Los puentes bailey asignados para habilitar el paso por nueve ríos ubicados en comunidades de todo el país siguen embodegados en un plantel del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) en Colima de Tibás, San José, porque los funcionarios de la institución que sabían cómo ponerlos ya se pensionaron y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) no tiene recursos para contratar empresas que los coloquen, según indicó a La Nación el ministro de esa cartera, Luis Amador.
Se trata de puentes vehiculares para el río Nuevo (o río Oro) en ruta 245, en la zona sur; río Virilla en ruta 117; río Ostional, en ruta 160; río Tortuguero, en la ruta 247; río Corozal en ruta 245; río Tuba Creek en ruta 36; río Caño Negro en ruta 936; río San Carlos en ruta 856 y río Chirripó. Algunos fueron asignados desde noviembre del año pasado y otros están listos para colocarse desde hace seis meses.
El pasado 4 de julio, Amador dijo a este diario que los puentes estaban “desperdiciándose” en el plantel de Colima y que ni siquiera sabía desde qué fecha estaban ahí guardados. Luego, el 12 de julio, indicó que emitió la orden de que fueran trasladados a los sitios donde deben colocarse.
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“Los puentes tienen un destino específico y la orden que giró el Consejo, por moción mía, fue que se trasladaran a los diferentes sitios y se procediera la instalación, porque nada están haciendo esos puentes ahí guardados verdad, se ocupa que estén en sitio y que estén armados”, manifestó el jerarca.
Sin embargo, la directora de Puentes del MOPT, María Ramírez, respondió a este medio que la entidad encargada de armar las estructuras es el Conavi y como el presupuesto de dicha institución no fue aprobado el año anterior por la investigación del caso Cochinilla (supuesta corrupción en obras viales), no hay recursos para contratar empresas que las coloquen en las comunidades.
“Están asignados y no están construidos, ¿por qué no están construidos? Porque Conavi les tiene que asignar el presupuesto para construirlos en sitio. Usted tiene que tener presente que el presupuesto de Conavi no fue aprobado el año anterior por el escándalo de Cochinilla, entonces son trámites propios del presupuesto de Conavi, no soy yo la que le tiene que responder eso, sino la directora ejecutiva del Conavi”, alegó Ramírez.
Ver para aprender
Ante la situación, el ministro Amador reconoció que la falta de dinero representa un problema, porque la otra alternativa es que el MOPT se encargue de colocar los puentes, pero como los únicos profesionales del Ministerio que sabían cómo armar las estructuras ya se pensionaron, no hay otra solución.
De hecho, mencionó que en la colocación de puentes que están haciendo en San Carlos por los estragos de la tormenta Bonnie, solicitó que funcionarios de la entidad observaran de cerca los trabajos para que aprendieran cómo se arman las piezas. Esas labores en la zona norte estarán a cargo de la constructora privada Grupo HyM.
“Sí, eso es un problema, no hay presupuesto para nada, no solo para los puentes. Ese es el principal problema, y el segundo problema es que las personas a lo interno del Ministerio que sabían cómo armar puentes ya no están, ya se pensionaron y se fueron, y a lo interno no está la capacidad.
“Entonces, con los que estamos armando ahorita en Santa Clara y Santa Rita (San Carlos) pedí que por favor personas del MOPT estuvieran ahí presentes para que fueran aprendiendo cómo se arman. No hay plata y no se sabe a lo interno cómo armarlos, hay que contratar, esos son los problemas”, puntualizó el jerarca.
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Sin más puentes de emergencia
María Ramírez agregó que los puentes embodegados en el plantel en Colima de Tibás fueron adquiridos desde 2016 mediante una licitación de compra de suministros por demanda de estructuras tipo bailey, y a la empresa ganadora de esa contratación también se le debían comprar los repuestos que fueran necesarios.
Detalló que cuando se colocan los puentes en las comunidades, comúnmente sobran piezas que son devueltas al plantel y que por eso siempre hay estructuras guardadas. Sin embargo, dijo que actualmente solo queda un puente bailey para atender eventuales emergencias durante el invierno de 2022 y no hay dinero ni modalidades para comprar más.
“No solamente es el tema de presupuesto, sino es la forma como se contrata. La contratación bajo la cual se contrataron estos se llama 2016CLN002 y es por cuatro años. Se empezó a ejecutar en 2017 y finalizó en el 2021, entonces yo ya no puedo comprar más porque ya mi contratación se acabó. Y tampoco puedo hacer una nueva contratación porque a partir del año 2021 el presupuesto del MOPT y del Conavi, los dos, están en la misma línea en Hacienda.
“Entonces como Conavi tiene una contratación de suministro por demanda de puentes modulares, yo no puedo en MOPT abrir una segunda contratación para el mismo fin, porque sería duplicidad. Entonces, Conavi tiene cómo comprar las estructuras porque tiene una contratación por demanda, pero es un problema de presupuesto de Conavi. Ya el mecanismo para comprar lo tiene por una licitación pública internacional adjudicada; es una cuestión de cuánto presupuesto dispone Conavi para comprar estructuras y cuánto presupuesto dispone para instalar las estructuras que ya fueron asignadas a proyectos”, explicó.
Por último, la encargada de puentes del MOPT negó que en el plantel en Colima haya puentes sin usar desde hace muchos años, ya que eso solo es una “percepción” de la gente. “Esa es una percepción del público, los elementos son del mismo tipo, pero no siempre han estado ahí. Se compran, se entregan, se construyen y luego viene otro pedido, por eso ellos siempre ven que hay material, pero no son los mismos materiales”, concluyó Ramírez.
La Nación envió consultas sobre este tema a la directora ejecutiva de Conavi, Hannia Rosales, y se está a la espera de sus respuestas.