Tras más de una década de escuchar promesas y luego de exigir el asfaltado de la carretera a punta de protestas, los vecinos de Paquera, en Puntarenas, vieron el año pasado como el ansiado proyecto empezaba a tomar forma.
Sin embargo, casi 12 meses después, el avance es poco y la obra de 21 kilómetros que los enlazaría con playa Naranjo no estará lista en setiembre, en la fecha anunciada al inicio.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) otorgó a la empresa Azvi un plazo adicional de tres meses, extendiendo así la entrega al 20 de diciembre de este año.
Eso sí, aseguró el jerarca de ese ministerio, Rodolfo Méndez Mata, se le advirtió a la constructora que esa es la fecha definitiva para entregar el proyecto valorado en $27,5 millones.
“Se le dio un ultimátum, de que esa es la fecha que tienen para entregar”, aseveró el funcionario.
La semana pasada, el ministro y su equipo visitaron el proyecto y la impresión no fue del todo positiva.
“No estamos cómodos con el avance de la obra, porque quisiéramos ver más adelantado el trabajo (...) la preocupación mía era la producción de material, esa fue una observación que les hice”, añadió.
De acuerdo con la Unidad Ejecutora, la obra tenía, a julio, un 19,3% de avance.
Parte de los atrasos señalados en un informe de auditoría elaborado por el mismo ministerio, obedecen a problemas con expropiaciones, relocalización de servicios públicos y a los daños ocasionados por una tormenta tropical a finales del año pasado. En total, por esos eventos se le reconocieron a la firma 104 días adicionales.
A la fecha, incluso se pueden observar postes en medio del trazado donde la maquinaria realiza movimientos de tierra y cientos de metros de tubería de agua potable expuesta.
En ese mismo informe, también se indica que los prestadores de servicios han reclamado que la empresa ha quebrado varios postes, que podrían ser reutilizados y cuyo valor es de ¢100.000. Además, en repetidas ocasiones los vecinos sufren afectaciones por suspensiones de agua, luz o Internet a causa de los daños que provocan las maquinarias a los cableados y tuberías.
Larga espera.
A lo largo de los 21 kilómetros que separan playa Naranjo de Paquera, varios frentes de trabajo realizan obras como rellenos, estabilización de taludes y construcción del sistema de drenaje.
Sin embargo, aún no se ha construido ninguno de los tres puentes que incluye el contrato, no se han hecho pasos de fauna y tampoco pareciera próximo a iniciar el asfaltado.
Esa situación inquieta a los vecinos que llevan esperando por la vía casi tres décadas.
“Las expectativas son amplias, pero no dejan de estar empañadas por ciertos rezagos que se dan dentro de las labores de construcción (...) los puentes tienen un retraso abismal, vamos por la mitad del año y los puentes no arrancan, hay una desesperación de ver que los días pasan y el contrato tiene un plazo, tenemos la incertidumbre de qué va a pasar”, dijo Jacó Méndez del comité de vigilancia de la ruta.
El líder vecinal agregó que les preocupa que vienen los meses más difíciles en lo que a clima respecta, por lo que ven complicado que la promesa de que la vía esté lista en diciembre se cumpla, pues a la fecha incluso hay terrenos que no han sido expropiados.
Según manifestó, tanto empresarios turísticos, como el comercio en general tienen grandes expectativas en que el asfaltado de la vía se traduzca en desarrollo.
“Es prematuro hablar de inversión, algunos han mejorado los puntos de acceso, algunos se han equipado con busetas o lanchas”, detalló.
Por su parte, el Intendente de Paquera, Alcides González , aseguró que la vía traería desarrollo.
“Es un proyecto que se espera desde hace 35 años, ha sido nuestra esperanza tener asfalto porque esta es una zona con una sola vía de acceso que nos conecta con Guanacaste y Puntarenas, de lo contrario saldríamos solo por mar”, dijo González.
El asfaltado, dijo, beneficiaría a los agricultores pues sus productos sufrirían menos en el traslado, también esperan que traiga mayor desarrollo turístico y la llegada de más servicios como por ejemplo gasolineras, supermercados y restaurantes.
Otro de los beneficios están asociados a salud y educación, pues muchos pobladores deben acudir al Hospital de Nicoya para consultas especializadas, además los jóvenes de poblados como río Grande o playa Gigante asisten al colegio de Paquera, ubicado a unos nueve kilómetros de ambas comunidades.
Actualmente, el recorrido entre Paquera y Playa Naranjo puede tomar a los conductores alrededor de 50 minutos. Con la vía asfaltada, transitar por los 21 kilómetros no representaría más de 30 minutos.
Para quienes viven a orillas de la vía, el principal beneficio tiene que ver con el polvo.
Ese es el caso de Mily Gutiérrez, quien es madre de cuatro hijos y asegura que en su casa la única alternativa es mantener la puerta cerrada.
El intendente confirmó que esa fue una de las principales motivaciones entre quienes presionaron por el asfaltado.
“Era algo inhumano, había problemas de asma, gente que sufría demasiado”, añadió.
Javier Aguilar, quien transporta productos de panadería, añadió que además del tiempo del traslado para sus productos, el viajar por la vía en el estado que se encuentra les implica gastos frecuentes en repuestos para los camiones.
Uno de los principales temores de los vecinos y que en la carretera pase algo similar a lo que ocurrió con la vía a Monteverde, cuyo asfaltado quedó en suspenso, luego de que el MOPT finiquitara el contrato con la empresa a cargo debido al poco avance.