Un rumor que ha andado por las calles de Limón desde hace unos diez años pareciera tomar forma.
El 3 de febrero el consorcio internacional Amega obtuvo el visto bueno del Consejo Nacional de Concesiones (CNC) para iniciar los estudios técnicos, económicos, diseño de planos y gestión de permisos ambientales para construir una megaterminal portuaria de transbordo.
El proyecto, estimado en $1.000 millones, recibiría buques con capacidad superior a 14.000 TEUS ( cada TEU es un contenedores de 20 pies) para luego embarcarlos en otros más pequeños.
Es la primera vez que el Estado avala una iniciativa privada de concesión, pues en el pasado las obras bajo esta modalidad han sido propuestas del Poder Ejecutivo.
A partir de este momento, Amega tendrá 360 días naturales para entregar la información. Luego, el CNC deberá revisar y decidir si concesiona o no la construcción y administración del proyecto.
La fase de licitación será pública y abierta para que cualquier interesado participe.
"Tienen que ahondar más en los estudios, presentarnos órdenes de trabajo. Nosotros verificaremos con nuestros técnicos para ir validando cada uno de los estudios paso a paso", explicó Sylvia Jiménez, secretaria técnica del CNC.
La funcionaria agregó que el interés del Estado en el planteamiento de Amega se debe a la necesidad de especializar los puertos de Limón.
"Tenemos un puerto petrolero, una terminal de contenedores y lo que nos están proponiendo es el manejo de carga mediante una plataforma de transferencia, no es importación y exportación.
"Es el manejo de carga que viene en buques de quinta o sexta generación con capacidad superior a 9.000 TEUS a otros barcos más pequeños", añadió.
Según la normativa, si al finalizar el proceso de licitación, la obra es adjudicada a una empresa diferente a Amega, el adjudicatario deberá indemnizarla por los gastos realizados.
El concesionario deberá pagar un canon al Estado por la administración, similar al que cancelará APM Terminals por la explotación de la Terminal de Contenedores de Moín, que operará a partir de enero de 2018.
¿Qué es Amega?
El consorcio está integrado por las empresas nacionales CMA, dedicados a soluciones tecnológicas, y CDG, consultores ambientales, explicó Julio Castilla, uno de los inversionistas. Además, hay empresarios estadounidenses, canadienses y británicos.
Este diario pidió detalle de las firmas que conforman el consorcio, pero Castilla alegó la existencia de una cláusula de confidencialidad.
De acuerdo con Amega, la megaterminal portuaria estaría ubicada contiguo a la TCM y emplearía a 3.000 personas durante la construcción y 1.000 en la operación.
José Dengo, representante de CDG, manifestó que en el mejor de los escenarios la construcción podría iniciarse en dos años.
Por su parte, José Aponte, gerente portuario de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), declaró que este proyecto sería una nueva e importante fuente de empleo para la región.
Si la obra se vuelve realidad, Japdeva sería el encargado de supervisar la operación del nuevo puerto.