El tramo de 50 kilómetros de la Interamericana norte entre Cañas y Liberia, en Guanacaste, será el primero en recibir labores de conservación mediante el sistema de niveles de servicio, mecanismo que desde hace años ha sido sugerido como modelo óptimo para atender las vías del país, por la Contraloría General de la República, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales y otros entes técnicos.
La principal diferencia de este modelo respecto al actual (precios unitarios), es que el contratista no recibe pagos por la cantidad de materiales que emplea, o las actividades que realiza, sino por mantener la ruta en una condición previamente acordada durante la duración del contrato. Las autoridades han señalado que el modelo de niveles de servicio se utiliza en la región desde hace más de 30 años. Además, consideran que el pago por precios unitarios no establece incentivos para la eficiencia de los contratistas en la ejecución de las obras y propicia los sobreprecios.
En el caso del tramo Cañas-Liberia, la adjudicación para conservar esos 50 km de concreto se asignó inicialmente a la empresa Pedregal, por un monto de ₡8.397 millones a lo largo de cuatro años. No obstante, según el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), el proceso se encuentra suspendido debido a una apelación presentada por otra empresa interesada ante la Contraloría General de la República, la cual aún no ha sido resuelta.
Según el cartel de licitación, la atención de la vía se desarrollará en dos etapas. En la primera fase, llamada “puesta a punto”, el contratista deberá realizar una serie de labores para llevar la vía al nivel de servicio deseado, que luego deberá mantener durante el periodo de conservación. Esta etapa tendrá una duración de 365 días naturales y se aplicará la modalidad de pago por precios unitarios.
Las labores incluirán la demolición de losas de concreto en mal estado, refuerzo de pavimento, remoción de barreras defectuosas, instalación de señales verticales, limpieza del derecho de vía, chapea, desmonte de árboles, limpieza de cunetas y canales, y demarcación, entre otras.
En la segunda parte del contrato, la empresa a cargo deberá cumplir con los indicadores de mantenimiento previamente establecidos para cada uno de los elementos del proyecto (calzada, espaldones, drenajes, seguridad vial y derecho de vía) en los diferentes tramos de la carretera, para lo cual debe ejecutar las obras de conservación que considere necesarias.
Esta etapa tendrá una duración de 1.095 días naturales (tres años) y se regirá bajo la modalidad de suma alzada. Los indicadores que se fijarán para los distintos elementos se denominan estándares, y, al integrarse en un mismo tramo del contrato, conforman un índice de servicio.
Durante el tiempo de la conservación, la Administración realizará evaluaciones mensuales. Si el índice de servicio es igual o inferior al 70%, no se pagará el monto establecido para la estimación mensual. Además, se estipula que la empresa debe solucionar los deterioros en los plazos establecidos, de lo contrario, se aplicarán sanciones.
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El proyecto también permite que la Administración exija la presentación de un programa de trabajo cuando lo considere conveniente, y el contratista deberá cumplir con las especificaciones establecidas para los materiales y procedimientos de construcción.
Asimismo, se detalla que la empresa debe contemplar, como mínimo, un sellado completo de las juntas de las losas en todo el corredor durante la puesta a punto y otro en la etapa de mantenimiento, asegurando un intervalo máximo de tres años entre cada intervención.
El índice de servicio final con el que el contratista entregará el proyecto en su última revisión al finalizar el contrato debe ser de al menos el 90% en cada uno de los estándares evaluados.
Desde su inauguración en 2016, el tramo Cañas-Liberia ha recibido mantenimientos rutinarios mínimos. El Lanamme ha advertido en varios informes sobre el deterioro prematuro de elementos como las losas de concreto, atribuible a la falta de atención.
El proyecto, que representó una inversión de más de $200 millones, forma parte del Programa de Infraestructura del Transporte (PIT) del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, mediante el cual también se ejecutó la ampliación del tramo Limonal-Cañas y el de Barranca-Limonal, aunque este último se encuentra paralizado.