Luego de casi tres años de haber recibido la orden de inicio y tras más de cuatro de haberse adjudicado, autoridades de los gobiernos de Costa Rica y Panamá inauguraron este jueves el puente Binacional en la frontera de Sixaola, en Talamanca, Limón.
La estructura, cuyo costo fue de $25 millones, debía estar lista en octubre del año pasado, según el plazo contractual de 28 meses.
Sin embargo, cuando fue adjudicada, a finales del 2016, el costo se estimó en $17,5 millones, con fondos que provinieron del Fondo de Infraestructura de Mesoamérica del Gobierno mexicano y contrapartidas de ambos países.
De los atrasos en la ejecución derivó el sobrecosto.
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Uno de los principales demoras se dio a inicios del año pasado cuando las obras se detuvieron del lado panameño a causa de la pandemia de la covid-19.
En la actividad de este jueves participaron los cancilleres de Costa Rica y Panamá, Rodolfo Solano y Erika Mouynes, respectivamente, así como los ministros de Obras Públicas, Rodolfo Méndez Mata (Costa Rica) y Rafael Sabonge (Panamá), así como Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe de los Estados Unidos Mexicanos.
Méndez Mata aseguró que esta obra es clave para la movilidad de mercancías, no solo de Costa Rica y Panamá, sino para toda la región de Mesoamérica.
En tanto, el ministro de Obras Públicas de Panamá, Rafael Sabonge, destacó que el puente favorecerá las necesidades en toda la región para restaurar la economía en los países golpeados por la pandemia.
Las autoridades además indicaron que la obra es una muestra de las buenas relaciones que existen entre Costa Rica y Panamá.
“La finalización de este proyecto es el reflejo del compromiso de ambas naciones a pesar del contexto tan complejo que ha ocasionado la pandemia. Se trabajó con esmero para concretar una iniciativa que lleva bienestar y progreso, y que, además, afianza nuestros lazos de amistad con nuestra nación hermana, Panamá. Agradezco también la contribución de México por fortalecer el desarrollo de la región”, afirmó el canciller tico.
La estructura dispone de dos carriles de 260 metros, con un ancho de 16,4 metros; aceras y ciclovías a ambos lados, así como rampas de acceso en los dos extremos y la infraestructura necesaria para las oficinas administrativas de los dos países.
Del costo total ($25 millones), $10 millones fueron aportados por el Fondo Mesoamérica-Gobierno de México; mientras que Costa Rica y Panamá aportaron $7,5 millones cada uno.
La obra fue gestionada por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y estuvo a cargo del consorcio Binacional de Sixaola, conformado por las empresas Constructora Meco de Costa Rica y las empresas mexicanas Cal y Mayor Asociados y Mexpresa.
La estimación es que este puente beneficiará el tránsito de unos 15.000 habitantes de los pueblos vecinos de las localidades fronterizas de Guabito y Sixaola.
Además, de unas 150.000 personas que cruzan por esa frontera terrestre cada año (en condiciones de apertura normales).