirá a la planta mediante un túnel de trasvase que acarreará los residuos del sur de San José (parte de Desamparados, Hatillos, Alajuelita, Montes de Oca, San José, Curridabat y Tres Ríos). Ese colector hoy deposita las aguas en el cauce del río lo cual pronto dejará ocurrir.
Con ese enlace se agregarían 125.000 usuarios, con lo cual aumentaría a 293.000 el total.
Además, el otro año se ligará el colector Tiribí que aportará aguas a unas 318.000 personas. Esto elevaría a 611.000 los usuarios (casi 60% de la meta).
El costo estimado de todo el proyecto ronda los $388 millones. La primera etapa es ejecutada por la firma española Acciona Agua, y está financiada por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).