Reducir a 30 minutos el viaje entre plaza González Víquez, en San José, y El Guarco de Cartago, promete una iniciativa privada que estudia el MOPT para reconstruir y ampliar esa transitada carretera de 22 km.
Actualmente, en hora pico, el recorrido puede tardar hasta una hora y diez minutos en carro y más de hora y media en autobús. Por esa vía, transitan a diario más de 51.000 vehículos, según datos del MOPT.
La propuesta planteada por la constructora nacional MECO incluye la construcción de un viaducto de 3,2 kilómetros (sería el más largo del país), entre Hacienda Vieja, en Curridabat, y la rotonda de las Garantías Sociales (Zapote). También contempla pasos a nivel y rotondas en intersecciones como la del Walmart, en Pinares de Curridabat, y en los accesos al centro comercial Multiplaza en Zapote.
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La empresa presupuestó la inversión en $400 millones, que se financiarían con la instalación de dos estaciones de peaje, que según la información preliminar, se ubicarían cerca del centro comercial Terramall, en San Diego de La Unión, Cartago -donde están los actuales-, pero agregando casetas en sentido Cartago-San José y en el inicio del viaducto de Hacienda Vieja, donde termina la Florencio del Castillo.
Francisco Rivera, ingeniero y gerente de concesiones de MECO, declaró que solo están a la espera de que el Gobierno les dé el visto bueno a la postulación presentada para avanzar en la siguiente etapa, que incluye hacer estudios de factibilidad económica, financiera y ambiental, entre otros.
Ese visto bueno llegaría en los próximos días, pues según adelantó el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez, únicamente tenían pendiente recibir la respuesta a consultas realizadas a instituciones.
“Yo no tengo la menor duda de que si tenemos objeciones a algunos aspectos, van a ser señalados, pero es un excelente mecanismo”, dijo el jerarca.
Dentro de esa fase también se realizarían conteos y encuestas a los conductores para posteriormente realizar los diseños definitivos y la propuesta de cartel de licitación.
Rivera dijo que una vez adjudicada la obra, el plazo de construcción planteado sería de aproximadamente dos años.
Aseguró que no han determinado el monto de los peajes, pero para la propuesta presentada ante el Consejo Nacional de Concesiones, utilizaron como referencia los montos vigentes en la ruta 27 (entre San José y Caldera).
“Los peajes se determinan a través de un estudio de tráfico o de demanda que requiere una modelación de todo el proyecto, todo ese se conjuga y se hace un modelo (...). Según nuestros cálculos, desde El Guarco hasta plaza González Víquez se tardaría 30 minutos, con base a eso se debe determinar cuánto estaría el usuario dispuesto a pagar”, dijo.
Si bien el proyecto plantea dos estaciones de peaje, los vehículos que viajen desde Cartago a San José podrían desviarse, por ejemplo, antes de atravesar el cobro de Terramall y circular por la llamada carretera vieja de Tres Ríos o bien continuar por la pista y en lugar de incorporarse al viaducto en Hacienda Vieja, tomar hacia La Galera o por San Francisco de Dos Ríos y así economizarse ese pago.
Además de las obras propuestas, la empresa debe realizar estudios para determinar los pasos peatonales que se requieren y modificar los actuales para poder ajustarlos al ancho de seis carriles. La consideración inicial es que se requerirían al menos ocho pasos peatonales.
Asimismo, se contempla la construcción de calles marginales, ciclovías y carriles de desaceleración en entradas y salidas de algunos poblados.
Estas obras se incluirían dentro de otro estudio, llamado estudio funcional de intersecciones, donde se analizarían volúmenes de tránsito en las comunidades que atraviesa la vía.
Una vez que la empresa complete esos estudios y elabore los diseños definitivos, también deberá encargarse de elaborar el cartel con el que el Ejecutivo sacaría a licitación la obra.
Eso significa que si bien la iniciativa fue presentada por MECO, cualquier empresa podría concursar por llevar a cabo el proyecto y, en caso de resultar favorecida, deberá reintegrar a MECO los costos en los que incurrieron en las etapas previas.
“Durante todo el proceso el Gobierno tendría que estar involucrado. Para que se llegue con un producto satisfactorio para los intereses del Gobierno y del país, iríamos de la mano con ellos haciendo los diseños, para que cuando llegue el momento que tengamos todo listo se utiliza eso para sacar la licitación(...) nosotros no tendríamos ninguna ventaja”, explicó el representante de MECO.
La intención es que de recibir el visto bueno del Gobierno para avanzar a la etapa de estudios y elaboración de diseños, para marzo del próximo año se tendría el cartel y se calcula que el proceso de adjudicación tomaría todo lo que reste del 2020.
De esta forma y bajo los escenarios más favorables, estiman que la obra se podría empezar a construir en los primeros meses del 2021 y estaría lista dos años después.
Paralelo a esto, avanzarían las obras en los intercambios de Taras y la Lima, cuya inversión de $65 millones será financiada por el Estado como una manera de que ese aporte estatal permita abaratar las tarifas de peajes.
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Rivera también dijo que en este caso las expropiaciones no deberían resultar un problema mayor y precisamente por eso se optó por levantar el viaducto en Curridabat pues así se haría sobre el derecho de vía existente, mientras que en la autopista Florencio del Castillo los terrenos que se necesitan son mínimos.
FUENTE: MECO DISEÑO/LA NACIÓN.
Peajes bajo la lupa
Los diputados cartagineses, Pablo Heriberto Abarca (Partido Unidad Social Cristiana) y Paola Valladares (Partido Liberación Nacional), coincidieron en que bajo los escenarios actuales, la concesión es la única manera de sacar adelante el proyecto. Sin embargo, aseguraron que se debe poner mucha atención al tema de los peajes.
Abarca aseguró que con este tipo de mecanismos se evita toda la maraña conocida de las contrataciones comunes.
“Me pareció una propuesta bastante ambiciosa que a mi juicio resolvería los problemas que tenemos (...) lo que hay que revisar es que el peaje sea razonable”, añadió.
Por su parte, Valladares fue más cauta en relación a los plazos planteados y aseguró que no lo ve como un proyecto a corto plazo.
“Ni siquiera con el recarpeteo lo están haciendo bien, entonces es difícil creerle al Ministerio”, dijo.
Según ella, la concesión para ese proyecto es viable, siempre y cuando sea mejor manejada.
“Ahorita lo que pagamos son ¢75 y las presas son insoportables. Cruzar de San José a Cartago a esta hora (media tarde) le lleva a uno 45 minutos o una hora, entonces toda vez que haya una ampliación, si se disminuyen los tiempos de espera y mejora la calidad de vida, sé que sí habría una disposición (a pagar más)”, sostuvo.
La obra en detalle
Obra se haría en dos años
El costo total de las intervenciones planteadas es de $400 millones, que se pagarían con peajes.
FUENTE: MECO || C.F. / LA NACIÓN.
Además del viaducto mencionado, el proyecto dividido en cuatro secciones incluye mejoras en la vialidad en todo el tramo entre plaza Víquez y la rotonda de las Garantías Sociales, la ampliación a tres carriles por sentido entre Hacienda Vieja y Taras de Cartago (13,5 kilómetros), mejoras en cruces y obras en Ochomogo para contención de taludes y demolición de losas de concreto.
En la Lima de Cartago se ampliaría a tres carriles por sentido el ingreso a Cartago por la calle que pasa frente al cementerio y se levantaría un paso superior en dirección de norte a sur, mientras que en el entronque entre la intersección de la Lima con la Interamericana sur (por el Quijongo) se contempla la ampliación a dos carriles por sentido, carriles marginales, ciclovía y mejoras en la vialidad para ingreso al nuevo hospital de Cartago, con un paso superior.
La ampliación de la vía lleva más de 11 años en el papel. Hasta el año pasado, la intención era desarrollar esa esperada obra mediante un fideicomiso, sin embargo en setiembre pasado el Gobierno anunció que echarían mano de la figura de concesión para agilizar el proyecto.