Juan Fernando Lara S.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) confirmó la existencia de una falla en una de las cuatro turbinas del Proyecto Hidroeléctrico Reventazón, próximo a inaugurarse en Siquirres, Limón.
El problema se descubrió el 17 de febrero , durante la realización de pruebas húmedas efectuadas a los equipos electromecánicos de una de las unidades generadoras de la planta.
Esas evaluaciones incluyen el paso del líquido por las turbinas hidráulicas que, aprovechando el fluido, generan un movimiento de rotación, el cual se transfiere mediante un eje al generador donde se produce la electricidad.
Ese día, en la casa de máquinas de la represa,se activó una alerta en el mecanismo director de dicha unidad generadora.
Al explicar lo ocurrido, el ICE solo indicó: “El incidente generó sonido en el sitio, lo que activó el protocolo de seguridad de la obra y conllevó la evacuación del personal, el cual, después de una valoración de los encargados, regresó a sus labores”.
Este diario consultó al Instituto la naturaleza del problema, su nivel de gravedad y si el percance era por un defecto de origen por parte del fabricante de la turbina o un problema de diseño de obra.
Descarta atraso. Elbert Durán, vocero del Instituto, se limitó a decir: “El ICE adjudicó la fabricación de los equipos electromecánicos a una empresa de reconocida trayectoria y prestigio a nivel mundial, cuyos especialistas se encuentran en el proceso de análisis de las causas del evento y todo como parte del proceso normal de las pruebas húmedas”.
Consultado sobre cuántos meses tomaría el arreglo, Durán agregó que la entidad aún espera el informe “que permita determinar el alcance de dicho evento”.
Según Durán, la inauguración de la planta sigue en pie para este mes y lo ocurrido tampoco retrasará “el primer aporte de energía del proyecto al Sistema Eléctrico Nacional”.
Cabe destacar que la planta Reventazón, situada en Siquirres, Limón, posee cuatro unidades generadoras (cada una con potencia de 73 megavatios), más una adicional instalada en la central de compensación ecológica (de 13,5 megavatios).
Reventazón es la infraestructura más grande construida en la historia de Costa Rica y podrá abastecer de energía firme a 525.000 hogares gracias a sus 305,5 megavatios de potencia instalada. Es la segunda obra más grande de la región, luego del canal de Panamá.
En la obra participaron al menos 4.300 trabajadores y se supone que la planta es estratégica, según el ICE, para “que Costa Rica mantenga su independencia eléctrica y alcance las metas nacionales de reducción de gases efecto invernadero”, tal y como lo refirió en un comunicado de prensa, cuando anunció su pronta inauguración.