Trabajadores cesados por Japdeva se quedaron, por ahora, sin el pago de sus prestaciones por “falta de sistemas informáticos”. Esa, al menos, fue la explicación que dio la Gerencia General en un comunicado que circuló la tarde de este martes.
“Queremos comunicarles que por asuntos fuera de nuestro control debido a falta de sistemas informáticos, estamos sufriendo atrasos para el cálculo y depósitos de sus extremos laborales”, dice el documento firmado por Anner García Obregón, gerente general de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Se desconoce cuántas personas están en el proceso de despido ni desde cuándo se presenta la falta de sistemas. La Nación hizo consultas a la entidad, pero al final de la tarde no se tuvieron respuestas.
Japdeva si envió un escrito titulado “aclaración pública”, en el que confirma que la entidad está en proceso de liquidación de las personas cesadas para efectuar el pago de sus extremos laborales.
“Se aclara que todos los procesos se elaboran de manera manual y contempla un control minucioso contable por cada caso, donde intervienen diferentes unidades”, dijeron.
Específicamente citó siete unidades que van desde la Presidencia Ejecutiva, Recursos Humanos y Planillas hasta la Oficina de Becas. Aseguró que “todos realizan esfuerzos” para concretar los pagos a los “excompañeros”.
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Los despidos serían parte del plan de transformación de la empresa, que implica el recorte de su planilla. En la actual administración se han cesado a 212 plazas, pero todavía quedaban 353, cifra que debe reducirse a 275 para alcanzar el “equilibrio operativo”, según explicó la semana pasada, Sussy Wing, presidenta ejecutiva de la institución, al comparecer ante los diputados de la Comisión de Limón.
La jerarca informó a los legisladores que la entidad acumula pérdidas por ¢7.665 millones y aseveró que el puerto de Moín “literalmente se está cayendo”.
El mes pasado, incluso, una de las dos grúas resultó dañada por el choque de un barco y el arreglo se estima en $6,5 millones. Todavía no está claro si será la empresa dueña barco la que asumirá el costo de la reparación o sería la Junta. No obstante, la entidad no tiene póliza.
Grave situación
Ante el panorama, esta “falta de sistemas informáticos” sería otro capítulo de la situación que encara Japdeva.
Wing dijo a los legisladores que llegarán a fin de año con el dinero justo para pagar planillas, aguinaldos y salario escolar; luego quedarían con un remanente mínimo que los pone en riesgo, en caso de que ocurra una eventualidad.
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La crisis financiera de Japdeva lleva años y persiste pese a los rescates financieros recibidos, por ¢55.000 millones, sin posibilidad de que haya más, como lo advirtió el presidente de la República, Rodrigo Chaves.
La situación de la empresa portuaria se agravó en el 2019 cuando entró en operaciones la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), pues significó perder la atención de la carga en contenedores, es decir, el 80% de sus ingresos.
Sin embargo, el cambio estaba previsto desde el 2012, sin que Japdeva se preparara con otro modelo de negocio.