Costa Rica conocerá, a finales del mes de junio, si el Fondo Verde del Clima (FVC) apoyará financieramente la construcción del tren eléctrico de la Gran Área Metropolitana (GAM).
El posible apoyo del organismo adscrito a Naciones Unidas se concretaría a través de la aprobación de un crédito de $250 millones, con una tasa de interés cercana al 0%, a 40 años plazo con 10 de gracia.
Asimismo, el país obtendría una donación de $21 millones para ese mismo proyecto de transporte público.
De obtener ese apoyo financiero, el Estado prácticamente solo tendría que repagar los $250 millones prestados por el Fondo, al tratarse de una obra que genera un impacto positivo en el combate al cambio climático.
Los recursos prestados por el organismo de Naciones Unidas se inyectarían directamente en el financiamiento por $550 millones, que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó al país para la construcción del tren eléctrico.
Es decir, si el Fondo respalda finalmente el desarrollo del sistema de transporte público eléctrico, el préstamo global gestionado por el BCIE tendría una tasa de interés de alrededor del 1,5%.
La tasa originalmente ofrecida por el BCIE ronda el 3,8% anual y se calcularía con base en la tasa libor más un margen de 2,90%. De no obtener el respaldo del Fondo, el préstamo quedaría con esas condiciones.
Finalmente, si se concreta el apoyo de Naciones Unidas, dicho préstamo de $550 millones, ya aprobado por el BCIE, quedaría constituido por un aporte de $250 millones con las condiciones especiales del Fondo, y otros $300 millones financiados con los parámetros del Banco.
“La posible aprobación por parte del Fondo Verde del Clima vendría a mejorar aún más las condiciones financieras del préstamo aprobado por el BCIE al proyecto, ya que, al mezclar las condiciones antes mencionadas, con las autorizadas por el Banco, se obtiene una mejora sustancial al crédito final que está a la espera de autorización de la Asamblea Legislativa”, explicó Mauricio Chacón, representante de Costa Rica en el BCIE.
El presidente del Banco, Dante Mossi, detalló a La Nación que el directorio del Fondo Verde del Clima deliberará sobre esta obra de infraestructura el próximo 26 de junio.
A primeras horas del día siguiente se conocerá la respuesta del organismo, creado para ayudar a países en desarrollo, mediante financiamientos cómodos para impulsar prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
“El proyecto del tren eléctrico está presentado en el Fondo Verde del Clima. Lo único que queda pendiente es que se reúna el directorio para debatir si es viable o no. Hemos hablado con el gerente del Fondo y está muy contento.
“De todas las regiones del mundo, América Latina es la que menos hace uso de este fondo para financiar infraestructura. Este proyecto es el único de envergadura que se está presentando en la región.
“Sería un gran orgullo para Costa Rica y para el BCIE que se convierta en el primer proyecto de envergadura en infraestructura, que utilice estos fondos que el mundo habilita para combatir el cambio climático”, manifestó Mossi.
La presidenta ejecutiva del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), Elizabeth Briceño, aseguró que para que el BCIE pudiera postular el proyecto al Fondo, se tuvieron que realizar estudios sobre el impacto del proyecto.
LEA MÁS: Gobierno publica borrador de cartel licitatorio para tren eléctrico
Esos análisis estuvieron a cargo de la consultora suiza Grütter Consulting. Los resultados fueron conocidos a principios de este 2021.
“En cuanto al análisis de transporte no motorizado y el desarrollo orientado al transporte se concluyó que existen lineamientos y acciones, además de articulaciones con proyectos planteados por municipalidades, para que el tren se articule con las redes de movilidad de su contexto y despliegue un esquema de desarrollo urbano más eficiente.
“Respecto al estudio de demanda se determinó que la metodología es adecuada y utiliza los parámetros internacionales usuales para este tipo de estudios y que el proyecto da como resultado un cambio de paradigma hacia el transporte bajo en carbono”, afirmó Briceño.
Los estudios que tuvieron un costo de $562.000 fueron financiados con una cooperación técnica no reembolsable del mismo Fondo Verde del Clima.