Pese a que estudios de tránsito indican la necesidad de un tercer nivel en la intersección de Guadalupe, donde actualmente se construye una rotonda y un túnel, la obra queda por el momento fuera de los planes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Así lo confirmó el ministro de esa cartera, Rodolfo Méndez Mata, quien explicó que esa estructura adicional es una “víctima de la pandemia”, debido a que no se contará con los recursos para levantarla con una adenda al contrato que se ejecuta actualmente en ese cruce.
Eso significa que la obra actual, en la que se invierten $19,5 millones, enfrentaría congestionamiento vial al poco tiempo de inaugurarse.
La necesidad de un nivel adicional sobre la rotonda para garantizar la fluidez de los vehículos que transiten en dirección San José-Guadalupe quedó evidenciada con estudios que conocen desde 2015 tanto la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), administrador del proyecto, como el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi). Es decir, se sabe desde antes de que se firmara el contrato para esta obra.
“En principio tenemos una información que justificaría que lo hiciéramos, pero nos obliga a contrapartidas, y yo sé que ahí el problema va a ser de financiamiento de esa contrapartida”, explicó el director del Conavi, Mario Rodríguez.
De acuerdo con el funcionario, no se hicieron nuevos estudios, sino una revisión de los análisis que ya tenían y en ellos “se ve que se necesita esa actualización”. No obstante, advirtió Rodríguez, estos datos podrían verse afectados pues aún no se puede determinar el comportamiento del tránsito con las restricciones por la pandemia.
La obra que se construye en Guadalupe forma parte del proyecto conocido como “tres rotondas”, que fue encargado a UNOPS y en el que se incluyeron además los pasos en Garantías Sociales (Zapote) y la Bandera (Montes de Oca). De estos solo el de Zapote está concluido y en funcionamiento.
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La intención es que una vez concluidos los tres pasos, el tránsito por Circunvalación sea completamente fluido, ya que los vehículos circularían a 80 kph/h de norte a sur y viceversa sin detenerse, utilizando los túneles que se construirían bajo las rotondas.
Sin embargo, en el caso particular de Guadalupe, el alto flujo de autobuses que viajan de San José hacia localidades como Guadalupe, Moravia y Coronado, hace necesario un nivel adicional.
El ministro de Obras Públicas reconoció esa necesidad pero afirmó que los recursos del Conavi “van a estar sumamente restringidos” para el próximo año.
En el mismo contrato
La intención del MOPT era que el tercer nivel se ejecutara como una adenda al contrato para así abaratar el costo, por lo que no está en planes del MOPT realizar otro tipo de avance a fin de que la obra quede en previsión para un futuro cercano.
“El momento de haberlo ejecutado de la manera más apropiada era aprovechar el contrato que se tiene, pero la voluntad estuvo, la decisión estuvo, pero la plata no”, afirmó el ministro.
La estimación es que esta obra adicional tendría un costo de alrededor de $8 millones.
El director de UNOPS, Alejandro Rossi, indicó meses atrás, en una entrevista, que la obra no se incluyó en los diseños originales para no retrasar más el plan de las tres rotondas. Aunque este, de todas formas, luego sufriría atrasos de más de cinco años.
Este miércoles, el representante de la Oficina de la ONU dijo, ante consultas de La Nación, que los trabajos que se realizan “lograrán atender la demanda en sitio y tendrán la capacidad suficiente para brindar un buen nivel de servicio dado el patrón de flujos actual en las horas pico, razón por la cual se ha descartado introducir modificaciones al diseño en el corto plazo”.
Pese a esa circunstancia, confirmó que los estudios solicitados por Conavi y que se completaron en octubre reflejan que la nueva rotonda de Guadalupe “reducirá notoriamente su nivel de servicio, una vez que entre en operación la Circunvalación norte”.
“Luego de analizar diversas alternativas para mejorar el flujo vehicular y agilizar el tránsito, el estudio propone como solución a largo plazo, construir un paso elevado para los usuarios que se mueven entre San José y Guadalupe en ambos sentidos y establecer un sistema de control de ingreso a la rotonda desde los accesos de Guadalupe y San José, controlado por semáforos. Cabe destacar que esta solución debería implementarse con posterioridad a la puesta en servicio de la Circunvalación norte”, explicó.
Los estudios de tránsito del 2015 revelaban que, de mantenerse únicamente los dos carriles que contempla la rotonda, la capacidad iba a ser insuficiente para el año 2020, por lo que se requería un paso elevado con un carril por sentido, que permitiera que el carril externo de la rotonda se usara como vía exclusiva para buses y se pudieran mantener dos carriles por sentido para tránsito vehicular.
Ahora, la propuesta de UNOPS es que una vez que entre en operación el tramo norte de Circunvalación, se construya un paso elevado con un control semaforizado en la rotonda, y posteriormente, cuando el flujo vehicular se incremente, podría desarrollarse una intersección canalizada a nivel donde se encontrará la nueva rotonda.
De acuerdo con las estimaciones de la oficina encargada de administrar el proyecto, haber dejado fuera del plan actual esta solución representa un incremento de unos 24 meses en el plazo, pues deberá iniciarse nuevamente toda la preparación de la ingeniería, licitación y recursiva.
En tanto, en el tema de costos, calculan que el ahorro habría sido de alrededor de $1 millón si se hubiera hecho como adenda al contrato actual.
Avance
Actualmente la intersección de Guadalupe tiene un avance de más del 65%. La estimación es que esta obra que se empezó a construir en febrero de este año, sea entregada en marzo próximo.
Carlos Jiménez, encargado de la Unidad Ejecutora, confirmó que pese a haber sufrido algunos días de retraso producto de las fuertes lluvias que impactaron el país a inicios de noviembre, la obra avanza según el cronograma.
Según detalló, ya se completó el asfaltado de las vías marginales, así como la excavación del lado norte del nuevo viaducto, que una vez concluido, superará más de 65.000 metros cúbicos de tierra extraídos de la parte central.
“Actualmente avanzamos con la construcción de un nuevo sistema de evacuación pluvial que pasa por el centro de la Ruta Nacional 39 y que desfoga en la quebrada Cangrejos, muy cerca del liceo Napoleón Quesada. También en el levantamiento de vigas que nos permitirán completar la parte central de la rotonda y en los muros centrales”, detalló Jiménez.
En tanto el paso peatonal quedaría listo este mismo mes.
Asimismo, se avanza en la construcción del nuevo puente sobre el río Torres, aceras, cordón y caño, así como cunetas en distintos puntos del área del proyecto, además de la canalización subterránea de todo el sistema de iluminación eléctrica de la zona.
El proyecto encargado a la empresa Puentes y Calzadas contempla un paso subterráneo de 790 metros a cuatro carriles por el que circularían, sin detenerse, los vehículos desde y hacia San Pedro, es decir sobre la Circunvalación.
En la parte superior, por la rotonda que tendrá dos carriles, viajarán los vehículos desde Guadalupe a San José y viceversa y también servirá de intercambio con el túnel.
También se contemplan bahías para autobuses, un puente peatonal y una alcantarilla ampliada sobre el río Torres.
La obra que se sacó a licitación en setiembre de 2018, tras enfrentar atrasos por temas de derechos de vía, también debió superar un empedrado proceso de adjudicación.
Fue hasta enero de este año que se empezó a construir, luego de que quedara en firme la contratación a la constructora española.
El financiamiento de esa intersección, al igual que las de la Bandera y Garantías Sociales proviene del Banco Centroamericano de Integración Económica.
Por ese sector de la Circunvalación transitan a diario unos 50.000 vehículos.