El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) evalúa poner en servicio el último tramo de la Circunvalación Norte a finales de setiembre, a pesar de que la obra no esté completamente terminada.
Cristhian Arroyo Gamboa, director del Consejo, confirmó que la intención es habilitar al menos el paso por el tronco principal de la vía que da continuidad a la Circunvalación, es decir, el paso deprimido en Calle Blancos y el paso elevado que conecta con la intersección de la Ruta 32, con el fin de agilizar el tránsito en esa zona. El director del Conavi explicó que esta decisión implicaría dejar pendientes algunas obras complementarias y vías marginales.
La quinta etapa de la Circunvalación Norte abarca 1,5 kilómetros que unen el viaducto de la rotonda de Guadalupe con el intercambio a tres niveles sobre la Ruta 32. Todo el tramo lo conforman 600 metros de carretera elevada, así como 900 metros que incluyen un túnel de 450 metros y otros 450 metros de un paso a desnivel en el cruce de Calle Blancos cerca de la fábrica Femsa.
El nuevo intercambio a dos niveles sustituirá la intersección semaforizada que se encontraba en ese punto. En la parte inferior, los vehículos podrán transitar en dos carriles por sentido, dando continuidad a la Circunvalación, mientras que en el nivel superior se permitirá redirigir el tránsito hacia los cuatro puntos cardinales en la rotonda.
La obra también incluye vías marginales que facilitarán el acceso y tránsito desde las comunidades y empresas vecinas. Diariamente, alrededor de 40.000 vehículos circulan por este sector.
Las cinco unidades funcionales de esta carretera fueron adjudicadas al consorcio H Solís-La Estrella por un monto de $223 millones, financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Las primeras cuatro etapas, que comprenden el recorrido entre la Ruta 32 y La Uruca, fueron puestas en servicio en junio del año pasado.
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En el caso de la quinta etapa, la orden de inicio se dio en agosto de 2021 como parte de una adenda al contrato que contemplaba las otras cuatro fases. Originalmente, esta sección, cuyo costo es de $59,9 millones, debía completarse en un plazo de 18 meses.
En junio pasado, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Mauricio Batalla, prometió durante una conferencia de prensa en Casa Presidencial que la última etapa de la Circunvalación Norte sería habilitada el 14 de setiembre “como un regalo de Independencia”.
Puente Saprissa en recta final
En la misma conferencia de prensa, Batalla también se comprometió a entregar durante ese mes la rehabilitación del puente más antiguo sobre el río Virilla, en la Ruta 32, conocido como Saprissa. Sobre esta obra, el director del Conavi aseguró la semana pasada que también se prevé habilitarla a finales de setiembre o inicios de octubre.
El jerarca afirmó que actualmente se trabaja en la demolición de dos estructuras ubicadas al lado norte de los dos puentes, para permitir la ampliación de la vía y así evitar el embudo que se formaría una vez que ambos pasos estén habilitados, dado que ese sector de la Ruta 32 solo dispone de un carril por sentido y los puentes cuentan con dos y tres carriles.
Según Arroyo, la intención es ejecutar la mayor parte de esa ampliación con recursos de conservación vial. No obstante, el jerarca no precisó hasta dónde se extenderá la ampliación de la ruta. Los trabajos en esa estructura comenzaron en mayo del año pasado, aunque la orden de inicio se recibió en enero. El plazo de ejecución era de 12 meses.
En julio anterior, el encargado de la unidad ejecutora indicó a este diario que el tiempo adicional se debió a la necesidad de buscar una solución para un basurero ubicado cerca del sitio donde se realizaba la excavación para una de las pilas del puente. Además, se realizaron revisiones en el diseño propuesto debido a la aparición de elementos no contemplados en los planos originales con los que se construyó la antigua estructura.
A estas situaciones se suman las obras adicionales para la futura ampliación de la vía, que incluyen la eliminación de los dos puentes que pasan sobre la Ruta 32, los cuales serán sustituidos por una única estructura de dos carriles con una acera peatonal. Adicionalmente, se ejecutan labores para la estabilización de los taludes en esa zona.
La rehabilitación del puente tiene un costo de $18 millones y fue encargada a la empresa MECO. Es financiada con recursos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Los trabajos incluyeron el refuerzo y ampliación del tablero de la estructura, con el fin de agregar un carril adicional. Además, se demolieron y reemplazaron las vigas prefabricadas tipo doble T y las losas de concreto, y se reforzaron todas las pilas y bastiones, así como sus cimentaciones. Se sustituyeron los apoyos y juntas, y se instalaron topes sísmicos.
Por esta estructura transitan diariamente más de 25.000 vehículos, muchos de ellos correspondientes a transporte de carga pesada, ya que esa ruta es el principal corredor de exportación del país.