A pocos meses de que finalice la construcción del tronco principal de la carretera entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón, aumenta la preocupación de los vecinos que quedan “aislados” ante la falta de pasos peatonales, aceras y otras obras de seguridad vial.
Actualmente, el panorama para estos pobladores de cantones como Pococí, Guácimo, Siquirres y Matina sigue siendo poco claro, pues el Gobierno no cuenta aún con los $150 millones que se requieren para construir esas intervenciones que no se contemplaron en el contrato original.
Aunque el Poder Ejecutivo anterior presentó un proyecto de ley con el que pretendían garantizar el financiamiento de las obras, a la fecha no se tiene claridad de dónde provendrían dichos recursos.
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, sostuvo que en este momento se evalúan todas las posibilidades; entre las que se encuentran ampliar el préstamo con el Eximbank de China, que financia el proyecto integral, o bien, solicitar recursos al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Incluso, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) no descarta que en caso de que no se logren esos créditos, sea necesaria la colocación de peajes en la ruta para financiar las obras complementarias mediante una asociación público-privada o concesión.
Además, esa cartera debe realizar nuevos estudios para determinar si las obras que habían sido previamente planteadas por la unidad ejecutora y las comunidades son las requeridas.
El jerarca del MOPT, aseguró a La Nación que actualmente se trabaja en la estructuración de tres escenarios. Uno, que se logre conseguir todos los recursos y se pueden hacer todas las obras. Dos, que no se logren conseguir los fondos y se deba minimizar el alcance de esa fase del proyecto. Y tres, que se logré conseguir un monto menor al requerido. Para los dos últimos casos, Amador afirmó que también se están analizando distintas alternativas.
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Llamado contralor
El jerarca manifestó que la necesidad de reestructurar esta fase de obras complementarias responde al llamado de atención hecho por la Contraloría General de la República, en mayo anterior. Ese ente, envió un oficio, tanto al ministro Amador como al presidente de la República, Rodrigo Chaves, en el que solicitaba la intervención “al más alto nivel del Poder Ejecutivo”.
La medida adoptada por la Contraloría se da luego de recordar que las obras que se ejecutan entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón no cumplieron con la fase de preinversión, por lo que el proyecto no contempló las obras necesarias para garantizar la seguridad vial de más de 235.000 personas que viven en las comunidades situadas a la orilla de la carretera de 107 km que será ampliada a cuatro carriles.
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Esa situación obligó al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) a establecer un nuevo plan para la construcción de obras adicionales que abarquen las necesidades que quedaron fuera del contrato original. Sin embargo, según la auditoría realizada por la CGR, para esta nueva etapa tampoco se ha efectuado un proceso de planificación.
De acuerdo con el informe, en la fase de inversión se diseñaron 54 obras adicionales sin que se completara la fase de preinversión, por lo que no se demostró la viabilidad de esos trabajos.
La Contraloría además criticó que tal como en el proyecto integral, para las obras complementarias tampoco se cuenta con estudios funcionales que sirvan de sustento para definir cuáles de estas son las indispensables para garantizar la correcta satisfacción del interés público, la seguridad vial para todos los usuarios y el adecuado funcionamiento de la vía.
Avance de obras
Las obras en discusión beneficiarían a vecinos de los cantones de Pococí, Guácimo, Siquirres, Matina y Limón. Actualmente el proyecto de ampliación de la ruta tiene un avance del 60% y la empresa China Harbour Engineering Company (CHEC) tiene como fecha máxima para completar los trabajos el 23 de febrero del 2023.
Aparte de la ampliación a cuatro carriles de los 107 kilómetros de carretera, las obras incluyen rehabilitación y duplicación de 33 puentes, 13 pasos a desnivel y 11 retornos.
También se construirán cinco intercambios principales que estarán ubicados en Río Frío, Guápiles, Siquirres, el acceso a la TCM y Moín, y cuatro intersecciones a nivel en el acceso a la ruta cantonal de Moín, el acceso al nuevo estadio de Limón, el entronque con la Ruta Nacional 241, en Santa Rosa, y el entronque con la Ruta Nacional 36.
Esta obra tiene un costo de $465 millones, de los cuales $396 millones provienen de un empréstito con el Eximbank de China y una contrapartida nacional por $69 millones.
Otra contrapartida nacional por $78 millones financia trámites para expropiaciones, relocalización de servicios públicos, contratación del gestor del proyecto y otros servicios, para un monto total de $543 millones.