Cuatro obras viales que recibieron orden de inicio sin haber completado expropiaciones, reubicación de servicios y permisos acumulan más de 2.784 días de atraso en las fases de diseño y construcción.
Así se desprende del análisis anual que realiza la Cámara Costarricense de la Construcción como parte de la Matriz del estado de la PreIngeniería que revisa 22 proyectos de infraestructura.
La preingeniería considera todos los procesos previos como expropiar terrenos, reubicar tuberías y postes de servicios de agua y electricidad, entre otros, así como obtener permisos, entre ellos los ambientales.
Según el estudio, la construcción del tramo norte de la carretera de Circunvalación; la ampliación entre Cañas y Limonal, en la Interamericana Norte; la carretera entre Paquera y playa Naranjo; y la ampliación de la ruta 32, acumulan, en promedio, un 147% de atraso.
En el caso de Circunvalación norte, detalla la Matriz, se recibió la orden de inicio para la etapa de diseños en agosto del 2014. Esa fase debía estar lista en febrero del 2015, pero fue concluida hasta setiembre del 2017, es decir con 941 días atraso.
Ese mismo mes y sin haber completado las fases de pre-ingeniería, el gobierno de Luis Guillermo Solís dio la orden de inicio de la fase constructiva, cuyo plazo de ejecución era de 540 días; es decir, debía quedar lista en marzo del 2019. A la fecha, la obra no ha sido entregada y acumula 791 días de atraso.
Actualmente, el consorcio adjudicado trabaja de manera simultánea en las cuatro etapas en las que dividió el proyecto: la intersección a tres niveles en La Uruca, el puente sobre la quebrada Rivera (forma parte de la segunda fase que se subdividió en dos tramos); el viaducto entre Colima y la ruta 32 y la intersección a tres niveles sobre dicha vía.
La estimación del Ejecutivo es que la totalidad del proyecto esté finalizado antes de mayo del 2022.
La segunda obra que acumula mayor retraso es la construcción de la ruta ente Paquera y playa Naranjo, en Puntarenas.
La orden de inicio en esa vía se dio el 30 de abril del 2018, a falta de pocos días para que concluyera la administración de Solís. Sin embargo, en la práctica, los movimientos en ese trayecto de 21 km no comenzaron hasta setiembre de ese año.
Aunque el plazo de ejecución era de 365 días, a la fecha, la obra no ha sido entregada, acumula 538 días de atraso y ha recibido prórrogas en cuatro ocasiones. La última fecha aprobada es el 19 de octubre de este año.
Recientemente, una auditoría del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) reveló que un 65% de los días que han sido aprobados como compensables correspondieron a actividades que debieron contemplarse en la etapa de planificación del proyecto.
El tercer proyecto señalado por la Cámara de la Construcción es el de la ampliación del tramo entre Cañas y Limonal, el cual recibió el banderazo de salida el 18 de setiembre del 2018 y debía estar listo justamente dos años después, es decir, este mes.
Sin embargo, la nueva fecha de entrega estimada es junio del próximo año, lo que implica un atraso de 261 días.
Finalmente, se menciona el caso de la ruta 32, una de las obras que recibió orden de inicio con menor porcentaje de preingeniería.
Entre las etapas de diseño y construcción, esta vía acumula 253 días de atraso. La obra, cuya fecha de entrega aún es incierta, está a cargo de la empresa china CHEC.
Inicialmente, esta obra de 107 km y cuyo plazo de ejecución es de 1.020 días, debía estar lista en setiembre de este año.
Sin embargo, a la fecha no se han completado procesos expropiatorios y de relocalización de servicios; al tiempo que el MOPT y la constructora a cargo se culpan mutuamente de la lentitud en los trabajos.
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Una gran diferencia
En el otro extremo, Roberto Fiatt, miembro del Comité de Infraestructura de la CCC, citó dos proyectos que tuvieron la orden de inicio con la preingeniería completa, en los cuales el atraso fue de solo un 12%.
Se trata del puente sobre el río Virilla en la ruta 32 que fue puesto en operación con 19 días de diferencia de la fecha prevista y el paso a desnivel de Garantías Sociales, en Zapote, que se entregó con dos meses y medio de retraso.
“Es muy obvio que hay una gran diferencia entre los proyectos que se le dio orden de inicio con la preingeniería y los que se dio orden sin la preingeniería (...) A excepción de Cañas- Limonal, son proyectos heredados, pero no dejan de ser proyectos enfermos; es un lastre que el gobierno tiene que resolver y que no han logrado resolver a la fecha, pues de todos estos ninguno tiene todavía la preingeniería cumplida”,
“En la administración pasada se le dio orden de inicio a CHEC, pero el proyecto no se va a hacer mientras no se tengan las expropiaciones, mientras no se tengan relocalizados los servicios, por más que se dé orden de inicio, es algo que al político le cuesta entender porque creen que con eso las cosas van a caminar”, afirmó Fiatt.
Las etapas que deben desarrollarse dentro de esa fase previa incluyen el anteproyecto, viabilidad financiera, diseños y estudios, viabilidad ambiental, permisos, reubicación de servicios públicos, expropiaciones, confección de cartel, licitación y apelaciones, adjudicación, confección de contrato, refrendo y orden de inicio.
Según la estimación de la Cámara, todo ese proceso debería completarse idealmente en seis años y medio.
Aunque la evaluación de los proyectos mostró una mejoría con respecto al año pasado, los representantes de la Cámara aseguraron que aún “queda mucho por mejorar”
En general, en las 22 obras analizadas el avance en las etapas previas a mayo 2020, era del 11,9%, hace un año ese porcentaje era de un 6,1%, lo cual según dijeron denota “una verdadera mejoría en la gestión de los trámites”.
Entre los proyectos que han recibido orden de inicio este año sin haber cumplido las etapas previas se incluyen el primer lote de obras impostergables de la vía San José- San Ramón y el paso a desnivel en Guadalupe.
Recientemente, se sumó la ampliación entre Barranca y Limonal y estaría por iniciarse la construcción de las intersecciones de Taras y La Lima, en Cartago. En ambas quedan expropiaciones pendientes, sin embargo las implicaciones que esto tenga en la ejecución se reflejarán a futuro.