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San Carlos. Este viernes 19 de agosto, los trabajos de instalación de dos puentes bailey en Florencia de San Carlos cumplieron un mes de haberse iniciado, sin que estén cercanos a terminar.
Las labores para colocar las estructuras sobre los ríos Santa Clara y Santa Rita tomarán varias semanas más, según dijeron a La Nación los encargados de las obras y los propios lugareños, durante un recorrido que realizó este medio el jueves 18.
Los tiempos distan mucho de las expectativas del presidente Rodrigo Chaves, quien el 2 de julio advirtió de que los pasos debían estar puestos en siete días. “Si esta semana no se reinstalan esos puentes de donde están, a donde tienen que estar, va a haber consecuencias, consecuencias para las personas que se atraviesen. Sépanlo”, profirió.
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También se quedaron cortos los tres días de plazo que estimó el jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Luis Amador, según manifestaciones del 4 de julio, día en que las piezas fueron trasladadas a la zona norte para sustituir los pasos arrasados a consecuencia de las lluvias que causó la tormenta Bonnie, el 28 de junio.
Los trabajos incluso tuvieron que esperar a que el MOPT contratara a una empresa que asumiera la obra, pues ni esa institución ni el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) tienen personal capacitado para realizarla; el que había, se jubiló. De ahí que se le encargara a la constructora HyM.
Así, las estructuras bailey donadas por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) comenzaron a instalarse el 19 de julio, 17 días después de que el mandatario lanzara la advertencia.
Con el comienzo de los trabajos, se reconoció que ni los tiempos del presidente ni los tiempos del ministro estaban apegados a la realidad.
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La ahora exdirectora del Conavi, Hannia Rosales, había explicado a La Nación, a finales de julio, que colocar un solo puente bailey toma al menos mes y medio, pues aparte de contratar una empresa, hay que armar la estructura y realizar una serie de tareas, como la corta de árboles, mover cables y limpiar terreno si se necesita hincar pilotes.
En el caso de San Carlos, también fueron necesarios trabajos de topografía y estudios hidráulicos e hidrológicos.
A la expectativa
Ambos puentes bailey se colocan en caseríos del distrito de Florencia. Los poblados llevan los mismos nombres de los ríos: Santa Clara y Santa Rita.
El camino que quedó interrumpido en Santa Rita con la caída del paso comunica con el caserío de Santa Clara, el otro pueblo afectado, así como con Pénjamo y con Bajo Los Rodríguez de San Ramón. El puente de Santa Clara conecta con Santa Rita y Bajo Los Rodríguez.
Según comentaron trabajadores responsables de instalar la estructura a dos carriles del puente de Santa Clara, este tomaría un mes más. Mientras tanto, hay un paso por el río para la maquinaria pesada que se utiliza en la obra y un puente peatonal, que también lo utilizan ciclistas y hasta personas en motocicleta.
En este sector se unen el río Santa Clara con el Quebrada Grande, por lo que el cauce toma mucha fuerza, como ocurrió durante la tormenta.
Para terminar el puente de Santa Rita, se estiman unas tres semanas más de trabajos. Aquí se habilitó temporalmente el puente viejo pero solo para vehículos livianos, por lo que hay límites de peso y altura. Muy cerca, continúa trabajando la maquinaria municipal, pues todavía quedan por limpiar escombros dejados por Bonnie.
En ambos pasos, serán los próximos aguaceros los que terminen de definir cuándo acabarán las obras de instalación, pues si hace mal tiempo la labor podría atrasarse y los tiempos quedarían aún más lejos de los dispuestos por el Gobierno.
Los vecinos, por su parte, ya estaban claros en que los anuncios del presidente y del ministro eran imposibles de cumplir, dada la magnitud del desastre.
“Tres días era demasiado poco por la situación grave de los daños que provocó el río. En realidad, yo calculaba que apurándose bastante o poniendo más cuadrillas, calculo unos cuatro meses”, comentó Nelson Rojas Rojas, un vecino de Santa Clara.
Para Francisco Méndez Ramírez, al principio iba “muy lerdo” pero ya ve que avanza. “Ahí vamos, ojalá quede bien, el presidente dijo que tres días, ¡diay! Yo soy uno de los más perjudicados porque tengo un negocio; habrá que esperar a ver qué pasa”, aseveró.
