Se necesitarían al menos 10 años para llevar la red vial nacional a una condición “aceptable”, siempre y cuando la totalidad de recursos se inviertan en conservación y se dejen de construir obras nuevas.
Esta es una de las estimaciones que divulgó el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), este viernes, al presentar el sistema de gestión de activos viales, mediante el cual se debería regir la atención de las carreteras y puentes del país.
De acuerdo con el jerarca del MOPT, Luis Amador Jiménez, bajo ese modelo sería necesario invertir unos ¢71.000 millones anuales en pavimentos y drenajes, y otros ¢45.000 millones en la atención de puentes.
Sin embargo, esos recursos contemplan la totalidad de lo que se destina actualmente al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), por lo que, según Amador, se tendría que optar por concesiones y asociaciones público privadas para hacer nuevas obras, pues no quedarían recursos para ejecutarlas con fondos propios.
De acuerdo con el ministro, siguiendo el esquema desarrollado, en el caso de los puentes, en 12 años se lograría la recuperación de las estructuras en mal estado y se liberarían recursos para continuar dando mantenimiento.
En carreteras, el panorama es más complicado porque, pese a la inversión, no se tiene una ventana de tiempo en que se tendría una recuperación completa de la red y, más bien, se habla de llegar al estado de “aceptable”, pero con la necesidad de continuar inyectando recursos. En ese mismo tiempo se recuperaría la capacidad estructural de drenajes, pero siempre bajo niveles apenas considerados como “buenos”.
Los criterios de atención
El sistema de gestión de activos prioriza las rutas que recibirían mayor cantidad de recursos o atención más pronta, de acuerdo con la importancia dentro de la red vial. Para eso, se considera el flujo vehicular, si corresponde a una vía estratégica para exportaciones o transporte público, así como el estado de la vía.
Para elaborar este sistema, explicó el MOPT, se consideraron las evaluaciones bienales del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LanammeUCR) en cuanto a las mediciones de las condiciones superficiales y la capacidad estructural del pavimento, pero también se valoraron las mediciones hechas por la Cooperación Japonesa (JICA).
Además se contemplan los inventarios de puentes preparados por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) y el LanammeUCR, así como los criterios de expertos con respecto a la efectividad de las intervenciones, el deterioro y los inventarios de la Secretaría de Planificación Sectorial del MOPT, con respecto a las rutas de transporte público, el tipo de superficie de las carreteras, la cantidad de vehículos que utilizan la vía, el número de carriles y otros elementos
Según los datos del MOPT, unos 650 puentes de los más de 1.600 que se encuentran en rutas nacionales, registran un estado crítico.
En tanto, las rutas nacionales arrastran un deterioro en su condición, pues durante 2021 y 2022, las carreteras se quedaron sin conservación debido a la falta de contratos, cuya formalización se vio impactada por el escándalo de corrupción del Caso Cochinilla. Asimismo, este año el Conavi debió suspender la mayoría de contratos en época lluviosa porque se quedó sin los recursos necesarios para cumplir con las obligaciones adquiridas.
Para el próximo año, el Conavi enfrentaría un panorama similar debido que el presupuesto nacional otorgaría la misma cantidad de fondos que se giraron para el 2023.
La red vial nacional la comprenden 7.781 km de carreteras atendidas por el Conavi. Otros 35.000 km corresponden a rutas cantonales, cuya atención está a cargo de las municipalidades, las cuales reciben dinero del MOPT.