El estado de conservación de los puentes en Limón varía entre “serio, alarmante y deficiente', según una evaluación realizada por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica.
El Laboratorio realizó durante el 2018 un análisis de los estructuras ubicadas en las principales rutas naciones en esa provincia: la 32, 36 y 256, estas dos últimas van a Sixaola y Manzanillo, respectivamente, paralelas a la costa. Se evaluaron 63 puentes y 10 alcantarillas en total.
Ruta 32
Se evaluaron 34 puentes, los cuales se ubican en el tramo que va del cruce a Río Frío a Limón, con el fin de ofrecer información más actualizada del estado de estas estructuras, en el contexto del inicio del proyecto de ampliación de la ruta actualmente en ejecución.
Ese proyecto está a cargo de la empresa China Harbour Engineering (CHEC), que como parte de la obra debe levantar 36 nuevos puentes.
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El tramo inspeccionado comenzó con el puente sobre el río Corinto y finalizó en el puente sobre el río Blanco.
Se analizaron aspectos estructurales y de los componentes principales de estas estructuras, y se clasificaron en las siguientes categorías de la condición: satisfactoria, regular, deficiente, seria, alarmante y con riesgo inaceptable.
En términos generales, desde el puente sobre el río Corinto hasta el puente sobre el río Pacuarito, en el kilómetro 101,66 (un total de 20 estructuras) el estado de conservación de los puentes varía “entre deficiente y serio”.
“A partir del puente sobre el río Cimarrones y hasta el puente sobre el río Blanco de Limón (14 estructuras), el estado de conservación varía entre serio y alarmante, en donde estos puentes muestran evidencia de haber sido afectados por el terremoto de Limón en 1991 y no haber sido intervenidos por tales efectos a la fecha”, indicó el Lanamme.
Dentro de las recomendaciones, el Laboratorio propuso realizar una evaluación integral detallada de las todas las estructuras tomando en cuenta que estas fueron diseñadas y proyectadas según normas anteriores a 1977, y que por ello requieren una nueva evaluación de aspectos como su capacidad de carga y vulnerabilidad en caso de sismos.
Adicionalmente, se deben tomar en cuenta las características hidrológicas-hidráulicas de las cuencas en los puntos de interés a la luz del cambio climático.
Asimismo, en las evaluaciones se debe tomar en cuenta aspectos económicos, ciclo de vida de las estructuras, para así recomendar la necesidad de rehbilitar o sustituir cada paso.
Ruta 36
En este sector, se realizaron inspecciones en 21 pasos, desde el puente sobre el río Cieneguita, en Limón, hasta el puente sobre el río Sixaola. Se incluyeron 10 alcantarillas.
Están en condición alarmante los ríos sobre los puentes: Estero Cieneguita, Estero Margarita, río Estrella, río Tuba y río Sand Box.
"Dicha condición implica que la estabilidad del puente puede estar comprometida y la necesidad de atención debería ser prioritaria", indicó Lanamme.
El estado más común de los puentes del tramo, según edad, uso y condición de preservación, es “predominantemente seria” (12 puentes), es decir con deterioro significativo en uno o varios elementos primarios, o la falla de elementos secundarios: presentan principalmente daños en la losa de concreto reforzado del tablero, las juntas de expansión y los apoyos.
En condición deficiente están los puentes de: quebrada Cuabre, río Cocles y Quiebra Caña (Finca 97). Todos tienen deficiencias, pero aún funcionan de forma adecuad.
Ninguna de las 10 alcantarillas inspeccionadas cuenta con guardavías en los accesos ni barreras de contención vehicular sobre la estructura.
Por su estado, se concluye que ni los puentes ni las alcantarillas, cuya construcción tiene entre 16 y 66 años, han sido sometidas a acciones de conservacioń para preservar su valor
“Algunas de las estructuras fueron afectadas por el terremoto de Limón de 1991, y no habían sido atendidas”, dijo Lanamme.
Puentes de ruta 256
Se evaluaron ocho puentes, desde la quebrada Hotel (en Puerto Viejo), hacia puentes sobre el Estero, la quebrada Sin Nombre, el río Cocles, el río Negro, la quebrada Ernesto, río Nedrick y finaliza en el puente sobre el río Holly San (en Manzanillo).
Todos los puentes son de un carril y prestan servicio a una vía de dos carriles y carecen de paso peatonal, situación que puede generar congestión vehicular en la ruta y disminución de los niveles de servicio, advirtieron los especialistas.
Ninguno posee sistemas de contención vehicular en el puente o en los accesos.
"La condición del puente Estero es de riesgo inaceptable, debido al nivel de corrosión que presentaba en componentes estructurales primarios y el riesgo de que el deterioro continúe pues se encuentra ubicado a unos metros del mar", añadió el Laboratorio.
En el caso de los puentes quebrada Sin Nombre, río Cocles y río Nedrick, Lanamme presentan condición “alarmante” principalmente por daños que evidencian la pérdida de resistencia, como la corrosión con pérdida de sección en las vigas principales en el puente sobre la quebrada Sin Nombre.
También se hallaron deformaciones permanentes de la superestructura de los puentes sobre los ríos Cocles y Nedrick.
“Dicha condición implica que la estabilidad del puente puede estar comprometida y la necesidad de atención debería ser prioritaria. Los cuatro puentes restantes presentan condición seria, lo que indica que los puentes presentan deterioro significativo en uno o varios elementos primarios, o la falla o ausencia de elementos secundarios”, explicaron.