Transitar por el área metropolitana de San José se convirtió, desde la semana anterior, en una pesadilla. Varios expertos consultados por La Nación califican la situación como una “megacongestión” sin precedentes y señalan la falta de planificación de las autoridades como la principal causa del caos vial.
La situación es tan grave que, este miércoles 14 de febrero, la Defensoría de los Habitantes emitió un pronunciamiento en el que solicita al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tomar medidas para mitigar los efectos del colapso vial.
Además, el Gobierno corrió a firmar un decreto ejecutivo para promover el teletrabajo entre los empleados públicos que viven en los cantones de Occidente, Alajuela y Heredia; anunció también la colocación de puentes modulares como medida paliativa frente a las presas.
El punto más crítico es La Uruca. Allí, la Municipalidad de San José ordenó la demolición del puente en Bajo Los Ledezma para construir uno nuevo, sin contar con un plan efectivo para el manejo de los 10.000 vehículos que pasaban por ahí todos los días para viajar hacia Rohrmoser, Pavas, La Sabana y otras localidades.
Esa medida provocó un efecto en cadena que agravó las presas en la rotonda y el puente Juan Pablo II, pues por allí ingresan a la capital 200.000 vehículos diarios, según los cálculos del MOPT.
Manuel Ordeñana, ingeniero municipal a cargo de la obra, explicó que Traesa, empresa contratada para levantar el nuevo puente, entregó al MOPT una propuesta para administrar el tránsito durante la construcción. Sin embargo, el planteamiento se limitó a desviar los conductores hacia calles aledañas.
Ordeñana admitió que la Municipalidad de San José nunca previó la colocación de puentes bailey para no cerrar por completo el paso por Bajo Los Ledezma, ya que el ayuntamiento no contaba con presupuesto.
Esa idea, según el funcionario, tampoco fue valorada por el MOPT, la unidad ejecutora o la compañía constructora antes de empezar con los trabajos el 26 de enero. El nuevo puente en Bajo Los Ledezma es una obra valorada en $1,5 millones, provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo y administrada por una unidad ejecutora a cargo del MOPT.
Mario Durán, ingeniero civil egresado de la Universidad de Costa Rica y máster en Ingeniería de Transporte graduado en la Universidad de Berkeley, California, expresó que las presas de los últimos días no tienen precedente.
“Esto que está pasando en las carreteras es completamente fuera de serie. Yo tengo 64 años y 43 años de carrera en este campo y es algo inédito”, manifestó.
Este miércoles, algunos conductores reportaron que atravesar los 3,8 kilómetros entre el Hospital México y el Paseo Colón les tomó hasta una hora. Otros señalaron que tardaron hasta treinta minutos en recorrer 1,5 kilómetros entre el Más X Menos de La Sabana y el hotel Barceló San José.
“El origen de esta megacongestión es la falta de diligencia, de planificación y de estudios. Cuando se va a hacer una obra en una vía por la que pasa el tránsito, siempre se debe hacer un estudio de gestión del flujo vehicular”, advirtió Mario Durán.
Subrayó que el problema se agrava porque las autoridades mantienen tres proyectos en construcción al mismo tiempo en una misma zona: el nuevo puente en Bajo Los Ledezma, el paso a desnivel en Hatillo y la ampliación de una rampa del puente Juan Pablo II.
Sobre ese último proyecto, Durán expresó que es una idea del MOPT para aliviar los efectos del cierre en Bajo Los Ledezma, pero que, por el contrario, empeora la situación pues requiere el uso de maquinaria y solo servirá para “crear un nuevo cuello de botella”.
Además de los trabajos en esos tres puntos, hay labores en la radial Alajuela, el último tramo de Circunvalación Norte y el paso a desnivel en el ingreso a Cartago.
Olman Vargas, presidente de la Junta Directiva del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), coincidió en la falta de planificación del Gobierno.
“No recuerdo un congestionamiento de este nivel (...) Si se hubiese hecho un plan de manejo del tránsito, no estaría pasando esto. Puede ser que no lo hayan hecho; puede ser que lo hayan hecho con datos equivocados o puede ser que no lo hayan hecho con modelos modernos, pero, lo que está pasando es una falta de planificación absoluta”, sentenció.
Añadió que el plan de manejo vial revisado y aprobado por el MOPT podía contemplar la extensión de horarios del tren, ingresos a los sitios de trabajo con horarios escalonados, campañas para la promoción del teletrabajo, de carpooling (transporte de varias personas en un mismo vehículo) y colocación de pasos alternativos en Bajo Los Ledezma para no cortar por completo el tránsito, entre otras medidas.
Rándall Murillo, director de la Cámara Costarricense de la Construcción, se sumó a las críticas. Lo ocurrido refleja falta de planificación al ejecutar los proyectos: “Pareciera que aquí primero se inician los procesos constructivos y cuando ya vemos el problema es que empezamos a tomar decisiones para bajar esa molestia un poco”.
Afirmó que el caos vial es un síntoma del colapso de la infraestructura que lleva años sin recibir mantenimiento adecuado y la poca atención que se da a la modernización del transporte público.
Además, sostuvo que las obras que se desarrollan no necesariamente son las que se requieren ahora, sino las que se “pueden ejecutar” porque son las que quedan financiadas, adjudicadas o con algún nivel de madurez, debido a la falta de una política de estructuración de proyectos que trascienda más allá de cada Gobierno.
La Nación le envió varias consultas a Luis Amador, ministro de Obras Públicas y Transportes, la tarde de este miércoles, pero al cierre de esta información no había dado respuesta.
Calvario en otros sitios
Esta semana, luego de que el Consejo Nacional de Vialidad anunciara cambios viales en las cercanías del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, los conductores empezaron a reportar problemas para entrar y salir de Alajuela.
En ese lugar se trabaja en la instalación de un puente bailey, similar al que se inauguró el año pasado para habilitar el tránsito a dos carriles por sentido en la ruta 1, sobre la radial Francisco J. Orlich.
No obstante, desde este miércoles, los conductores que vienen desde Occidente también se toparon con la eliminación de un giro que les permitía ingresar al aeropuerto. Ahora deberán seguir hasta el cruce hacia Río Segundo para acceder a la terminal aérea. Según el MOPT, ese ajuste vendrá acompañado de mejoras y carriles de aceleración para optimizar los accesos a esas zonas.
En Cartago, los conductores consideran que la apertura del paso a desnivel sobre avenida 23, entre los intercambios de Taras y La Lima, solo sirvió para trasladar la presa que se formaba en ese lugar de un punto a otro.
Piden acciones
Adicional al pronunciamiento de la Defensoría de los Habitantes, la Cámara Nacional de Transportes (Canatrans) declaró que el congestionamiento vial de los últimos días limita la capacidad de movilización de los ciudadanos.
Silvia Bolaños, vocera de Canatrans, dijo que se debe avanzar en la modernización del sistema de transporte público y la creación de más carriles exclusivos para buses.
La Cámara de Consultores en Arquitectura e Ingeniería también criticó que el Gobierno pretenda construir rotondas como una solución a los congestionamientos en sitios como Hacienda Vieja, en la autopista Florencio del Castillo y a la altura de la tienda Yamuni, Curridabat.
Esa cámara empresarial afirmó estar preocupada por el uso de fondos públicos en ese tipo de soluciones sin que se conozcan los estudios técnicos que respalden esas decisiones.
“Los recursos públicos son limitados y deben asignarse de manera estratégica para garantizar el máximo beneficio para la comunidad”, comentó la Cámara.