El plan original de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) era comenzar la renegociación de la convención colectiva de sus trabajadores en marzo, pero el nuevo coronavirus lo puso en espera.

Ahora, la nueva realidad del país y la empresa impuesta por la pandemia, se reflejará en las conversaciones que entablarán con el sindicato en algún momento de este año, afirma Andrea Centeno, presidenta ejecutiva de Japdeva.

Esa negociación también estará condicionada por las disposiciones de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, como enfatizó la jerarca.

Por ejemplo, esa legislación establece que los trabajadores con beneficios de pago de cesantía mayores a ocho años se les debe respetar esa condición, pero en ninguno de los casos se podrá exceder el límite de 12 años.

Las convenciones colectivas son acuerdos entre patronos y trabajadores para elevar las garantías y beneficios del Código de Trabajo. Tienen rango constitucional.

Los aspectos establecidos en ese documento deben ser respetados por ambas partes y solo pueden modificarse tras un proceso de denuncia y renegociación.

En el caso de Japdeva, los beneficios adicionales incluidos en la convención colectiva tuvieron un costo ¢12.000 millones en 2018, el dato correspondiente a 2019 aún no está disponible. La última vez que se modificó ese instrumento fue en el gobierno anterior.

La convención vigente incluye hasta un mes de vacaciones, permisos con goce de salario para delegados sindicales y hasta 100 días hábiles de permiso con goce de salario al año para que miembros de la Junta Directiva atiendan las obligaciones propias de sus cargos. También incluye autorizaciones para dar licencias con goce salarial para cursos y seminarios nacionales e internacionales hasta por un plazo de tres meses.

Asimismo, contempla licencias pagadas para distintos fines, como mudanzas (1 día y hasta tres mudanzas por año), matrimonio de hijos (dos días), matrimonio del trabajador (7 días), fallecimiento del cónyuge, padres, hijos y nietos (5 días), fallecimiento de los abuelos (5 días) y nacimiento de hijos (5 días), entre otros.

También dispone una serie de pluses salariales de distintas categorías.

Realidad y legislación

Para la presidenta ejecutiva, sería muy aventurado decir en este momento qué cosas cambiarán para el próximo acuerdo.

“En este punto no podría decir eso, estamos en una revisión legal del texto, lo estamos pasando sobre el filtro de cuáles son las adaptaciones que exige la nueva legislación”.

Otro aspecto a considerar, según Centeno, es la nueva realidad de Japdeva. La entidad perdió el manejo del 67% de la carga, que fue asumida por la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) en manos de la concesionaria holandesa APM Terminals.

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Ese cambio implicó una reducción de ingresos y una drástica reducción de personal por medio de jubilaciones anticipadas, traslados a otras entidades o pago de bonos como incentivo para dejar la institución.

A enero de 2020, la factura mensual de Japdeva en salarios era de ¢971 millones. Mientras que enero de 2019 era de ¢2.913 millones.

Pese a los recortes, Japdeva aún tiene un déficit operativo de ¢1.900 millones.