Las tarifas de luz que pagan 1,9 millones de abonados del país se verán afectadas a partir de enero del 2025 por una deficiente planificación de las inversiones y las estimaciones de demanda eléctrica por parte de quienes administran el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
El regulador general, Eric Bogantes Cabezas, advierte que no se ha construido ninguna planta nueva que agregue potencia energética. A eso, el exministro de Energía, Édgar Gutiérrez Espeleta (2014-2018) suma que las decisiones que se toman “son puras ocurrencias a falta de planificación a mediano plazo" y el también exministro de Energía, Carlos Manuel Rodríguez Echandi (1998-2000, 2002-2006 y 2018-2020), agrega la existencia de un problema de fondo en la gestión de plantas de generación del ICE.
Salvador López Alfaro, ingeniero eléctrico que dirigió por 15 años, hasta 2022, el Centro Nacional de Control de Energía (Cence) del ICE, afirmó que el problema de falta de fuentes de generación es resultado de la incapacidad y desconocimiento en la operación del sistema eléctrico de las actuales autoridades.
Pero hay más elementos: las contradicciones en la toma de decisiones. En dos años, el presidente ejecutivo del ICE, Marco Acuña Mora, pasó de anunciar la venta del 47% de todas las plantas térmicas por considerarlas muy costosas, como lo dijo el 4 de agosto del 2022, a informar que construirá una megaplanta térmica en Limón, como lo afirmó el pasado 26 de setiembre ante diputados. El proyecto –no detallado– contempla 350 megavatios (MW), 200 MW más que la planta térmica Garabito, en Puntarenas, la más grande del país.
Aunque había anunciado la venta de las plantas, ninguna cambió de manos y el ICE hasta debió contratar de manera urgente generación térmica adicional de dos compañías privadas, por un monto de $82 millones, que deberá trasladarse a las tarifas.
Otro elemento de débil planificación es que el 3 de julio, Acuña Mora aseguró en conferencia de prensa, junto al presidente Rodrigo Chaves, que no habría aumentos en las tarifas en el 2025, por efecto del gasto térmico intensivo de 2023 y 2024. Sin embargo, el 26 de setiembre cambió nuevamente lo dicho y admitió que sí habrá incrementos. Lo reconoció al ser interpelado por diputados.
La Nación consultó al Instituto sobre el cambio de dirección de Acuña Mora en el tema de plantas térmicas, si admitía tener dificultades de planificación y si parte de decisiones recientes en el sector tienen motivaciones políticas. Al cierre de esta edición, la empresa seguía sin referirse, aunque la Presidencia Ejecutiva del ICE confirmó el recibido de las consultas.
Enorme gasto por facturar
Esta cadena de deficiencias en planificación tuvo al país al borde de racionamientos de electricidad en mayo, por cuatro horas o más al día. Al final no los hubo porque comenzó a llover y el ICE incrementó la compra de energía a otros países de Centroamérica. También, porque aumentó la producción con sus plantas de búnker y diésel.
Sin embargo, los costos son enormes. La factura acumulada en combustibles, importaciones y ajustes rezagados del 2023 suma ¢147.000 millones, sin cerrar el año. A partir de noviembre el ICE deberá entregar a la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) los gastos en que incurrió con el fin de cargarlos a tarifas a partir de enero para garantizar la sostenibilidad financiera de la empresa estatal.
Hay fallos en decisiones, dice exministro
El exministro de Energía, Carlos Manuel Rodríguez, cuestiona ese vaivén del ICE con las plantas térmicas por decir primero que pondría en venta la mitad, a informar 25 meses después que contratará una aún más grande que Garabito. A su juicio, esto evidencia falta de capacidad técnica y deficiente planificación.
También cuestionó que se prometieran tarifas bajas en la campaña electoral y que luego el país estuviese cerca de apagones programados. Eso genera desconfianza y afecta tanto a los consumidores como la credibilidad del ICE, insistió.
“En este caso, el problema parece radicar en la limitada capacidad del ICE para introducir plantas con otras fuentes de energía y falta de una rendición de cuentas adecuada ante los fallos en decisiones estratégicas en energía que afectan al país en el mediano y largo plazo”, puntualizó.
El regulador general, Eric Bogantes, reforzó la crítica a la planificación al señalar que la empresa no incorporó nuevas plantas de generación del 2019 al 2022, como refleja su Plan de Expansión de la Generación 2016-2035.
Este vacío se dio pese a la rápida recuperación de la demanda energética tras la pandemia. “Hay prácticamente cuatro años en los cuales no se agregó potencia. Esos años fueron los de la covid-19 y toda la planificación del ICE se hizo antes de la pandemia. Entonces, que no haya crecido la demanda en ese período, también favoreció que no hubo presión para crear nuevas plantas”, explicó.
Salvador López, quien dirigió el Centro Nacional de Control de Energía (Cence), cree que hay un desconocimiento sobre cómo operar el sistema eléctrico. Afirmó que en mayo, cuando se alegó que los racionamientos se daban por imprevistos en cantidad de lluvias debido al fenómeno El Niño, no era una justificación.
Explicó que las condiciones de variabilidad climática no han cambiado demasiado en los últimos 50 años y, antes de ser cesado de su cargo, advirtió en 2022 que las plantas térmicas no debían ofrecerse en venta, pues podrían ser necesarias luego.
El exministro Édgar Gutiérrez Espeleta reveló que el gobierno actual desmanteló la Secretaría de Planificación del Subsector Energía (Sepse) de ese ministerio, una entidad que monitoreaba las necesidades de generación del país. Además, indicó que desde 2018 se tenía conocimiento de sequías más frecuentes en años venideros, según el Plan Nacional de Energía 2015-2030.
Desde entonces, insistió, esa hoja de ruta indicaba cuánto era necesario invertir en plantas, cuándo debían entrar a operar y los tipos de fuentes. Cuando se elaboró, dijo que las autoridades del ministerio ya tenían modelos del Instituto Meteorológico Nacional sobre la severidad de sequías y años de muchas lluvias.
Toda la información se comunicó a las autoridades del ICE e insistió que desde entonces se sabía que el fenómeno El Niño ya no estaba previsto cada tres años, sino cada dos.
Gutiérrez concluyó que el ICE priorizó las exportaciones en 2022 para mejorar sus estados financieros y mostrarlo públicamente, lo que agotó las reservas del embalse Arenal justo antes de la llegada de una sequía previamente advertida.
Sin embargo, el presidente Rodrigo Chaves ha sostenido lo contrario. “El ICE está volando, literalmente volando. Manténganse sintonizados”, “la vuelta que ha dado el ICE es insólita” y “una institución que perdía miles y miles de millones al año, hoy es una institución robusta y sólida”, fueron algunas de sus frases el 26 de abril de 2023, al referirse a los resultados financieros del ICE en 2022.
En medio de esta situación, el ICE enfrenta una auditoría de la Contraloría General de la República en la cual se le exige explicar el fundamento técnico para retrasar los incrementos tarifarios por generación térmica con su pedido a la Aresep de ajustar la metodología CVG. Esos incrementos eran trimestrales, pero, por propuesta del ICE, a partir del 2025 serán anuales. Un grupo de 41 personas denunció que se están dando “usos politiqueros” a las tarifas.
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