La empresa Sociedad Portuaria de Caldera (SPC) lleva 12 años pidiéndole al Gobierno de Costa Rica instalar escáneres para detectar la entrada de cargamentos ilegales en la terminal del Pacífico.
Cuatro administraciones públicas han pasado desde entonces, sin que puerto Caldera tenga la tecnología adecuada para detectar, entre otros, cargamentos de cocaína.
Ricardo Ospina, gerente de la compañía portuaria afirmó en entrevista a La Nación, que menos de un 5% de los contenedores que entran al país por esta terminal es revisado por las autoridades nacionales manualmente.
Su sospecha es que a Caldera llega droga desde Suramérica, y que de ahí los contenedores sucios (con droga) se van rumbo al Caribe, desde donde se exporta a Europa.
El gerente asegura que la tecnología que la empresa ofreció al Gobierno para detectar cargamentos ilegales, tardaría apenas seis meses en implementarse si las autoridades brindan los permisos.
— El año anterior se decomisaron más de 5 toneladas de cocaína en el megapuerto de Moín. El viernes hubo otro cargamento de casi seis toneladas ¿la ausencia de escáneres en Caldera podría propiciar lo mismo en ese puerto?
— Sí, por supuesto. O sea, en el puerto de Caldera no hay ninguna forma técnica, salvo por inspecciones aleatorias que hacen las autoridades de manera física, para determinar qué hay dentro de los contenedores.
— SPC asumió la operación de la terminal del Pacífico en 2006. Desde entonces pasaron cuatro gobiernos distintos ¿por qué cree que no ha habido suficiente interés de colocar escáneres?
— Bueno nosotros los estamos ofreciendo desde el año 2008, hemos hablado con todos los gobiernos que han venido sucediendo desde entonces. Un poco de lo que nosotros entendemos es que el Gobierno anda pretendiendo hacer un programa nacional de escaneo en todas sus fronteras marítimas, terrestres y aéreas, que es un proyecto muy ambicioso y podría tener algún sentido. Sin embargo, al tener los puertos concesionados, como en el caso de Moín y Caldera, esas ya son zonas que hay que hacer algo con el concesionario.
“En el caso de APM Terminals, afortunadamente quedó inmerso en el contrato de concesión el que se colocasen los escáneres y por eso se da esa situación que sucedió hace un par de días (decomiso de casi seis toneladas de cocaína), pero en Caldera no está en el contrato y se requieren una serie de permisos de Gobierno”.
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— Usted dice que desde el 2008 SPC ha ofrecido los escáneres e insistido a los gobiernos la colocación de esos escáneres ¿por qué cree que 12 años después todavía no se han colocado?
— Antes, el Gobierno tenía un plan ambicioso para hacer una red de escáneres a nivel país y ese proyecto fue pasando de gobierno en gobierno, de gobierno en gobierno, y un poco lo que nos decían era que el tema de los escáneres había que mirarlo de manera integral y no de manera individual, pero eso ha llevado que se vaya dilatando, ditatando y dilatando, y hoy Caldera no tiene escáneres, lo que quiere decir que en un puerto en donde no más allá del 5% de la carga es inspeccionada físicamente, hay un 95% de posibilidades de que pasen mercancías ilegales en los contenedores sin posibilidad que alguien las vea.
— ¿Usted considera que el hecho de que todavía no haya escáneres sea falta de interés del Estado?
— Creo que quizás han tenido interés en hacer algo perfecto y no algo rápido y posible, que es lo que se puede hacer en Caldera. Nuestro proyecto (de escáneres) lo hemos manejado de que si tenemos los permisos necesarios seis meses después los tenemos funcionando de manera autónoma y a una tarifa razonable.
“El tema es que cuando te dedicas a resolver todas las fronteras, puertos y aeropuertos simultáneamente necesariamente es un proyecto muy grande”.
— Tomando en cuenta que no tienen equipo necesario para detectar mercancías ilegales en la terminal portuaria ¿Qué han tratado de hacer ustedes para minimizar los riesgos de que el puerto sea utilizado por el narco?
— Pues el puerto tiene todos los protocolos de seguridad, está certificado en la cadena de suministro, tenemos todos los ISO, todas las certificaciones, todo lo que podamos hacer a nivel puerto; sin embargo, no podemos descuidar de que el tema de control de sustancias ilícitas pertenece a la Policía de Control de Drogas (PCD) y a la Aduana. Nosotros en ningún caso, aun poniendo los escáneres, podemos cumplir la función de la autoridad. Lo que nosotros haríamos en caso de poner escáneres es lo mismo que está haciendo APM Terminals, que es brindar las herramientas para que las autoridades puedan hacer su trabajo con tecnología.
— ¿Cuál es el protocolo de revisión de contenedores que hacen las autoridades en Caldera?
— La Aduana tiene un sistema de semáforos y lo que sale en rojo por algo que ellos determinan lo inspeccionan y lo demás no. PCD sencillamente ponen la certificación de dónde y cúando los notifican que van a hacer una inspección, pero eso no pasa de ser entre el 3% y 5% de los contenedores que pasan por Caldera.
— ¿Desde dónde y hacia dónde parten las embarcaciones que atracan hoy día en Caldera?
— Caldera es un puerto inminentemente de importación. Básicamente el granel viene en su mayoría del Golfto de México y tenemos importaciones que vienen de Suramérica, básicamente Chile, Argentina, Ecuador y Colombia.
“Es bastante lógico pensar que Caldera puede ser utilizado como un puente para trasegar contenedores hacia el Caribe”.
— ¿Esa es la posición que ustedes? ¿Sostienen que es muy probable que sea utilizado el puerto para el narcotráfico?
— Pues digamos que más que para narcotráfico, de tránsito. Lo que han dicho las autoridades antinarcóticos es que mucha de la droga que viene de Suramérica puede estar pasando por Costa Rica del Pacífico al Caribe por camión, y para que eso suceda se tendría que hacer por el puerto de Caldera y por el puerto de Moín.