Japdeva terminará el 2022 con los remanentes de los créditos de salvamento recibidos en los últimos años, gracias a los cuales podrá pagar el aguinaldo y el salario escolar a los 353 empleados que mantiene en planilla, pero concluirá el periodo arrastrando poco más de ¢7.000 millones en pérdidas.
No obstante, esos resultados no son nada sorprendentes si se comparan con los hallazgos del informe de una auditoría externa entregada en agosto, en el cual se señalan una serie de persistentes debilidades de gestión.
Según este, la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) ni siquiera sabe con claridad los bienes que posee; maneja cuentas en archivos de Excel, carece de pólizas de seguro para sus activos y mantiene manuales de procedimientos desactualizados.
El documento elaborado por la empresa Carvajal Audit & Consulting, al cual este medio tuvo acceso, detalla, por ejemplo, que de los nueve terrenos de la Administración Portuaria que se encuentran registrados en el sistema financiero de la entidad, solamente tres de ellos están debidamente inscritos ante el Registro Nacional y cuentan con su respectivo plano catastrado.
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En total, la entidad tiene registrados 14 terrenos ( 9 de la Administración Portuaria y 5 de la Administración de Desarrollo) en sus archivos y en el Registro Nacional se encuentran inscritas 23 propiedades.
“Mediante la consulta realizada en la página del Registro Nacional, por medio de la cédula jurídica, determinamos que no existe una conciliación de los terrenos de Japdeva, con el registro de la propiedad que pruebe la pertenencia de dichos terrenos”, cita el documento en referencia a hallazgos que habían sido señalados anteriormente y que no han sido atendidos.
Sobre ese particular, la Administración respondió que se deben actualizar registralmente inmuebles que están bajo la administración de Japdeva, pero cuyos traspasos no se completaron.
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En ese mismo apartado, se indica que hay 73 activos incluidos en la cuenta de edificios, mientras que en la información de los avalúos realizados en el año 2010 se habla de 92 edificaciones.
En la auditoría también se advierte de que muchos de los activos que se detallaron no se localizan físicamente y que los que se pueden localizar carecen de una identificación (número de activo), presentan un centro de costos que no corresponde con su ubicación física, o bien, se encuentran asignados a exfuncionarios de la institución.
Otra de las inconsistencias encontradas se relaciona con la asignación de los períodos de vida útil de los activos, planta y equipos. Además, no es posible verificar las depreciaciones de esos bienes, pues ninguno de los reportes ni archivos contienen datos de la vida útil, mejoras o revaluaciones de estos.
Sobre ese tema, la especialista en finanzas de la institución, Edith Arias, aseguró la semana pasada ante la Comisión de la provincia de Limón, que en general, los equipos se han depreciado en un 34% en los últimos años debido a la falta de mantenimiento.
Sin pólizas
El documento de la auditoría también hace énfasis en que la ausencia de pólizas se dio por disposiciones de la administración anterior, pues se consideró que el Instituto Nacional de Seguros (INS) no brindaba las coberturas requeridas por la entidad.
No obstante, añade que las autoridades actuales indicaron que para este año se estaban realizando análisis con diferentes aseguradoras que brinden las coberturas adecuadas.
Esa labor, a la fecha no se ha concretado. Durante la comparecencia ante los diputados de Limón, el pasado 24 de noviembre, la presidenta ejecutiva, Sussy Wing, confirmó que la entidad no cuenta con pólizas de seguro para sus bienes.
Wing dijo además que actualmente no han podido reparar uno de los dos remolcadores con los que cuentan por falta de recursos. Sobre la situación general del puerto afirmó que “se está cayendo” por la falta de atención.
Cuentas por cobrar en Excel
De acuerdo con el informe, a pesar de que desde años atrás se señalaron debilidades en el manejo de cuentas por cobrar a exfuncionarios por salarios pagados de más, estas no han sido debidamente atendidas.
En algunos casos, los archivos no se encuentran conciliados o no existen, además hay cuentas por cobrar a extrabajadores que “presentan una antigüedad importante”, algunas de estas en vía judicial que incluso podrían ya haber prescrito.
“No se cuenta con un sistema de cuentas por cobrar debidamente conciliado con el saldo contable, es así que la Administración recurre a la ayuda de hojas electrónicas de Excel (...). Aunado a lo anterior, no se cuenta con una cédula de antigüedad de saldos, con el fin de determinar si la Administración lleva el control de las cuentas por cobrar de manera oportuna”, concluye el documento.
Asimismo advierte de que se identificaron varias gestiones de créditos pendientes de cobrar con una “antigüedad importante” a las que no se les ha realizado una gestión de cobro administrativo. Esa partida tenía un saldo de ₡281 millones al cierre del 2018 y según esta última auditoría ese descubrimiento aún no se ha corregido.
En otro de los hallazgos también se menciona que el Departamento de Tecnologías de la Información no dispone de un plan de contingencias y continuidad para la organización en el cual se describan los protocolos, procesos críticos y demás recursos necesarios para garantizar la continuidad de los servicios.
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Precisamente este martes, circuló un comunicado en el que se informó que un número no detallado de trabajadores cesados no recibirían el pago de sus prestaciones por una falla en el sistema informático.
Posteriormente la entidad indicó que todos los procesos se elaboran de manera manual.
‘Como una pulpería’
Durante la comparecencia de la jerarca de Japdeva, diputados limonenses señalaron varias de las deficiencias que fueron detectadas por la auditoría.
Incluso, la diputada oficialista Ada Acuña comparó el manejo de la entidad con el de una “pulpería” debido a la cantidad de falencias mencionadas.
“Me llama mucho la atención cómo hay algunas instituciones que se han manejado como pulperías, cómo es posible que Japdeva no tenga pólizas para sus equipos, no se tiene claro, no sé cuantifica cuál es el verdadero patrimonio de Japdeva porque no está ni en el registro de la propiedad”, apuntó.
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Por su parte, la legisladora liberacionista Katherine Moreira, se refirió este martes al daño en los equipos por la ausencia de mantenimiento.
“Es lamentable como Japdeva tiene una depreciación acelerada y la falta de mantenimiento de sus equipos (...). No podemos permitir que las cosas se echen a perder cuando ese mismo equipo nos va a dar la oportunidad de buscar nuevos negocios y nuevas formas de poder generarle ingresos a Japdeva”, manifestó.
Moreira criticó que se está permitiendo “adrede” el deterioro de equipos y maquinarias, por lo que deberían revisarse las decisiones que llevan a esas condiciones.
La Nación consultó por medio del departamento de prensa de la entidad qué medidas se están tomando para atender lo señalado en la auditoría, conocida desde agosto, y cuáles de esos aspectos ya están siendo subsanados, pero no se tuvo respuesta.
Durante su interpelación en la Asamblea, Wing reconoció que actualmente están abocados a “un montón de temas”, pero no cuentan con los ingresos para desarrollar otras actividades enfocadas en el fortalecimiento de la institución. “Nosotros no contamos con los ingresos, apenas y sobrevivimos para pagar las planillas por mes”, afirmó.
Según dijo, por ahora el plan es continuar con lo estipulado en la Ley de Transformación para llegar al punto de equilibrio y a partir de ahí comenzar a hacer mantenimiento de equipos en instalaciones, equipo marino y de seguridad.
De acuerdo con la información que Wing y su equipo brindaron ese día, en los últimos años el principal gasto de la entidad ha sido el pago de planillas, incluso en el 2019 y 2020, ese rubro superó el 100% de los ingresos. Es decir, la entidad pagó más en salarios que lo que produjo en total. Actualmente, ese monto representa el 72% de la operación debido a los recortes de personal que se han venido realizando.
Wing informó de que durante su gestión se han cesado en total 112 personas, con lo que la planilla se redujo a 353 empleados, no obstante la entidad aún no llega a la cifra “ideal” que le permitiría alcanzar el equilibrio operativo, la cual es de 273 personas.
La previsión es que Japdeva termine este año con un saldo contable de ₡113 millones, por lo que a partir del próximo año deberá mantenerse con lo que la misma institución genere.