El consorcio conformado por las empresas H Solís y La Estrella reanudó los trabajos para construir dos intersecciones a tres y cuatro niveles en Taras y La Lima, así como para rehabilitar un tramo de 2,8 km entre ambas intersecciones a la entrada de la ciudad de Cartago.
Estas empresas mantenían suspendidos las labores desde inicios de abril, alegando retrasos en los pagos de facturas por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), así como un anticipo de $14 millones.
Luis Amador, jerarca de ese ministerio, informó en conferencia de prensa, este viernes, que el anticipio por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está disponible, y es H Solís el que no ha indicado a cuál cuenta se le debe depositar.
Sin embargo, la continuación de la obra también se da luego de que el presidente Rodrigo Chaves advirtiera el miércoles, durante la conferencia posterior al Consejo de Gobierno, que pediría a Amador tomar una decisión con respecto al cumplimiento del contrato por parte de la empresa.
En ese mismo sentido se había pronunciado el Concejo Municipal de Cartago, el cual acordó pedir la intervención de las autoridades y valorar la eventual rescisión del contrato por los atrasos en el proyecto, o bien, exigirle al consorcio un plan remedial para subsanar dichas demoras.
Amador expresó que para llegar a esa medida hay que seguir un debido proceso y el interés ahora es que vuelvan a trabajar.
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Volvió la maquinaria
Luego de estos reclamos y advertencia, este jueves los cartagineses volvieron a ver maquinaria a la entrada de la ciudad, así como regulaciones en el paso vehicular por ese sector. Las obras se concentran específicamente en el tramo a nivel entre ambos intercambios, que es hasta ahora el único sector donde se han realizado movimientos de tierra.
Las labores en ese trayecto intermedio de 2,8 km incluyen la intervención de los seis carriles existentes, así como la superficie de ruedo y su base. Asimismo, contemplan trabajos en marginales, aceras de 3,2 metros, bahías de buses y ciclovías.
Una vez completada esa etapa, se iniciarían las intervenciones en los intercambios, donde se construirán dos pasos elevados de tres y cuatro niveles con seis carriles de circulación en el caso de Taras y cuatro en La Lima, en donde también se habilitarán dos carriles más para los vehículos que circulen desde y hacia el sector de El Guarco.
En el intercambio de Taras se construirá una rotonda a nivel de la vía actual, que permitirá el acceso a San Nicolás de Cartago. En la parte superior se dispondrá de tres carriles por sentido, para que los vehículos que circulan desde la carretera Florencio del Castillo hacia Cartago o viceversa, transiten sin detenerse. Además, en ese cruce se contemplan retornos, carriles de acceso y conexiones con vías marginales.
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En el cruce de La Lima es donde se levantará la obra más compleja, ya que se pretende construir dos rotondas, un paso inferior y un túnel, con lo que el intercambio, en total, tendría cuatro niveles en los distintos sentidos de circulación.
Ese intercambio dispondrá de cuatro carriles elevados (dos por sentido) para entrar o salir de la carretera Interamericana Sur hacia la ruta 10, que es la que pasa por el centro de Cartago hacia Turrialba. También habrá otros dos carriles elevados (uno por sentido) para mantener el desplazamiento continuo sobre la Interamericana Sur o ruta 2, entre La Lima y El Guarco.
Las rotondas, que se ubicarán a nivel, permitirán el intercambio hacia uno u otro de estos pasos elevados; mientras que el paso inferior privilegiará el acceso desde la ruta hacia el centro de Cartago.
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El proyecto para agilizar el paso de más de 40.000 vehículos que transitan por ese sector, arrastra atrasos prácticamente desde la orden de inicio, girada en diciembre del 2020. El plazo de ejecución inicialmente concedido a la empresa era de 28 meses, pero a la fecha y luego de haber consumido más del 50% de ese tiempo, el avance es de apenas el 8%.
Además de la más reciente paralización, el consorcio a cargo también había suspendido labores entre agosto y octubre del año pasado alegando atrasos en pagos. Meses antes, la obra también sorteó retrasos a causa de problemas de diseños y traslado de servicios públicos.
El proyecto, tiene un costo de $57,9 millones, recursos que provienen de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).