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El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) no podrá atender este año 100 puentes cuyo estado es crítico y, tampoco tiene la certeza de avanzar en el corto plazo en un plan para intervenir 500 de esas estructuras de la red vial nacional que requerían mejoras urgentes.
Mario Rodríguez, director del Conavi, explicó que la intención era comenzar las intervenciones con un presupuesto de ¢9.000 millones provenientes de fondos propios, sin embargo, el recorte de los recursos de esa institución, propuesto en el presupuesto extraordinario, los deja sin posibilidades de ejecutar la mayoría de proyectos.
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“Habíamos creado una estrategia y estábamos asignando recursos locales desde nuestro presupuesto para empezar la atención de los puentes, es un tema urgente y resulta que nos están recortando ¢30.000 millones del presupuesto del Conavi (...).
“Con esto, en este momento, tenemos recursos para completar lo que ya estábamos trabajando, pero estamos deteniendo todo el proceso de colocación de pavimentos, estamos teniendo que parar el programa de puentes y varios proyectos que queríamos empezar”, afirmó.
El jerarca dijo que tenían listas una serie de modificaciones internas para atender los puentes con condiciones más urgentes.
El año pasado, tras conocer un informe elaborado por la Escuela de Ingeniería en Construcción del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), en el que se detallaba que el 37% de los puentes del país se encuentran en una condición deficiente, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez , anunció que se destinarían unos $100 millones de un préstamo que se estaba tramitando con el Banco Centroamericano de Integración Económica para esas y otras obras.
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Sin embargo, la crisis económica originada por la pandemia , hizo al MOPT desistir de esa intención de financiamiento.
Méndez aseguró a La Nación semanas atrás, que la intención ahora era que el financiamiento de los puentes se tramitara mediante otro préstamo que requeriría aval de los diputados.
Sin embargo, el director del Conavi sostuvo que no cuentan con esos recursos para este año y tampoco se tiene la certeza de que serían aprobados.
Según Rodríguez la atención de los 500 puentes cuesta unos $250 millones, de ahí que se había tomado la decisión de comenzar las intervenciones con recursos propios del Conavi.
“Y esos $250 millones, aunque nos los dieran, no tenemos la capacidad de ejecutarlos inmediatamente, teníamos un plan para ejecutar eso en 5 años, lo que pasa es que el arranque de ese plan son ¢9.000 millones (unos $15 millones) que ya no los tenemos. El proyecto era empezar con la parte más crítica, empezar atendiendo 100 puentes por año para que los 500 puentes en condición más delicada lo podamos resolver en los 5 años”. agregó.
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“No sabemos con la condición del país, si Hacienda, o quien maneja los recursos, ve viable hacer ese financiamiento. Tendría que ir a la Asamblea. Es evidente que es bastante más tiempo que el plan que teníamos. Es una opción para dejar planteado algo y no para resolver en el corto plazo”, adicionó.
Según Rodríguez, los primeros pasos que serían intervenidos ya habían sido priorizados con base al estudio del TEC.
Los trabajos que se tenían planeado realizar incluían el reforzamiento de elementos estructurales, para procurar que los puentes se conserven y no sean un riesgo.
Asimismo, reconoció que actualmente no es posible tener un panorama claro sobre los recursos con los que contarán el próximo año, por lo que tampoco podrían garantizar que será posible cumplir con el plan que se habían fijado.
“Igual que cada uno de los actores que requerimos recursos, solo vemos la parte de nosotros, alguien tiene que ver la parte global y, evidentemente, al ver la parte global, hay que priorizar, yo termino aceptando la decisión, pero tiene consecuencias”, afirmó.
De acuerdo con el informe del Instituto Tecnológico, para el momento en que se realizaron las evaluaciones los principales daños tenían que ver con problemas asociados con el pavimento, ya que el 72% registró sobre capas de asfalto..
Además, el 42% de las barandas de acero presentaban faltantes de elementos o deformación u oxidación, el 17% de las barandas de concreto tenían agrietamientos o acero expuesto y las juntas de expansión en el 71% de las estructuras presentaba filtraciones, obstrucciones o faltantes de partes o deformación.
FUENTE: Inventario de Puentes del TEC. DISEÑO/LA NACIÓN.
Riesgo aumenta con el tiempo
Para Giannina Ortíz, coordinadora del Programa de Evaluación de Puentes del TEC, el continuar posponiendo la inversión implicaría que se aumente la cantidad de puentes en estado deficiente, además de que el costo de atención será mayor.
“Ya no van a ser los 500 que se mencionan, sino que van a ser más los puentes que van a estar en ese estado. Vamos a tener que los que ahorita están muy bien pasen a regular y las que están regular pasen a deficientes”, dijo.
La ingeniera comentó que otro de los problemas es que a la fecha la información ya está desactualizada, pues incluso hay puentes que se inspeccionaron desde el 2014.
“Ya estamos atrasados, lo ideal es que en un corto plazo, de no más de cinco años ya eso puentes eficientes debían ser atendidos”, explicó.
A su criterio, si bien en la mayoría de estructuras el riesgo de un colapso es poco probable, la desatención provocará que los daños se intensifiquen.
Eso se traduciría en problemas que afecten el tránsito en la misma estructura o mayor deterioro de los vehículos, por ejemplo en casos donde se dan fallas en las juntas de expansión.
