La suspensión de los contratos de mantenimiento en las principales rutas nacionales, representa no solo un riesgo para la infraestructura vial que sufrirá un acelerado deterioro, sino también una amenaza para los conductores y la conectividad del país.
El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) confirmó el jueves anterior la decisión de poner en pausa las labores de conservación, porque se quedó sin recursos para cumplir con los compromisos adquiridos con las empresas constructoras encargadas de labores de bacheo, limpieza de cunetas, rehabilitación de pavimentos y otras para la adecuada evacuación de las aguas.
Para Wendy Sequeira, coordinadora de la Unidad de Auditoría Técnica del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), la medida es “preocupante”, ya que esas tareas que dejaron de ejecutarse son las que dan seguridad para la circulación.
“En primer lugar, la seguridad vial de todos los usuarios de las carreteras debe ser prioridad para el Gobierno, ya que tener deterioros en las vías hace que el tránsito sea más inseguro. También el hecho de que toda la comercialización y distribución de bienes y servicios sea por las vías nacionales debe tenerse en cuenta para la competitividad del país”, indicó.
La ingeniera recordó que dejar las vías sin atención durante esta época ocasionará deterioros prematuros, aparte de que dejar de hacer obras en este momento tendrá repercusiones en los próximos años, cuando podrían costar hasta unas 10 veces más.
“Aunque se activaron los contratos de conservación este año, las labores han sido mínimas y se tienen vías que no han recibido ninguna atención desde hace más de dos años, lo cual ha hecho que se empeoren las carreteras”, agregó.
Choques y derrapes
A modo de ejemplo, citó que labores como la limpieza de alcantarillas son de suma importancia para que el agua logre evacuar, pues si se acumula puede afectar la transitabilidad e incluso provocar empozamientos causantes de accidentes.
Igualmente, los bacheos son indispensables, ya que con las lluvias se incrementan los huecos en carretera, situación que provoca invasiones de carril cuando los conductores tratan de evitarlos. La consecuencia puede ser un choque frontal.
Otras actividades de alto impacto que garantizan la vida útil de las vías son las sobrecapas de asfalto y la adecuada demarcación, que además permiten una correcta transitabilidad y condiciones de regularidad superficial para evitar derrapes u otras maniobras que también suponen un riesgo de seguridad vial, añadió la ingeniera.
En criterio de la Cámara Costarricense de la Construcción, la paralización de las labores de mantenimiento de vías compromete la estabilidad económica del país, así como la confianza internacional de inversores y el turismo.
“Esta falta de atención ha dejado una vulnerabilidad evidente en la administración de estos activos. La insuficiente inversión en conservación ha dado lugar a un deterioro acelerado de las carreteras, y no abordar este problema se traducirá en costos significativamente mayores en el futuro para lograr niveles de servicio aceptables”, afirmó el presidente de ese gremio, Carlos Trejos.
Según dijo, la suspensión de las tareas de conservación también afecta directamente a sectores productivos e incide en la movilidad de las personas, así como los bienes y servicios, lo cual derivaría en aumento de costos.
Nueva gestión
Aunque desde finales de mayo la Gerencia de Conservación del Conavi había indicado que se gestionaría un presupuesto extraordinario ante el Ministerio de Hacienda, el director del Conavi, Mauricio Batalla, confirmó el jueves a este diario la suspensión de contratos por falta de recursos. Aseguró que se dejaría un remanente de 5% del total de los fondos disponibles para la atención de emergencias.
Posteriormente, el viernes en horas de la noche, mediante un comunicado de prensa, el Conavi anunció que se realizaría una nueva solicitud ante Hacienda para continuar con los mantenimientos periódicos rutinarios, preventivos y correctivos por medio de los contratos vigentes de cara a la época lluviosa.
“Contar con estos recursos es prioritario para poder atender cualquier situación de emergencia que pueda presentarse en la red vial asfaltada y capas de protección superficial incluyendo puentes, lo cual es muy importante sobre todo ahora que vienen los meses más lluviosos”, indicó Batalla en ese comunicado.
Aunque no detallaron cuánto sería el monto a solicitar, en la misma nota de prensa se informó de que los recursos permitirían cubrir durante cuatro meses más las labores de conservación.
Las órdenes de suspensión enviadas a las empresas a cargo del mantenimiento indican que esta medida regiría por seis meses como máximo.
Los contratos que fueron adjudicados en el primer cuatrimestre de este año representaban una inversión de ¢97.000 millones que se deberían invertir en dos años.
El presupuesto asignado al Conavi para las tareas de conservación para el 2023 fue de ¢53.000 millones, pero muchos de los recursos ya estaban comprometidos para el pago de facturas del año pasado.