El próximo mes iniciarían los trabajos de mantenimiento en la carretera entre Sifón de San Ramón y la Abundancia de San Carlos, cuyas obras quedaron en abandono desde agosto del año anterior cuando se dio por finiquitado el contrato con la empresa Sánchez Carvajal, que estaba a cargo de dicha construcción.
Desde entonces el proyecto se mantiene varado a la espera de estudios y una nueva contratación.
Según el director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), Mario Rodríguez, mientras eso sucede es urgente realizar una serie de trabajos de mantenimiento y completar obras que quedaron a medias y que son necesarias para evitar que se pierdan los avances que dejó la empresa anterior o que se presenten daños mayores en la carretera, por ejemplo en desagües o subbases que no se cubrieron.
Además, deben realizarse trabajos de conservación ordinarios como limpieza de cunetas y drenajes.
Rodríguez dijo que realizarían una contratación abreviada en la que se invertiría entre $4millones y $5 millones (entre ¢2.400 millones y ¢3.000 millones) para realizar dichas labores.
La intención es que esos trabajos se comiencen a ejecutar el próximo mes.
Paralelo a esto, el Conavi también inició el proceso para contratar una empresa que se encargue de la seguridad y vigilancia en la carretera.
De acuerdo con el cartel, se contratarían servicios por un monto aproximado de ¢446 millones.
El plan incluye la instalación de seis puestos de vigilancia, con un costo estimado cada uno de ¢3,1 millones mensuales, para un total de ¢18,6 al mes por los seis puestos, cuya operación se mantendría por 12 meses y se podría prorrogar hasta por 24 meses.
Según indica el documento, esta contratación se haría con fondos del presupuesto 2019 y 2020.
En repetidas ocasiones, los vecinos han denunciado el vandalismo, robo de materiales y hasta piques en la abandonada vía.
La presidenta de la asociación pro carretera, Patricia Romero aseguró que, si bien el mantenimiento es necesario, también deben utilizarse los recursos existentes para darle funcionalidad a la carretera.
“Son recursos públicos que deben ser invertidos para dar soluciones definitivas y no para que, una vez que se terminen, sigan gastando y manteniendo una obra que no tiene plazo para su terminación”, dijo.
Asimismo, sobre la próxima contratación de seguridad en la vía, manifestó que estos recursos deben también tener un plazo para que sean utilizados igualmente en la operación del proyecto.
De acuerdo con Romero, hace más de un mes sostuvieron una reunión con la contralora general, Marta Acosta, quien les habría indicado que se le fijó un plazo de dos meses al Conavi para presentar una propuesta formal con las soluciones definitivas y un cronograma de trabajo.
"Ellos (Contraloría) ven el proyecto como uno solo en plazo y monto, sin embargo, aceptan la posibilidad de puedan ir realizándolo por partes.
“Por ejemplo Abundancia-Sucre, y también Anateri-Sifón-San Ramón. Esto significaría que tendríamos la funcionabilidad del 50% de la carretera del tramo central, mientras que al mismo tiempo sigan realizando los estudios geotécnicos para darle soluciones a los puntos más graves, que son puente Laguna, kilómetro 21, y línea La Culebra”, explicó Romero.
Además, dijo que han recibido noticias de que ya hay una posible solución para el problema del puente Laguna, esto para nosotros es buena noticia.
“Lo más importante es que exista el financiamiento para que pueda concretarse todo lo expuesto y que este gobierno le dé la prioridad a esta carretera, respeto e importancia que merece nuestra zona norte y país”, concluyó.
Lejano
Ver finalizada la carretera es un sueño aún lejano para los vecinos de la zona norte.
En reiteradas ocasiones el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, ha indicado que a lo largo de este año se realizarían los estudios técnicos necesarios para evitar atrasos y gastos mayores a futuro, como los ocurridos en el puente Laguna, donde una falla geológica obliga a demoler la estructura levantada y a plantearse incluso la necesidad de un trazado diferente.
De esta forma, la obra no saldría a licitación sino hasta el próximo año y sería prácticamente hasta el 2021 cuando se vea nuevamente a una empresa trabajando en la nueva carretera.
Los sancarleños suman ya 14 años esperando por la vía de 30 kilómetros en la que ya se invirtieron $188 millones sin que se lograra completar.
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Tras el finiquito del contrato, el Conavi dio a conocer en noviembre del año pasado que los trabajos quedaron con un 60% de avance.
Según el Conavi, la empresa Sánchez Carvajal logró asfaltar 22 kilómetros de los 29,7 kilómetros que comprende el llamado tramo central, sin embargo no se realizó señalamiento vial, ni ninguna otra labor de seguridad.
Ahora, para terminar las obras restantes, se requiere de al menos $300 millones adicionales.
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Pese a esto, el Gobierno se fijo como meta dejar la carretera con un 30% de avance para el 2022.
Este porcentaje contempla otra sección de la carretera: la punta sur (7,9 km entre Sifón y Naranjo) y una serie de obras adicionales que requiere el tramo central.
Además del problema en el sector de Laguna, se deben atender más de 30 puntos con problemas geológicos y terminar la construcción de tres puentes principales
Una de las obras más próximas que verían los vecinos sería el asfaltado de 2,5 kilómetros entre La Abundancia y Alto Sucre en Ciudad Quesada, con el fin de que los vecinos de Florencia de San Carlos aprovechen el paso de la punta norte que se habilitó en octubre del año pasado, sin pasar por Ciudad Quesada.
Esa obra, se comenzaría a ejecutar en las próximas semanas.