Con una agenda centrada en prevención y adaptación al cambio climático, una delegación de Costa Rica asistirá la próxima semana a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el tema (COP27), en Egipto, con la intención de amarrar fondos para atender las carreteras afectadas por eventos extremos.
La reunión anual es parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde el país también participará de otras discusiones.
Esta será la primera vez desde 1994, cuando se realizó la primera Conferencia de Partes (COP, por sus siglas en inglés), que se tratará cómo financiar las pérdidas y los daños (L&D por sus siglas en inglés) causados por el impacto del cambio climático. Ahí es donde Costa Rica procurará presentarse como un candidato a recibir fondos de surgir un acuerdo sobre este punto.
Los otros puntos claros en la agenda son la negociación de acciones para mitigar el cambio climático mediante el recorte de emisiones contaminantes y la adaptación a los impactos hoy presentes por el calentamiento de la atmósfera. Participan 200 naciones.
Para presentar su caso ante el foro de naciones, el país tiene datos históricos verificables de daños de distinto tipo. Solo en carreteras y puentes, por ejemplo, acumula $1.646 millones en pérdidas entre el 2005 y el 2022, aseguró Alejandro Picado Eduarte, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El jerarca será parte de la delegación tica de 20 funcionarios, quienes discutirán este tema en la COP27 prevista del 6 al 18 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij en el extremo sur de la península del Sinaí frente a las aguas del Mar Rojo. Esta es la primera vez que Costa Rica incluye en su delegación de negociadores a un representante de la CNE.
Los efectos en las vías se suman a otros ya estimados por tipo de evento y según sectores (pérdidas en agro y otros sectores), agregó el funcionario sin precisar si manejan una suma general del monto por daños (como efecto de destrucción en infraestructura) o pérdidas, entendidas como aquello que la sociedad en su conjunto pierde por el cambio climático como, por ejemplo, la degradación de ecosistemas nacionales.
El jerarca de la CNE sí adelantó que Costa Rica pretende mostrarse como un eventual candidato a compensación, pero también buscará servir como caso de estudio para otras naciones que aún no han emprendido el camino de cuantificar sus pérdidas y daños. Esto también podría abrir la puerta en la búsqueda de recursos en encuentros bilaterales, más allá de las negociaciones formales durante el encuentro.
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Fondos insuficientes
A finales de octubre, se reunió en San José la llamada Mesa Directiva del Foro de Ministros y Ministras de Ambiente de América Latina y el Caribe. Ese encuentro lo organizó Costa Rica, que ocupaba la presidencia del grupo, y lo moderó Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía, en conjunto con la Oficina para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como Secretariado del Foro.
Sobre el tema de la COP27, Tattenbach indicó que la discusión a nivel político de los ministros se centró en dos temas clave: L&D y mayor financiamiento para la adaptación de los países del área al embiste del cambio climático.
Entre las decisiones, añadió, Costa Rica y los demás países acordaron adoptar la propuesta del G77 o Grupo de Países en Vías de Desarrollo y China para adoptar en Egipto un mecanismo de financiamiento nuevo y adicional para financiar pérdidas y daños (L&D).
Derivado de lo anterior, el grupo regional acordó declarar que el financiamiento actual, en general, es insuficiente y no aborda como es debido compensaciones por L&D que han sufrido las regiones más expuestas al calentamiento global, como es el caso de Centroamérica.
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La Mesa acordó que estas posiciones políticas se compartieran al llamado Grupo de Negociación en materia de Cambio Climático en América Latina (GRULAC) el cual representa a los 33 países de la región, para que transmitiera a la presidencia egipcia de la COP27 las expectativas regionales en este punto.
Dentro de las observaciones resaltadas por los países en el tema de pérdidas y daños figura la importancia de que en esta COP27 se hable de un financiamiento adicional, sin alterar recursos asignados para la mitigación y adaptación al cambio climático que, aseguró el grupo ministerial reunido en San José, de todos modos son insuficientes.