El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolsará, a final de año, los $200 millones del financiamiento preaprobado para la construcción de la carretera a San Carlos, aunque el Gobierno aún no tenga claro de dónde sacará los otros $140 millones necesarios para completar el proyecto.
Rafael Solís, representante de la Asociación pro-carretera a San Carlos, informó de que el anuncio sobre el giro fue realizado por representes del BID durante una reunión celebrada este miércoles con personeros del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y diputados de la zona.
Conforme a lo indicado por el banco a la organización de vecinos, no se pedirán estudios financieros ni garantías presupuestarias para otorgar los recursos, sino que solo se exigirá un compromiso del Ministerio de Hacienda de buscar los fondos faltantes.
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Solís comentó que la entidad internacional también les aseguró que el traslado de recursos no estará sujeto al avance de las obras en los proyectos de Taras-La Lima, en Cartago, ni de las obras impostergables de la ruta 1, que también son financiadas por ese banco.
Los estudios de factibilidad entregados hace dos semanas revelaron que el costo de la carretera a San Carlos aumentó en $40 millones. La obra representará ahora una inversión total de $340 millones, de los cuales solo se cuenta con los $200 millones provenientes del BID.
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Parte de los recursos faltantes podrían ser financiados con peajes. Sin embargo, los estudios indican que mediante ese mecanismo solo se podrían aportar como máximo $60 millones, debido al bajo volumen de vehículos que se proyectan para la carretera. El MOPT deberá buscar unos $80 millones para completar la obra.
Los $340 millones no contemplan la ampliación de los puentes de la vía, cuyo costo se estima en $45 millones más y que quedarían pendientes para construirse en el futuro. Eso significa que la ruta abriría a dos carriles por sentido, pero con puentes de solo una vía por sentido.
Durante la sesión con el BID, el viceministro de Infraestructura, Efraín Zeledón, comunicó que están por iniciar una precalificación de las empresas para adjudicar el proyecto completo y así ahorrar tiempo en esa etapa de licitación. De esta forma, la punta sur y el tramo central se manejarían dentro de un solo contrato.
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De acuerdo con los estudios de factibilidad presentados el pasado 16 de junio, los primeros tramos de la carretera se comenzarían a entregar a mediados del 2027.
Para que estos primeros tramos estén en esa fecha, debe completarse de manera exitosa el proceso de licitación y adjudicación que se tiene previsto hacer durante todo el 2024 y así iniciar los trabajos constructivos tanto en la llamada punta sur como en el tramo central a partir del 2025.
Actualmente, aún hay 185 terrenos en trámite de expropiación, principalmente para las obras de la punta sur, que es la que unirá la carretera Bernardo Soto con el tramo central.
El corredor completo de la carretera a San Carlos lo conforman la punta sur que inicia en San Miguel de Naranjo hasta Sifón de San Ramón. Ese trayecto es de 8 km y su costo se estimó en $130 millones.
Por su parte, el tramo central lo comprenden 29 km entre Sifón y la Abundancia de Ciudad Quesada y la punta norte que va desde la Abundancia a Florencia.
De momento, solo se ha concluido la punta norte y se tiene previsto que en un mes comiencen los trabajos para habilitar el trayecto Sucre-Abundancia. Esa obra es adicional y permitiría descongestionar el centro de Ciudad Quesada.
La construcción de la carretera está detenida desde agosto del 2018, cuando el entonces jerarca del MOPT, Rodolfo Méndez Mata, rompió el contrato con la empresa Sánchez Carvajal, debido a múltiples atrasos en la obra, que tras 13 años en ejecución quedó con un 60% de avance y con $184 millones consumidos.
Los habitantes de la zona norte llevan más de 50 años esperando el proyecto.