Para sostener el traslado de pasajeros entre Alajuela, Heredia, San José y Cartago, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) gestiona la compra de entre ocho y diez trenes nuevos.
Esa adquisición en la que invertirá $52 millones provenientes de un crédito intenta resolver la reducción de la flotilla producto de colisiones, el deterioro de las unidades y el aumento de la demanda.
La idea es que esos ferrocarriles sostengan el servicio hasta que se concrete la construcción de la primera fase del tren eléctrico, la cual está programada para el 2021.
El Incofer ya envió a ocho fabricantes una lista con los detalles de los trenes que requiere; seis respondieron que están en capacidad de suministrarlos. De esos seis, tres indicaron que también ofrecen trenes híbridos (diésel-eléctricos).
Esa condición permite pensar en que las máquinas nuevas podrían usarse en el futuro tren eléctrico. Sin embargo, el Infofer aclara que no.
¿Por qué no podrían utilizarse? El ancho de la vía actual (1,067 metros) no es el mismo que usará el Tren Rápido de Pasajeros (TRP) que vislumbra el Poder Ejecutivo. Los TRP manejan anchos de línea férrea estándar (1,4 mts).
Entonces ¿Por qué invertir $52 millones en ocho o diez trenes para el sistema ferroviario actual? ¿Por qué hacer esa compra cuando el tren que conocemos está a punto de desaparecer según los planes del Gobierno?
"Sea híbrido o diésel no son compatibles (con el futuro tren eléctrico), pero nos dan sostenibilidad en la operación hasta que todo el proyecto eléctrico esté terminado", dijo Elizabeth Briceño, presidenta ejecutiva del Incofer.
La falta de trenes es tan seria que en noviembre del 2017 el Incofer tuvo que suprimir 104 viajes de su programación diaria por averías en los trenes, esa medida representó dejar de trasladar 3.000 personas por día.
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En ese momento, solo ocho de los 13 trenes Apolo estaban disponibles; cinco estaban fuera de uso debido a los daños sufridos en los choques entre ferrocarriles ocurridos entre 2016 y 2017.
En la actualidad, solo siete de esos aparatos están en uso.
Otra justificación de Briceño para realizar la inversión en vagones es la posibilidad de instalar el servicio de transporte de personas en Puntarenas y Limón, un plan que aún está en pañales.
"El estudio socioeconómico realizado en el perfil indica que la recuperación de estos equipos se hace en menos de cinco años", agregó la jerarca del Incofer.
De acuerdo con el Instituto, los nuevos vagones estarán en el país a finales del 2019 o inicios del 2020, eso representa un cambio de planes, pues en noviembre del 2017 Briceño dijo, en una entrevista con La Nación, que los primeros tres llegarían a finales del 2018.
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"Se hacen entregas parciales, yo pienso que a finales de 2018 podrían estar las primeras tres unidades", declaró la presidenta ejecutiva en aquella oportunidad.
Demanda sube
En los primeros tres trimestres del 2016 viajaron 2.872.000 personas. Ese número corresponde a los viajeros de las rutas Heredia-San José, Pavas-Curridabat, San José-Cartago y Belén-San José.
En esos mismos trayectos, durante el 2017, se movilizaron 2.894.000 usuarios. A esa cifra hay que sumar los 101.000 clientes de la línea Alajuela-Heredia.
San José-Heredia se mantiene como la ruta más utilizada con 1,3 millones de pasajeros hasta setiembre del 2017. Ese trayecto registró 1,2 millones de pasajeros entre enero y setiembre del 2016.
La segunda ruta más usada es San José-Cartago. Sin embargo, experimentó un descenso entre enero y setiembre del 2017.
En ese periodo del 2016 contabilizaron 693.000 viajeros y en el mismo plazo del 2017 registraron 610.000.
Para el Incofer, la fidelidad responde al tiempo que se ahorran las personas en este medio de transporte.