Distinto a los préstamos internacionales en condiciones favorables que perdió el país por falta de acuerdo político, el crédito para construir el tren eléctrico metropolitano no contempla una fecha de vencimiento.
No obstante, las discusiones legislativas en torno al préstamo quedaron paralizadas en junio. El Gobierno tampoco ha convocado la iniciativa en los últimos dos periodos de sesiones extraordinarias, cuando domina la agenda del Congreso.
En declaraciones a La Nación, el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) garantizó que mantendrán todas las condiciones iniciales en el financiamiento, pero advirtió que la discusión no debe postergarse indefinidamente.
Mossi argumentó dos razones al dar esas declaraciones. La primera es que el Gobierno tendría que actualizar los costos del proyecto, y la segunda, es que el país cuenta con un tope máximo de recursos disponibles para financiamiento, por lo que se quedaría sin fondos para otras necesidades.
“El proyecto no puede demorarse indefinidamente ya que los estudios de costos irían perdiendo vigencia conforme avanza el tiempo y tendrían que actualizarse si esto sucede.
“Por otro lado, Costa Rica cuenta con una asignación de recursos máximos para proyectos de relevancia nacional, al igual que los demás países fundadores del BCIE.
“Si los fondos de este empréstito estructurado con condiciones tan especiales no son utilizados para el tren eléctrico de pasajeros, tal como fue aprobado por el BCIE, Centroamérica podría llegar a necesitar los recursos en otras iniciativas”, advirtió Mossi.
Otro aspecto relevante en esta discusión, es que este préstamo no se puede utilizar para ningún otro proyecto, pues las condiciones son especiales en consideración a los efectos socioambientales positivo que generaría la obra de infraestructura.
Además, por el hecho de que el organismo multilateral acudirá al Fondo Verde del Clima de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para intentar mejorar aún más los términos ofrecidos.
Si el país lograra el respaldo financiero del Fondo, a través del BCIE, el préstamo quedaría con una tasa de interés efectiva de apenas un 1,5% fija anual.
La tasa de interés establecida por el BCIE es de 3,8% anual, y se calcularía con base en la tasa libor más un margen de 2,90%.
“Para este empréstito se mantienen las mismas condiciones, según se firmó en el acuerdo entre el Banco y el Gobierno, entre ellas la exoneración al pago de comisión de compromiso y un plazo de 25 años con 5 años de gracia, lo que significa que no se acumularían cargos financieros adicionales durante la ejecución del proyecto.
“Por otra parte, en los próximos días, el BCIE estará presentando el proyecto al Fondo Verde del Clima para que participe en el financiamiento, con el objetivo de que se convierta en un respaldo que permita mejorar las condiciones del crédito, disminuyendo la tasa de interés en más de la mitad de lo que está actualmente”, afirmó Mossi.
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La presidenta ejecutiva del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), Elizabeth Briceño, alegó un cambio en las prioridades del país por la pandemia de coronavirus, para no insistir en estos momentos con el préstamo en la Asamblea Legislativa.
“Este ha sido un año completamente atípico. No solo por el tema del proyecto en sí y la optimización que estamos realizando, sino que se presenta en medio de una pandemia.
“Es decir, si hubiéramos estado en condiciones normales, probablemente estaríamos en proceso licitatorio. Sin embargo, en el marco de la pandemia es que nos cambiaron las prioridades y el accionar, entonces, definitivamente hay una revalorización de escenarios y del cronograma”, había declarado Briceño a La Nación.
Anteriormente, las autoridades habían reconocido falta de apoyo político, por lo que se concentrarían en mejorar las condiciones económicas del proyecto y entablar negociaciones con los diputados.
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Entonces, el tren eléctrico metropolitano era contemplado por el presidente de la República, Carlos Alvarado, como parte de su plan de recuperación económica por la pandemia.
De construirse, el tren eléctrico movería a 200.000 pasajeros diarios a lo largo de 84 kilómetros de la Gran Area Metropolitana (GAM), a través de cinco líneas operativas.
El plan tiene un costo de $1.550 millones, de los cuales el Estado haría un aporte inicial de $550 millones.
Los pasajeros podrían abordar o bajarse de los trenes en 42 estaciones ubicadas en 15 cantones del centro del país.
El subsidio a la tarifa, presente en los sistemas ferroviarios de transporte público del mundo, se estima en unos $95 millones anuales.
El costo de ese aporte a la operación es una de las principales críticas de los opositores al proyecto. Incofer trabaja en presentar una iniciativa más cómoda para el país, tomando en cuenta la situación fiscal.