Un nuevo informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) señaló que la ruta 27, entre San José y puerto Caldera, presenta un aumento en los deterioros del pavimento.
Aunque el Laboratorio calificó la condición general de la ruta como buena, indica que se mantiene la tendencia de los últimos años con incremento en el tipo de daños como piel de lagarto, baches, exudación y desprendimiento de materiales, así como en la cantidad de kilómetros con grietas.
Tras realizar pruebas con equipos para determinar el agarre superficial de la vía, se determinó que el sentido San José-Caldera presenta condiciones “muy deslizantes”, mientras que el sentido Caldera-San José, se encuentra en la categoría de “deslizante”. Las evaluaciones realizadas, concluyeron que la carretera presenta una condición “fuera de los valores estipuladas en el contrato”.
El documento añade que más de un 67% de la longitud de la troncal principal presenta valores regulares en el rango del Índice de Regularidad Internacional (IRI) que mide el confort al conducir sobre la vía. El restante 36% corresponde a una condición buena.
En las radiales, la condición predominante es la regular, con porcentajes promedio de 80% de la longitud de cada radial en esta categoría, por lo que se recomienda implementar un programa de mantenimiento rutinario, para evitar deterioros prematuros y de forma acelerada.
Taludes de ruta 27
En relación con los taludes, el Lanamme indicó que desde el año 2010 se ha registrado un total de 63 deslizamientos. Uno de los sitios que continúa con inestabilidad es el talud en el kilómetro 38+600, donde se han seguido presentando deslizamientos que además afectan la vía férrea.
En el talud del estacionamiento 40+700, recientemente se han observado los primeros signos de erosión debido a la falta de protección superficial, dado que los materiales que conforman el talud son susceptibles a esos efectos.
Además se hace alusión al hundimiento en el km 44+500, donde se construyó un viaducto como solución definitiva al problema. Para este punto se recomienda considerar de forma preventiva una protección superficial adaptada a estas condiciones, para evitar la caída en la carretera de materiales como suelo o rocas. Asimismo, implementar un sistema de monitoreo para evaluar la estabilidad del terreno que soporta los bastiones del viaducto.
El informe fue realizado entre julio del 2022 y junio del 2023 e incluyó pruebas de capacidad estructural, funcional y de agarre superficial; concluyó que las notas obtenidas califican la ruta en buenas condiciones al comparar los resultados de esta última campaña contra campañas anteriores.
La Nación solicitó a la agencia de comunicación de la concesionaria a cargo de la carretera, brindar una reacción a los señalamientos contenidos en el informe, sin embargo, al cierre de esta nota la misma se encontraba en gestión.
Otras condiciones
Adicionalmente, el Laboratorio evaluó en otro informe, las condiciones de seguridad vial y movilidad segura, mediante el cual se hizo un inventario de los sistemas de contención y señalizaciones.
En el caso de los primeros, se encontró que hay 441 elementos en mal estado; de los cuales, un 94% se identificó en condición deficiente y un 6% colisionado.
En relación con las señales verticales se evidenció que de las 1.444 señales identificadas sobre la troncal principal, un 87 % se clasificaron en buen estado, un 6 % en estado regular y un 7 % en mal estado.
La demarcación horizontal presenta 1.321 tramos y sitios a través de toda la ruta, equivalente a 11,3 km de líneas continuas y 6,3 km de líneas discontinuas con una clasificación en mal estado.
Además se analizaron los nueve sitios con mayor ocurrencia de atropellos y ocho tramos de concentración de choques viales sobre la troncal principal, por lo que se recomienda realizar un análisis de accidentabilidad, para identificar zonas conflictivas para los usuarios y oportunidades de mejora en todos los elementos de seguridad vial.
A nivel de movilidad segura y seguridad vial se evidenciaron deficiencias en condiciones como señalamiento vial, diseño de los márgenes de carretera, sistemas de contención vehicular, conectividad entre centros atractores y generadores de viajes peatonales, infraestructura peatonal en general e infraestructura destinada al transporte público.
También hay falencias en los márgenes de carretera, donde se presentan anchos de espaldón interno y externo insuficientes, cunetas con sección riesgosa, así como luminarias, pilas o postes de señales que representan riesgos para los usuarios. Las barreras semirrígidas y barreras de concreto presentan elementos que irrumpen la continuidad del dispositivo, condición que limita su funcionamiento como sistema y podría aumentar la severidad de un choque vial.