La nueva planta geotérmica Pailas II, que se alimenta del calor del volcán Rincón de la Vieja, en Guanacaste, comenzó operaciones con fallas en válvulas que controlan el paso de vapor y el agua –a altas temperaturas– que mueven la turbina generadora de electricidad.
Eso provoca que este proyecto de $366 millones requiera, en algunos momentos, la intervención de trabajadores que estén atentos a cerrar manualmente esas llaves (con un manubrio), pese a que el sistema debería ser automático o manejado con un control de distancia.
Las complicaciones se dan a lo largo de las tres secciones que integran el parque geotérmico, constituido por 21 pozos perforados de hasta 2,2 km de profundidad que se conectan a la central de generación mediante una red de tubería de 14 kilómetros, en donde la temperatura puede superar los 150 grados centígrados.
Pailas II fue inaugurada el 23 de julio luego de seis años de construcción (comenzó en abril del 2013) y se ubica en Curubandé de Liberia, a cinco km del volcán. Gracias al calor que se extrae del subsuelo, mueve la turbina que genera 55 megavatios (por ejemplo, suficiente para 137.000 hogares).
Desde el 4 de junio comenzó a producir electricidad, lo cual hace sin problemas pese a los defectos en las válvulas.
El Departamento de Gestión de Adquisiciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) evidenció las fallas en un informe del 18 de junio, en el cual, urgió a la entidad a exigir que el contratista dé “una solución integral a los problemas presentados en las válvulas” con el fin de que estos equipos “puedan operar de manera desatendida (sin intervención de operarios)".
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Planta en detalle
Pailas II se inauguró el 25 de julio y el Gobierno la presentó como la geotérmica más moderna del área. Conozca cómo funciona.
FUENTE: ICE || c.f. / LA NACIÓN.
Documentos en poder de La Nación revelan que a la fecha de su puesta en marcha faltaban pruebas de equipos que tuvieron que cambiarse por algunas fallas, y quedaban pendientes soluciones definitivas para otras.
Se trata específicamente de nueve problemas señalados en el oficio 56170-022-2019, del 18 de junio, enviado por el encargado de Adquisiciones de Pailas II al coordinador de Adquisiciones de Ingeniería y Construcción del ICE.
Otro documento del 30 de julio, casi dos meses después de su entrada en operación y una semana después de la inauguración, revela que la situación persistía.
‘No representan riesgo’
El ICE asegura, sin embargo, que la planta está en fase de pruebas y que opera “a plena carga, de forma confiable y segura”.
“Desde ese día (4 de junio), empezó la fase de pruebas, en la que la generación de la planta varía de acuerdo con los diferentes escenarios evaluados. Este proceso se extenderá hasta que se alcance el nivel técnico requerido para iniciar la operación comercial”, dijo.
Advirtió, además, que estas instalaciones se componen de “sistemas y dispositivos complejos”.
“Los procedimientos de operación del complejo geotérmico Las Pailas son los correctos y no representan riesgo para el personal ni las instalaciones”, garantizó la institución.
La geotermia consiste en la extracción de vapor del subsuelo volcánico para generar electricidad, por eso es la única fuente renovable conocida que no depende de las condiciones climáticas. Esta característica permite disponer de un recurso firme, confiable y de larga duración, las 24 horas y todos los días del año.
En el caso de Pailas II, del 1.° de julio al 5 de agosto ha aportado 29,5 gigavatios hora (GWh) al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El gobierno proyecta que en un año aporte 410 GWh. A esta planta, la sétima geotérmica que tiene el país, se le considera “la más moderna de su tipo en Centroamérica y el Caribe”.
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Los equipos
Los defectos aparecieron en válvulas neumáticas y controles de actuadores hidráulicos (motores hidráulicos).
Estas válvulas neumáticas controlan y distribuyen aire comprimido, en este caso vapor, por el circuito de tuberías. Entretanto, los actuadores hidráulicos son dispositivos mecánicos que aportan fuerza para mover otros aparatos, como las válvulas neumáticas.
Su operación es automática para asegurar la integridad del complejo cortando de forma expedita el paso del vapor o agua entre los pozos, la casa de máquinas u otras partes del complejo ante contingencias como, por ejemplo, un corte de energía de emergencia o fluctuaciones de potencia procedentes de la casa de máquinas.
El documento del 18 de junio, sin embargo, alerta sobre la necesidad de una intervención “definitiva e inmediata” de parte del contratista en Pailas II para tener una solución integral a problemas justo en esas válvulas y actuadores.
Por ejemplo, una válvula neumática se cambió porque no cerraba automáticamente, podía provocar fugas y solo se accionaba por completo con un manubrio (manualmente)
Otra válvula tampoco cerraba del todo al operarla de forma automática.
El contratista realizó un cambio general de mangueras, puso válvulas de mayor diámetro y varió otros componentes, sin que todavía esos arreglos hayan sido sometidos a pruebas de seguridad para comprobar que funcionan correctamente.
En otro punto del campo geotérmico se detectó la ausencia de un regulador de velocidad para la apertura de otra válvula neumática. Si bien se instaló un regulador provisional externo al equipo original, sigue pendiente “la subsanación definitiva de esta no conformidad”.
La Dirección Corporativa del ICE admitió que maneja manualmente parte de los equipos porque “no hay ninguna restricción técnica para que Las Pailas II funcione de una u otra forma, ya que su diseño permite la operación manual y automática con los mismos resultados productivos”.
También reconoció que un tipo de válvula (no especificó modelo) en todas las estaciones de separación de vapor y agua siguen ajustándose para asegurar su correcto funcionamiento desde el tablero de control. Mientras, se recurre a operación manual hasta que se garantice la precisión debida.
El ICE confirmó que ya hizo una “parte significativa del pago” al contratista, al tiempo que el contrato está cubierto por una garantía de cumplimiento, “que se aplicará de ser necesario”.
La entidad asegura que reclamará en caso de que algún elemento no se desempeñe de manera óptima. Incluso, admitió que ya impuso una multa por atrasos en entrega de equipos, no dijo por cuánto.
Sistemas de emergencia
Los problemas incluso alcanzan sistemas de emergencia.
El documento asegura que una válvula de alivio (dispositivo de seguridad para atenuar subidas de presión del vapor o agua confinados en las tuberías) se abre en casos de alta presión como se esperaría pero no cierra automáticamente al bajar la presión.
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“Solo se puede cerrar con manubrio”, confirma el escrito del 18 de junio que agrega la necesidad de vigilar esa situación y, de ser necesario, cambiar la válvula pues el ICE no acepta reparaciones.
Otra válvula de emergencia logra abrirse en casos de alta presión pero se detiene al 30% de apertura y luego ni cierra, ni abre: solo puede accionarse manualmente. Una requiere calibraciones y ajustes por problemas de sincronización cuando recibe un comando remoto.
“Tiene una respuesta lenta, provocando que no regule el nivel adecuadamente generando niveles muy altos o muy bajos. (Se notó que el comando le envía cambios de posición muy pequeños lo que hace la válvula tome mucho tiempo para regular el nivel de un tanque)”, refiere el escrito.
Por ahora, no hay fecha para realizar pruebas de los arreglos recientes, ni soluciones definitivas, señala el oficio del 30 de julio (56170-026-2019) del encargado de Adquisiciones de Pailas II al coordinador de Adquisiciones de Ingeniería y Construcción del ICE.
El 16 de setiembre del 2016, inauguró la hidroeléctrica Reventazón (Siquirres, Limón), a un costo de $1.567 millones. La planta presentaba, sin embargo, una fuga de agua en el vertedero de excedencias de la millonaria estructura.
El costo provisional de los arreglos habría superado los $15,5 millones. Sin embargo, el ICE permanece sin actualizar el monto usado en las reparaciones.