De las seis grandes obras viales que a mayo pasado ya estaban en construcción, solo el nuevo puente sobre el río Virilla en la carretera hacia Limón, tenía concluida la etapa de planificación o preingeniería.
Esa fase incluye los permisos ambientales, la reubicación de servicios públicos (postes de luz o tuberías), las expropiaciones y movimientos de asentamientos, y nueve factores más necesarios para concretar un proyecto vial como una carretera.
Por el contrario, las ampliaciones de la ruta 32 –del cruce a Río Frío al centro de Limón– y las carreteras Cañas-Limonal y Paquera-Playa Naranjo, además de Circunvalación Norte y el paso a desnivel en la rotonda de las Garantías Sociales, no tenían todos esos elementos listos al momento en que arrancaron las obras.
Así lo determinó una herramienta elaborada por la Cámara Costarricense de Construcción, en la cual se mide el avance anual de los proyectos de infraestructura.
La decisión de dar orden de inicio sin la preingeniería culminada, no solo genera riesgo de que las obras se atrasen, sino de que cuesten más caras, según advirtió el grupo empresarial.
“Esta herramienta señala dónde están las deficiencias, no achaco a esta administración todo el problema; el problema lo tiene en sí el país, que vamos a otro ritmo. Esto es producto también de lo que han hecho las últimas dos administraciones, que dejaron atrás la etapa de preingeniería”, señaló el vicepresidente de la agrupación, Roberto Fiatt.
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Las constructoras señalaron que los gobiernos priorizan arrancar o inaugurar obras y por eso omiten etapas, poniendo en riesgo el costo y avance de las obras.
“El político trata de ver cómo realiza las cosas en su periodo de cuatro años, pero la infraestructura debe ser una política de Estado, porque en promedio se requieren 6,5 años para culminar la planificación de una obra. Entonces, no se vale decir que ‘esto no lo voy a empezar porque no lo voy a inaugurar ni voy a ponerle la primera piedra’”, manifestó Fiatt.
Inclusive, dos de las obras con mayores problemas en la actualidad recibieron orden de inicio durante el gobierno de Luis Guillermo Solís sin cumplir todos los requerimientos: las ampliaciones de la ruta 32 y Paquera-Playa Naranjo.
En el caso de la carretera al Caribe hacía falta la reubicación de servicios públicos y expropiaciones de terrenos, además de nuevos diseños, mientras que en la obra del Pacífico faltaba los dos primeros elementos.
“La carretera a Limón es sin duda una obra que se ha saltado varias etapas de preinversión. No se hicieron expropiaciones y no se hizo reubicación de servicios públicos. De manera que esta empresa (CHEC, encargada de las obras) está haciendo lo que puede, pero inclusive tuvieron que modificar el diseño, porque el inicial tenían alrededor de 1.200 expropiaciones y ahora están viendo como modifican el diseño para que las expropiaciones bajen a 600 o 700”, manifestó Esteban Acón, presidente de la Cámara.
La construcción del arco norte de Circunvalación también recibió la orden de inicio en el gobierno de Solís, y sufre del mismo problema.
Los empresarios señalaron que las construcciones del paso a desnivel en la rotonda de las Garantías Sociales, así como la ruta Limonal-Cañas dieron inicio sin concluir todas las etapas previas. Esto en la actual administración.
Rodolfo Méndez, ministro de Obras Públicas y Transportes, se defendió al asegurar que solo ha dado orden de inicio a obras que están listas. Eso sí, admitió tener problemas con proyectos arrastrados de años anteriores porque precisamente no tenían la preingeniería.
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“En el caso de Garantías Sociales no se dio la orden de inicio hasta que no se podía construir. Esa ha sido mi posición. Vea lo que estamos haciendo con San Carlos, por Dios santo, ordenando... lo que hemos tenido que sufrir en la ruta 32. Nuestro discurso ha sido que primero la técnica y después la política”, señaló.
Lentitud
La herramienta elaborada por la Cámara de la Construcción determinó que la preingenería de las 26 obras de infraestructura del Gobierno fue apenas de un 6% entre mayo del año pasado y el mismo mes de 2019.
Entre el plan de 26 obras también se contemplan el aeropuerto internacional de Orotina, el Tren Eléctrico Limonense de Carga (Telca) y el Tren Rápido de Pasajeros (TRP).
El avance fue calificado como lento por parte de los empresarios, quienes esperaban un progreso de al menos 15%.
“Esta administración ha sido sumamente cuidadosa. Por ejemplo, en el programa de la carretera a San Carlos vamos a cumplir con la preingenería que nunca se hizo en ese proyecto y ahora se nos acusa de que eso toma tiempo, o lo que está sucediendo en la carretera a San Ramón, que tiene una cantidad enorme de expropiaciones y nos acusan también de que toma mucho tiempo ¿entonces?¿hacemos la preingenería o no la hacemos?", se cuestionó el jerarca del MOPT.
Según la Cámara, el lento avance se traducirá en que las obras no se van a construir a tiempo o que, como sucedió ya con obras anteriores, se arranquen sin tener los requerimientos listos, lo que conllevaría plazos más extensos de construcción y encarecimiento de las obras.
“Vamos a proponer que exista un órgano técnico apolítico que vea el plan país de infraestructura para evitar este tipo de temas”, adelantó Acón.