Las agujas de seguridad ya están en funcionamiento en 74 de los 91 cruces ferroviarios desde Heredia hasta Cartago, según el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Las 17 restantes se activarían a finales de marzo, para completar el proyecto inaugurado en diciembre.
Este martes, entraron en servicio tres dispositivos más: los instalados en la entrada y salida de Heredia, en los cruces de Pirro y Auto Pits, además de la aguja ubicada cerca de la Plaza González Víquez, en San José.
LEA MÁS: Agujas en entrada y salida de Heredia entran en funcionamiento este miércoles
En este mapa puede consultar la ubicación de todas las agujas y cuáles ya están funcionamiento. El proyecto total cuesta ¢4.500 millones.
¡Cuidado agujas!, conductores imprudentes en la vía
Las agujas ni siquiera cumplen tres meses en funcionamiento, pero los conductores imprudentes y los vándalos ya provocaron daños en 56 de estos dispositivos.
Es decir, más de la mitad de los 91 aparatos colocados en los cruces con el tren.
Según el más reciente reporte del MOPT, hay 47 agujas dañadas por colisiones o vandalismo; seis tuvieron que sustituirse y en tres ocasiones se debió cambiar todo el sistema (incluidos los dispositivos electrónicos), por la gravedad de los choques que sufrieron.
Además, han debido reponer 519 metros lineales de cable robado, 22 tapas de registro, 41 pedales (detectores del tren) y 52 protectores de concreto para estos pedales.
“Con el inicio de operaciones en diciembre, establecimos un plan de trabajo para poner de manera progresiva en servicio los dispositivos en los 91 cruces”, dijo el jefe del Departamento de Semáforos, Diego Rugama.
“Sin embargo, la atención de los sistemas que hasta el momento hemos activado, unos 74, nos demanda gran cantidad de tiempo y recurso, retrasando el avance de todo el proyecto... ha sido un gran esfuerzo por mantener los cruces en estado operativo”, añadió.
Arreglar cada aguja puede costarle al Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) entre $300, por daños menores, hasta $15.000 por la barra completa.
Los choferes que estropeen estas máquinas se exponen a una multa de ¢53.340 y a pagar el costo de reparación.
Rugama lamentó que “los daños más cuantiosos se hacen a dispositivos que no tienen ninguna salida en el mercado negro, pues son equipos muy especializados que no tienen mayor valor más que para lo que son utilizados en estos sistemas... son partes muy valiosas para el sistema pero inútiles para otros dispositivos”.
El MOPT llamó a los usuarios de las vías a reportar casos de vandalismo y actividad sospechosa al 9-1-1.