Costa Rica desaprovecha su potencial para generar electricidad a partir de luz solar ya que solo 0,34% de la energía que se consume proviene de fuente solar, aun cuando el país dispone de un potencial mayor.
A febrero del 2018, el país disponía de una capacidad solar instalada de 27 Megavatios (MW), según revelan los resultados preliminares de una estudio que realizó la Asociación Costarricense de Energía Solar (Acesolar).
Esos 27 MW representan el 0,76% de los equipos interconectados del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), los cuales ascendían a 3.545 MW a febrero anterior, conforme datos del Centro Nacional de Control de Energía (CENCE).
Las plantas solares que existen son Miravalles (de 1 MW), la cual pertenece al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE); Juanilama (de 5 MW) de Coopeguanacaste, hay otros 6 MW del plan piloto de generación distribuida del ICE y otros 15 MW de proyectos fotovoltaicos instalados en residencias, comercios e industrias.
En Costa Rica la generación distribuida solar fotovoltaica ( donde el usuario provee su energía) es "significativamente mayor" respecto a la oferta de proveedores comerciales de energía, revela la investigación de Acesolar, cuyos resultados completos se divulgarán el próximo mes.
El análisis advierte un rezago en Costa Rica en cuanto al aporte de energía solar ya que, mientras en Costa Rica es de 0,34%, en Alemania ronda el 6,2%, en Italia 7,2%, en Guatemala 1,8%, en EE. UU. 1,4% y en Honduras 10%.
La generación distribuida para autonconsumo está normada por el Decreto 39.220 y permite que usuarios de la red de distribución de electricidad integren en sus propiedades instalaciones solares fotovoltaicas.
Según datos aportados por el Ministerio de Ambiente y Energía, la mayor parte de estas instalaciones solares se localizan en el Gran Área Metropolitana (GAM), principalmente en el zona de atención de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz en San José, donde se concentra el 35% del total de paneles instalados.
El estudio agrega que hay 75 empresas activas basadas en Costa Rica que se dedican al diseño e instalación de sistemas solares fotovoltaicos y térmicos, las cuales proveen empleo directo a 1.300 personas.
Rezagados
El análisis de Acesolar confirma el rezago en generación con esta fuente limpia pese a que Costa Rica posee condiciones para utilizar al Sol como un gran aliado para asegurar la electricidad del futuro.
El aprovechamiento de esa fuente energética permitiría responder de manera más flexible y rápida a las necesidades, que mediante la construcción de plantas hidroeléctricas.
Además, por la estabilidad de la red de distribución del país y la alta flexibilidad –controlando las plantas hídricas–, el sistema eléctrico está bien equipado para absorber grandes cuotas de generación eléctrica solar y también viento (energía eólica), sin comprometer su seguridad operativa.
Esas son conclusiones de un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que analizó las condiciones del sistema eléctrico mediante simulación de escenarios posibles.
Según este, la energía solar, junto con la capacidad de almacenamiento hidroeléctrico de corto plazo, serían una combinación “óptima” para reducir la generación a base de combustibles (térmica) y aumentar la seguridad operativa en la estación seca.
Así, en verano, la energía solar daría la electricidad de día y las plantas hídricas de noche, añaden los expertos del BID.
Por eso, el análisis sugiere a las autoridades considerar la energía solar “tanto de gran escala, como de pequeña escala”; pero, además, con una distribución geográfica “descentralizada”.
Esa recomendación se realiza luego de que los estudios detectaran que el sistema eléctrico ya tiene una alta capacidad de almacenamiento hídrico con regulación diaria.
Las simulaciones de los investigadores indican que si se refuerza la zona norte del país, según el plan de expansión energético del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), se podría conectar una capacidad adicional de 250 megavatios (MW) de energía solar, eólica y geotérmica aparte de las capacidades confirmadas hasta el 2018.
“Gracias a la buena capacidad de regulación de sus generadores y su red de transmisión debidamente desarrollada, el sistema eléctrico no muestra problemas de estabilidad dinámica (sin picos de voltaje), en ninguno de los escenarios investigados con niveles de penetración instantáneos de hasta más del 70% de energías renovables para el 2024”, indica el documento.