La carretera de concreto de 20,8 km y $90 millones entre Limonal y Cañas aún no ha sido entregada al Estado, pero ya presenta losas quebradas o agrietadas, así como daños en pavimentos de drenajes y alcantarillas.
La Nación lo confirmó en una visita a la obra que se hace en la Interamericana Norte, en Guanacaste, luego de que conociera una “advertencia” por escrito que emitió el 8 de abril la Auditoría General del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), la cual, reportó “agrietamiento” en varias losas de pavimento rígido, lo cual, aún es evidente. Incluso, algunas tienen pedazos desprendidos.
De hecho, en un punto de la carretera, enviados de este periódico se toparon con maquinaria que rompía a lo ancho de dos carriles las losas ya colocadas para reemplazarlas por otras.
Consultado por este diario, el viceministro de Infraestructura, Alejandro Guillén Guardia, dijo desconocer cuáles son las zonas con problemas pese a que él es ahora encargado de la unidad ejecutora de los proyectos del Programa de Infraestructura del Transporte, como es el caso de Limonal-Cañas.
“No sé cuáles son los puntos dañados, el contratista está limando el concreto para mejorar el parámetro de confort, todo lo vamos a revisar antes de cerrar la obra”, declaró el jerarca.
Las últimas estimaciones del MOPT es que la carretera estaría lista en noviembre, pese a que debía haber sido entregada en setiembre del 2020, es decir, hace dos años.
La construcción se financia con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y está a cargo de la empresa española Azvi, la misma que entregó en abril del 2021, con 20 meses de atraso, la vía de 21,8 km entre Paquera y playa y Naranjo, la cual tiene “defectos” aún no corregidos.
Cañas-Limonal es parte del corredor Liberia-Cañas, de 50 km, inaugurado en 2016 a un costo de $200 millones. De hecho, a cuatro años de su entrada en uso, las losas de concreto comenzaron a presentar agrietamientos. El tercer tramo de 50 km entre Limonal y Barranca, en Puntarenas, lo construye el consorcio H Solís-La Estrella por $182,5 millones y debería estar listo en el 2023.
Por esta vía transitan no solo el turismo que lleva hacia el Pacífico guanacasteco, sino también las exportaciones hacia Nicaragua y el resto de Centroamérica.
Incumplimientos y fallas
El informe de “advertencia” elaborado por la Auditoría General del MOPT detectó, además de los daños, posibles incumplimientos contractuales.
“La presencia de grietas en las losas del pavimento genera un riesgo de deterioro prematuro de la carretera en el caso de que no se reparen o la reparación no se apegue a la normativa establecida y las buenas prácticas de construcción”, dice el documento firmado por la auditora Irma Gómez Vargas.
Sobre ese punto, el viceministro aseguró que la constructora ha venido reparando esos problemas con una máquina pulidora de concreto a fin de devolver el parámetro de confort.
La Auditoría advirtió a la unidad ejecutora que el contrato de construcción indica que “las losas que presenten fisuras mayores (fracturas) transversales atribuibles a falta de alineación de pasadores (dovelas) deberán ser demolidas y reconstruidas a exclusivo costo del contratista (...) No se permitirá la reparación de este tipo de falla. Todas las fisuras menores que se formen en el pavimento deberán ser reparadas por medio de inyección de resinas epóxicas”, cita el documento.
En su momento, la Auditoría también halló en el km 19 una alcantarilla con varios tubos que presentan grietas en sus paredes las cuales fueron reparadas por el contratista. “El daño de la primera sección, genera el riesgo de falla de la alcantarilla, ya que se podría dar un mayor desprendimiento del concreto y oxidación severa del refuerzo, así como la aparición de nuevas grietas”, indica el documento.
Otro de los problemas lo señaló en el paso a desnivel o intercambio en Limonal, que fue puesto en servicio el 2 de agosto. En este caso, apuntó que un refuerzo presentaba exposición, lo cual podría provocar la corrosión del acero y esto, a su vez, afectaría la estabilidad del paso superior.
Al respecto, el viceministro sí reconoció que hay paredes por arreglar en ese cruce, así como algunas columnas que deben ser limpiadas.
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El jerarca sostuvo que hay pendientes por solventar varios reclamos por parte del contratista, para los cuales procuran realizar negociaciones “amigables”, aunque no detalló el monto económico de esas disputas.
La Administración, por su parte, no prepara reclamos ni multas e insistió en que todo sería revisado previo a la entrega de la obra.
“Todo lo revisamos con el contratista, se da una lista antes de empezar a cerrar obra, faltan cosas que hacer; el contratista va a estar ahí por lo menos hasta noviembre. El tronco principal lo pueden terminar antes, pero tienen otras cosas, estaría más o menos en noviembre”, adelantó.
Guillén también fue el encargado de atender el caso de Paquera-playa Naranjo, caso en el cual aprobó el pago de cerca de $1 millón a Azvi, suma en la que se incluía la garantía de cumplimiento, así como reclamos de la firma.
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La aprobación se dio pese a la objeción de técnicos de la Unidad Ejecutora, que luego fueron removidos del puesto.
Deficiencias desde el inicio
A pocos meses de iniciado el proyecto, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) también realizó evaluaciones para determinar la calidad de los materiales y los procesos constructivos.
En dichos informes señaló deficiencias como desniveles de gran altura en los costados de la vía e incumplimientos en los parámetros de resistencia del concreto que se utiliza.
En esa ocasión, se pidió a la unidad ejecutora dar seguimiento a temas como el diseño del pavimento, el cual, según Lanamme, estaría desactualizado ya que fue pensado para una vida útil del proyecto del 2015 al 2035 y la vía será puesta en servicio siete años después de lo previsto, lo que reducirá el tiempo de uso óptimo.
Además, la unidad asesora confirmó que se permitió al contratista utilizar los elementos sin la resistencia necesaria, con la condición de que la empresa deberá asumir el riesgo total en caso de que se presenten problemas con la calidad final de los elementos señalados.