La empresa alemana Dekra, encargada de la revisión técnica vehicular en Costa Rica desde octubre de 2022, advirtió al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) sobre la necesidad de ampliar las estaciones donde se brinda este servicio.
Durante la sesión de la junta directiva del Cosevi, celebrada el 7 de agosto pasado, el representante legal de la firma, Sergio Nogueira, expresó su preocupación sobre la capacidad instalada de las estaciones. Tras presentar las cifras de inspecciones realizadas, señaló que las estaciones fueron construidas cuando el parque vehicular “era considerablemente menor” que el actual.
Agregó que aunque se han aplicado medidas paliativas, la única solución viable, que debería implementarse con la “mayor brevedad posible”, es la ampliación de dichas sedes.
En las redes sociales de la empresa, los usuarios manifiestan constantemente su disconformidad por las largas filas y los extensos tiempos de espera al realizar la inspección técnica de sus vehículos.
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Semanas atrás, Dekra había informado que se vieron obligados a ampliar los horarios de atención en la mayoría de sus sedes, especialmente en temporadas de alta demanda, como después de Semana Santa o al inicio del año.
El concurso actualmente en proceso para seleccionar a los futuros operadores del servicio establece que las empresas adjudicadas deberán construir seis nuevas estaciones fijas. Sin embargo, no se menciona nada sobre la ampliación de las estaciones existentes. Las nuevas sedes se ubicarían en Santa Ana o Mora y Tarrazú, en San José; San Ramón y Guatuso, en Alajuela; así como en Corredores y Parrita, en Puntarenas. Además, las empresas deberán disponer de tres sedes móviles en el Pacífico sur, la zona norte y Turrialba.
320.000 vehículos debieron repetir la inspección completa
De acuerdo con el informe presentado por la empresa, desde el inicio de sus operaciones a finales de octubre de 2022 y hasta inicios de agosto del 2024, se realizaron más de 3,6 millones de inspecciones. De ese total, 2,5 millones correspondieron a inspecciones completas, 736.630 a reinspecciones (vehículos que presentaban menos de dos defectos graves) y 320.671 usuarios tuvieron que pagar nuevamente la tarifa total y someter sus vehículos a una nueva revisión completa debido a la presencia de más de un defecto grave.
Estas cifras generaron ingresos brutos para la compañía alemana por más de ¢21.000 millones. Según el detalle brindado, las inspecciones representaron ¢20.146 millones (incluyendo las de primera vez y las que debieron pagarse de nuevo por más de una falla), mientras que las reinspecciones generaron ingresos de ¢1.384 millones.
La empresa también enumeró las faltas graves por las que más vehículos reprobaron la inspección durante los últimos dos años. La principal fue la emisión de gases contaminantes por encima del nivel permitido, con 353.415 casos, seguida de problemas en los frenos, mala condición de las llantas, desalineación del eje delantero y problemas con el freno de emergencia o de mano.
Actualmente, Dekra opera bajo un permiso de uso precario, otorgado inicialmente por dos años, tras la salida de Riteve en julio de 2022. Dekra comenzó sus operaciones el 28 de octubre de ese mismo año, por lo que dicho permiso para operar vencía el próximo mes.
No obstante, el Cosevi acordó otorgar una prórroga de nueve meses debido a que aún no se ha completado el proceso de licitación para seleccionar a los dos futuros operadores que brindarán el servicio de manera permanente.
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Dekra quedó fuera de dicha selección debido a que incumplió dos de los requisitos financieros. La empresa presentó reclamos ante la Contraloría General de la República y la Sala Constitucional; este último tribunal rechazó de plano el recurso, sin entrar a conocer los alegatos.
A inicios de agosto, la Junta Directiva del Cosevi aprobó la preselección de Applus CR (que incluye a Riteve SyC) y el consorcio alemán Grupo TÜV Rheinland, los únicos dos oferentes que continúan en el concurso.